2. "una prueba de que fuiste real"

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Durante el corto tiempo que había pasado dentro de las instalaciones de Starr Park, no podía creerme aún lo popular que era yo.

La atención y los elogios no me faltaban.

A excepción de Lola, quien no me daba ni las gracias y tampoco lo haría si la salvara de la muerte. Pero aún así agradecía su compañía.

Por momentos creía que tal vez el dolor de la soledad se estaba esfumando, a veces ni recordaba el pasado por lo bien que me estaba yendo, por lo bien que me trataban todos y cómo estos se preocupaban por mí también.
Pero por las noches, al cerrar los ojos podía escuchar esos sonidos otra vez, lo silencioso que era dormir solo, y cómo mi corazón gemía por tanto dolor.
Encendía la televisión para tener algo de ruido de fondo, a veces funcionaba y me terminaba durmiendo, otra veces nada me hacía dormir. Y cuando eso sucedía, tenía que seguir mi día como si nada, aún si estuviera exhausto, trabajé muy duro para llegar a dónde estaba.

Por estos días, me sentía más preocupado ya que estábamos rodando un cortometraje, que era algo más “relajado” pero que era necesario para marcar una nueva temporada del año nuevo chino. ¡Significa que sería mi primera aparición como miembro de Starr Park!
Necesitaba completa concentración.

Y estaba tan concentrado...

Que no me di cuenta en qué momento empezó a saltarme el ojo por el estrés.

–¡No puedo creer que hayas olvidado esa línea otra vez, Fang!

Una mujer con llamas en los ojos estaba en medio del set, atrás unos camarógrafos temblando del miedo y el director de escena tratando de calmarla.

Yo, el protagonista de la escena en cuestión, me había equivocado.

–Necesito un descanso. –Suspiré.

–¿Un descanso? ¿Acaso crees que te mereces un descanso? Aquí TODOS hemos hecho lo IMPOSIBLE para que TODO salga BIEN, FANG.

–Lola, querida, tranquila. –Dijo una de las maquillistas que era amiga de Lola. –Recuerda que las arrugas se marcan cuando te enojas.

–Arrugas ya tiene, que se enoje lo que quiera –solté en tono burlón.

–Ahora sÍ ME VAS A ESCUCHAR FANG.

Corrí como pude a mi camerino a esconderme, sabía que no iba a alcanzarme porque Lola siempre solía traer tacones, lo cuál la hacía correr muy lento.

–¡Abre la puerta y dime en mi cara lo que acabas de decir!– Lola azotaba mi puerta que incluso parecía que se iba a caer. –¡Solo descansarás 15 minutos esta vez y si no regresas vas a ver lo que es bueno!

Así empezaban a ser todas mi semanas, me levantaba, ensayaba, me olvidaba, Lola me regañaba, yo me burlaba, comía un poco y luego volvía a ensayar. Hasta que llegara el anochecer, dónde podía irme a mi habitación a “dormir”.

Pero, por la tarde, Rosa y Primo se me acercaron para decirme que habría una pequeña celebración en el bar de Barley.
Dónde tomarían un poco y comeríamos hasta saciarnos. Ellos dos estaban siendo actores en el cortometraje, ya que se habían propuesto hacer cosas nuevas, se sentían satisfechos con su esfuerzo por lo que decidieron celebrarlo.

–Será a las 9 de la noche, será algo informal así que puedes venir como quieras.– Me dijo Rosa con un tono amable.

–Te esperamos ahí.–soltó el primo igual de amable.

–Claro muchas gracias, estaré ahí.

Estaba feliz, era la primera reunión no oficial que tendría con los demás.

共依存 ;; codependientes  [Grom x Fang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora