7. ¿Nervioso?

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Habían pasado varios días desde aquel día de actividades pero aún habían quedado muchos sentimientos encontrados desde ese entonces.

Principalmente, que Grom empezó a ser el centro de atención desde que se había dejado ver, porque después de Fang, él fue el segundo en terminar las actividades, seguido de el primo y Bull.
Así que, recurrentemente varias personas "por accidente" se topaban con él, tratando de sacar al menos un poco de conversación.

Pero Grom, era tan poco conversador que mataba las pláticas en cuanto empezaban, aún así nadie le quitaba lo atractivo que era, junto con ese acento ruso tan característico que le daba más puntos de sensualidad. Aunque el rubio ni siquiera estaba enterado de esto, él estaba más interesado en el trabajo y en alguien más que empezaba a habitar su mente casi todos los días.

Ese peli morado, de baja estatura y característica gorra, quién lo veía de una manera rara cada que hablaba con él o se lo encontraba en algún lugar. Era como si un pequeño cachorro esperara cariño, y del cual él no podía resistirse. Se veía tan atractivo y lindo cada que veía sus ojos.
Lo que lo empezó a poner muy nervioso y eso lo hizo sentir muy extraño.

Era como si cada que lo viera él esperara a que hiciera algo, pero él desconocía cuál era ese "algo". Y no quería malinterpretar a su amigo. Era una muy buena persona en realidad, por que él, desde hacía varios días había estado teniendo recurrentes encuentros con niños que no respetaban a nada y a nadie, y  Fang lo terminaba rescatando.

Aunque él desde el principio no dudó en ayudarlo, nunca le preguntó ni le juzgo acerca de su condición ni de su cicatriz, simplemente lo ayudaba y eso lo hacía sentir seguro con que su amigo era una muy buena persona.
Normalmente cuando le comentaba a alguien su miedo a los niños solían burlarse de él o pensar que solo estaba exagerando, por lo que prefería guardarse ese dato siempre a menos que fuera necesario.

Pese que haber tomado un trabajo donde constantemente se topa con niños no había sido una de sus mejores ideas, estaba agradecido con que al menos una persona lo ayudara sinceramente.

Pero eso no explicaba porque se sentía tan nervioso.

Se sentía agradecido, sí, pero eso no significaba que ya por eso debería de sentirse así.
Él sabía qué era ese sentimiento y no quería aceptarlo, porque ¡no tenía sentido en lo absoluto!

–Mira, te traje esto– Fang le extendió un sobre muy elegante y bonito. –Es para la premiere que habrá sobre el cortometraje en el que he participado, es, un detalle que quería darte porque has sido muy amable conmigo...

Ah, sí tenía sentido ahora.

–¿¿Ah?? ¿Cómo que yo he sido amable contigo? Si tú eres quien seguido me está salvando el pellejo–El rubio puso su brazo encima del hombro del otro sonriéndole dulcemente. – En serio lo aprecio mucho.– Abrió el sobre para ver que habían dos boletos.

–Son dos por si te gustaría invitar alguien más.–Fang sonrió mientras tocaba su hombro, viéndose algo ansioso.

–Estaré ahí para ser el primero en aplaudirte, muchas gracias en serio.

Grom tenía la necesidad de cargarlo, abrazarlo o hacer algo para que él entendiera lo feliz que le hacía sentir esa acción de su parte, pero no sabía si era necesario hacer aquello, por lo que terminó acariciando su cabeza, notándose un evidente nerviosismo en el ambiente, se rieron y cruzaron sus ojos por accidente.

Nuevamente, ese sentimiento que hace días había empezado a experimentar, eso que sintió y esa mirada indescriptible.
¿Qué debería de pasar? Grom se sentía paralizado y no tenía ni idea de qué debería hacer, si intentaba hacer un movimiento en falso las cosas podrían terminar mal.

–Yo...

Fang quería y necesitaba sacarlo de su sistema. No sabía si Grom estaba actuando de esa forma porque él también se sentía de la misma manera, o era solo su imaginación.
Grom, al darse cuenta de esto, sorprendido y sonrojado empezó a acercarse al más bajito, solo se estaba dejando llevar, por lo que lo tomó de los brazos suavemente.

–Creo que, me gust–––

–¡Hola! Oh, ¿parece que estoy interrumpiendo algo? lo siento mucho...

Una mujer algo desvergonzada se había acercado muy violentamente tomandolos por sopresa, separándose al instante.
Se sintieron muy apenados porque habían olvidado por completo que se encontraban en medio de la calle, en frente al trabajo de Grom. ¿Pues en qué estaban pensando?

–Ho-hola señorita Piper, no claro que no, nunca es una molestia. – El rubio algo nervioso trataba de tranquilizarse puesto que ya se encontraba bastante alterado. –¿En qué puedo ayudarle?

–Oh, cariño, solo he venido a traerte este pequeño detalle– extendiendole sus manos, le dió una pequeña canasta con galletas en el interior.– Son de agradecimiento, porque ha sido muy amable conmigo al aceptar la cita que tendremos esta noche.

–Ah, sí no se preocupe señorita Piper...

El más alto quería que se lo tragara la tierra ahí mismo.
No quería voltear a ver porque sentía en su cuello una mirada pesada al lado de él, que porsupuesto le pertenecía a Fang.

Se le había olvidado mencionar que habían muchas personas que estaban detrás del rubio, pero una de esas personas era Piper.
Aunque ella no estaba tan desesperada porque sabía que tenía oportunidades por su personalidad y belleza, pero se sabía que en realidad estaba muy despechada porque recientemente había terminado su relación secreta con Rico. Cosa que Grom desconocía y pensaba que aquella señorita solo estaba siendo muy amable ya que de vez en cuando le traía postres horneados y le platicaba cosas divertidas, por lo que no sabía cómo decirle que no cuando pidió que tuvieran una cita.

–Señorita Piper, Grom, una disculpa, me tengo que ir ya, ehhh... Creo que dejé la estufa de mi casa encendida.

Fang estaba tratando de mantenerse sonriendo a pesar de que un nudo en la garganta lo estaba ahogando.

–¿¡Dejaste qué!? ¡Yo te acompaño!–Grom saltó a la excusa que había dado Fang para poder irse con él, pero Piper lo tomó del brazo antes de que pudiera emprender su viaje.

–Oh no cariño, necesitamos hablar de lo que haremos está noche, ya tengo los planes hechos.

El peli morado solo se siguió alejando, no esperaba si quiera que Grom viniera detrás porque había visto la escena.
¿Eran lo suficientemente cercanos para que ella lo agarrara así con tanta confianza?
Pensaba en que tal vez, estuvo a punto de cagarla por tratar de decirle sus sentimientos.

Trataba de no llorar porque se sentiría estúpido si lloraba por algo que ni siquiera se dijo alguna vez.

Llegando a casa, tomó un baño y se desplomó en su cama vistiendo pijamas.

Y sin poder resistirse, comenzó a soltar unas cuantas lágrimas perdiéndose entre las sábanas.

A ese punto, ya había mandado todo al caño.

Sí.

Lo aceptó, no lo había hecho porque aún creía que no era nada, pero...

–¡Está bien! ¡Yo pierdo otra vez maldita sea!

Lo aceptaba.

Le gustaba tanto Grom que le dolió saber que ya tenía otros planes con una mujer.

Pero al contrario, no estaba enojado con él, estaba enojado consigo mismo. Al creer que un hombre como Grom siquiera se fijaría en alguien tan estúpido como él. Al creer que ya había algo entre los dos. Pero no era así al parecer.

Se sentía en la miseria.

Pero sabía que era su culpa.

Si actuaba egoístamente, sería solo un berrinche y posiblemente arruinaría su bonita amistad.

–¿Hola? ¿Colette, tienes tiempo hoy en la noche?

O se arruinaría a sí mismo.

共依存 ;; codependientes  [Grom x Fang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora