3. Miedo

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Grom.

Grom era un adulto de ascendencia rusa cuyo único interés era buscar un buen trabajo.

Se había graduado con honores como pedagogo, era un buen educador. Pero, eventos desafortunados lo llevaron a dejar eso que tanto amaba y empezó a odiar.

Los niños.

Les tenía pavor, por no decir miedo.

Así que buscó trabajo por todas partes hasta que encontró una oferta bastante buena, ya que te brindaban un hogar, claro, reduciendo tu vida a estar solo en Starr Park. Teniendo que socializar con los que trabajaban nada más.

No tenía problemas con eso porque de igual manera, no iba a buscar familia ni pareja.

El día de la ceremonia de ingreso, el día que él sería presentado como nuevo, fue un día algo abrumador.

Sabía que no iba a destacar, pero aún así, decidió presentarse.
Terminando impresionado por el aura tan monumental que tenía su compañero quién también era nuevo.

Se veía tan imponente y tan genial, que sabía que si se acercaba lo mandaría por un tubo por no "estar a su nivel". Pensó en que quizás debería de seguir trabajando en sí mismo para ser igual de imponente que él.

Todos los días se levantaba temprano por la madrugada y cumplía con una rutina de ejercicio bastante pesada.
Su terapeuta le había recomendado en trabajar en si mismo de una forma que no lo incomodara, también le había recomendado que recordara y pusiera en práctica algo que amara hacer para no seguir teniendo aquellas pesadillas que lo atormentaban.

Por eso, algunas noches iba junto a su compañero Ash, al puesto de un simpático robot llamado Lou. Ahí compraban helados.
Ash iba porque Grom invitaba los helados y también para relajarse, ya que tenía muchos problemas de ira.

El rubio se sentía tan feliz, y estaba en el momento más agradable de su vida. Ya que no tenía preocupaciones de vida o muerte, tenía un trabajo, y solía platicar mucho con Lou.
Aunque Lou era lo más parecido a un adolescente pervertido con problemas de eyaculación precoz y Ash a una señora con deudas y cinco hijos que alimentar... era muy gruñón.

Pero el trabajo era divertido.

–Dios mío, cuándo se acabará esta tortura –Dijo Grom en voz baja.

Él se encontraba fuera del castillo que es su puesto, ya que tenía que cumplir como "guardia de seguridad" de los niños al ser un día en el que los dejaban entrar al patio donde ponían juegos inflables y mesas con dulces.

Una bendición para los padres porque podían venir y tirar a su chiquillo para proceder a irse a otro lugar.
Pero una maldición para el rubio que, recordando, le tenía miedo a los niños.

Todo era un desastre, niños por doquier haciendo lo que quisieran, gritando, jugando y peleando.

Grom estaba haciendo hasta lo imposible para que no le diera un infarto ahí mismo, inclusive le suplico a Ash de rodillas que cambiaran de turno para dejar ese lugar. Pero Ash, a modo de burla, avisó a través de su propio Walkie Talkie los planes que Grom tenía.

No era su culpa, hace unos días Ash le había pedido a Grom que tomara su turno y que él lo haría después. Pero el rubio, como buen trabajador que es le dijo que no porque "tenemis trabajis diferentiiisss".

Era su dulce venganza.

Pero la venganza le salió cara.

Grom sí se terminó desmayando en medio alboroto dónde había una bola de niños jugando descontroladamente.
Todos se acercaron para ver qué había sucedido, asustados, buscaron ayuda.
Los niños lo terminaron llevando arrastrando como en la escena de Spiderman en el tren.
Y terminó en brazos del gerente del castillo.

–¡Por amor a Dios qué le pasó a este hombre!

Lo llevaron rápidamente a la enfermería del parque hasta que se recuperara.

Ash terminó tomando el turno de Grom ya que "no avisó que su compañero estaba a punto de sufrir un ataque". Pero, ¿Cómo lo sabría? Pensaba que el miedo que tenía era un chiste.

Grom quedó completamente inconsciente hasta que anocheció. Despertó a dos minutos de que terminara su turno. Gracioso porque Ash tuvo que terminar el turno hasta el final.

Aún así, al despertar notó que había notas y algunas flores con raíces en la mesita al lado de él.
Al parecer algunos niños se habían sentido mal y le pidieron disculpas por cómo se comportaron.
Ellos creían que tal vez Grom había muerto.

No sabía cómo sentirse, era una mezcla muy rara de sentimientos. Pero pudo recordar, que había una época en la que amaba ver a los niños jugar y divertirse. Tensó su mandíbula.

Se sentía muy mareado.

En silencio se levantó, tomó las cosas de la mesa y fue a su casa. Ash tal vez lo buscaría como un loco para matarlo vivo.

Caminó un buen tramo mientras pensaba y observaba los faros de las calles.
Siempre tomaba los caminos que no fueran tan transitados para evitar ser visto.
Hasta que recordó que había algo que tenía que entregar.

La gorra de Fang.

Pero era difícil para él también.

Siempre que lo veía él estaba rodeado de varios niños o de otras personas. Por lo que siempre que veía algo mínimamente relacionado con él, intentaba escapar.

No quería pensar en ello. En que tal vez él pensó que era muy inferior y hasta un perdedor.
Lo de la otra noche lo había dejado sin aire, pensaba que tal vez, Fang no quiso dirigirle la palabra y salió corriendo en cuanto vió que era él.

No sabía cómo devolverle su gorra. Por lo que prefería guardarlo dentro de sus pertenencias por si un día lo llegara a ver solo para entregárselo.

Sonaba más fácil de lo que era.

共依存 ;; codependientes  [Grom x Fang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora