Erick
Eliza se fue, no estoy seguro, pero me parece que el comentario de Estela le molesto.
—¿Crees que se enojó? —Bella se posa a mi lado mientras veo el camino por el que se fue Elisa.
—No lo sé—Camino al interior de la casa.
—¿Me llevas a conocer el pueblo? —Viene siguiéndome mientras subo las escaleras— ¡Quiero conocer lo más que pueda! —Llegamos a la puerta de la habitación de ella que esta frente a la mía—, ¿Vamos donde tu prima? No, mejor dile que vaya con nosotros al culto, dijiste que era a las 7 ¿cierto?
—Ponte cómoda, luego vemos —Bella suele comportarse como niña pequeña a pesar de que ya tiene diecinueve años como ahora que empieza aplaudir y dar brinquitos como lo hace una niña emocionada.
La dejo sola y entro a mi habitación, llamo a Aida y después de un rato, contesta.
—Funeraria las flores, ¿En qué le podemos servir?
—Empiezo a creer que estas realmente loca —Se empieza a reír y de paso logra que yo sonría.
—¿Qué quieres?
—¿Estas ocupada?, Bella llego hoy y me dijo que te preguntara si quieres ir al culto con nosotros.
—Este...—Se queda cayada y creo que dirá que no. Ella y Bella no se conocen salvo a pequeñas interacciones que han tenido por video llamada cuando Aida y yo hablamos y algunas veces Bella estaba ahí— es que estoy con unas amigas y no sé a qué hora se irán.
—¿Qué amigas?
—Elisa y una amiga más.
—Puedes invitarlas.
—No creo que quieran, pero porque sé que soy tu prima favorita les diré que nos acompañen. A Elisa es a quien más le insistiré.
—Si sabes que no tengo más primas ¿Cierto?
—Aunque las tuvieras seguiría siendo la favorita.
—Tú y tu arrogancia —Voy a la ventana y veo que ya está oscureciendo—. A veces no te soporto.
—Esa no te la crees ni tú, en fin ¿Pasas por mí?
—No estoy seguro, luego te aviso.
Faltando veinte minutos para las 7 Bella y yo pasamos por Aida.
—Hasta que nos vemos sin necesidad de una pantalla—Bella es bastante expresiva y camina repartiendo abrazos cada que quiere, justo como ahora.
Busco a Elisa con la mirada, pero no la veo por ningún lado. Llego a donde Aida y me doy cuenta que cerca de ella esta una pareja de mi edad besándose.
—Me parece una falta de respeto que le dé más alegría a Marbella verme que a ti que eres mi primo —Aida intenta tomar una postura de enfado y digo intenta porque no lo logra.
—Puedes decirme solo Bella —dice mi amiga.
Me acerco a Aida y la estrujo en un abrazo levantándola hacia arriba logrando que ría a carcajadas, la dejo en el suelo y me separo.
—¿Contenta?
—Que sepas que ni quería que me abrazaras —Vuelve a intentar ponerse seria poniendo una mano en su cintura—. Vengan los presento.
Nos acercamos a la pareja, la chica se llama Gabriela y su novio Cesar. Los saludo con un asentimiento de cabeza mientras que Bella le dio un ligero abrazo a Gabriela y le extendió la mano a Cesar.
Después de haber recorrido el lugar con la mirada empiezo a hacerme la idea de que Elisa no está. Aida se posa a mi lado y me golpea suavemente con el codo.
—Si buscas a Elisa solo tienes que preguntarme, ya perdí la cuenta de cuantas veces has recorrido el lugar.
—¿Dónde está? —Me giro hacia ella esperando su respuesta.
—Se fue hace unos minutos, dijo que no podía ir, no le aviso a sus padres entonces...
—¿Tus amigos van?
—No.
—Bien, ya debemos irnos.
Aida se despidió de sus amigos y emprendimos nuestro camino. La noche estaba oscura, pero alcance a ver como una pareja discutía a la orilla de la calle. Cuando me di cuenta que el chico estaba estrujando a la chica detuve el auto y me bajé.
—¡Hey! ¿A dónde vas? —Me pregunta Bella.
—Ya vuelvo —Camino con mayor prisa hasta llegar a ellos.
—Suéltame de una vez —escucho a la chica hablar.
—Dijo que la sueltes —Observo a este tipo y mi cara de asombro es evidente al darme cuenta que la chica es Elisa.
—No sé quién eres, pero este no es tu asunto —Veo que ejerce mayor presión en el brazo de Elisa.
—No es la forma correcta de tratar a una mujer. —Poso mi mano en el hombro de Eliza y me paro a su lado—suéltala, la estas lastimando.
Un leve quejido se escapa de la boca de Eliza, Miguel se me acerca con la intención de darme un puñetazo, pero lo esquivo. Aida se mete entre ambos, Bella me pregunta si estoy bien a lo que contesto que sí. Veo a Eliza al mismo tiempo que ella lo hace, pero rápido esconde su mirada pareciendo que se sintiese avergonzada.
—¡¿Qué es lo que te pasa?!—se dirige Aida hacia este chico.
—Te arrepentirás de esto —Observa a Elisa y luego camina a través de la carretera.
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VOLVIENDO A LOS BRAZOS DE PAPÁ
Teen FictionEsta historia narra la vida de Elisa, una chica de 18 años que debido a errores que cometio se alejo de Dios y aunque sus amigos la invitan a que regrese a los brazos de papá, ella no se siente lista. Ha olvidado que Dios perdona a todo el que vien...