Pensamientos Impuros

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—Tobio, si vuelves a pelear con alguien... Estarás fuera del equipo, ¿entendido? —Dijo el entrenador.

—Sí... Lo lamento... No volverá a ocurrir, fue un error que no volverá a pasar, se lo prometo —Kageyama se inclinó levemente para demostrarle su perdón sincero.

—Bien, ahora ve con tus compañeros que están entrenando, mañana se hará el partido, así que es mejor que te prepares y despejes tu mente.

—Si, entrenador.

Kageyama corrió hacia sus demás compañeros de equipo y se unió al entrenamiento, empezó a colocarle la bola para así que ellos remataran, pero aunque hacía buenas colocaciones, sus ojos estaban en Hinata y no los podía apartar.

Kageyama negó con la cabeza repetidas veces y siguió con su trabajo, el capitán había dicho que harían un partido amistoso y así verían los potenciales de cada uno, Hinata saltaba de emoción junto a Atsumu quien sonreía al verlo.

Cabrón.

Yo alguna vez tuve eso...

Mierda, otra vez pensando en él, ¿a caso no puedo sacarlo de mi cabeza? Solo me está estorbando, ni siquiera me puedo concentrar bien, perderé si sigo pensando en él.

El silbato sonó y Bokuto sacó, corrí a mi posición y Ushijima la recibió, me la mandó hacia mí y coloque para Hoshiumi, este salto tan alto que me recordó a Hinata, pero aun así no era la misma sensación que tenía al colocársela a él.

Remató la pelota fuertemente e Hinata logró bloquearlo, mi boca estaba abierta de la impresión, había mejorado bastante, mi compañero se lanzó para salvar la pelota y corrí tras ella para pasarla. Recibieron la pelota, pasándola a Atsumu, quien la colocó limpiamente y sin un doble, la colocó perfecta para Hinata, Este corrió hacia ella y voló, fue tan espectacular verlo volar de nuevo, verlo hacer un remate tan perfecto, fue lo mejor.

El remate llegó hacia mi compañero que no pudo recibirla y tocó el suelo.

El árbitro hizo sonar el silbato, dándoles un punto al equipo de Hinata, este salto de felicidad y se dirigió a Atsumu, quien lo abrazo fuertemente mientras decían lo genial que les había salido su jugada.

—¡Wooaaa! ¡¿Atsumu viste eso?!

—¡Fue increíble Shoyo!

Rodee los ojos, no podía soportar la imagen que me estaban dando esos 2, abrazados en medio de un partido ¿qué les pasaba por la cabeza?

Tú hacías lo mismo.

Mierda.

Mierda.

Y más mierda.

Bufé enojado y corrí hacia la banca, tome agua mientras seguía mirando a Atsumu y Hinata, él había hecho lo mismo, se dirigió hacia la banca con Atsumu para tomar sus botellas de agua y así empezá a tragar... Mire la garganta de Hinata y su manzana de adán mientras tomaba agua, subía y bajaba, su lengua estaba recorriendo la parte de la boquilla de la botella, el agua salía de su boca mientras seguía tratando, cabrón. De pronto sentí algo en mis pantalones y bajé la mirada, mierda, estaba duro, maldita sea... Mire hacia los lados percatándome de que nadie se dio cuenta y mire hacia Hinata, Atsumu se había dado cuenta. Puse mi botella en medio de mis piernas y me senté.

Seguía mirando a Hinata y Atsumu, el maldito acababa de agarrar la botella de Hinata y estaba tomando agua de ella, pasó la lengua por la boquilla como si la estuviera saboreando, asqueroso.

Mi ira aumentó al ver como le devolvía la botella e Hinata un idiota tomando de nuevo de ella sin limpiarle la boquilla, maldito.

De pronto escuché la voz de un niño gritando "mamá" a lo lejos, voltee a ver hacia la entrada y me encontré con aquel niño que me había dado una patada en los cojones la otra vez, vaya que tenía fuerza. ¿Qué edad tendrá? 3...¿2?

—¡Hikaru! —Vi como Hinata corrió hacia él y lo abrazo, levantándolo del suelo y besándole toda la cara.

Que envidia

—¡Papá Tsumu! —Grito el niño levantando sus brazos en dirección a Atsumu, quien corrió hacia ellos y lo quito de los brazos de Hinata e hizo lo mismo, besándole y lanzándolo suavemente en el aire. —¡¿Como estas pequeño?!

—¡Muy bien, Tío kenma me enseño a como colocar un balón!

—¡¿De verdad?! ¡Qué increíble!

Vi como Hinata se acercaba a ellos y sonreía, parecían una familia. Este revolvió su cabello mientras Atsumu decía un par de cosas más, no soportaba la imagen y me levante de mi silla, saliendo del lugar y dejando todo de lado.

Camine por las calles mientras fumaba, tenía que hospedarme en algún hotel de aquí, quería estar solo y mantenerme algo alejado de los demás.

Saque el humo de mi boca y luego el celular del bolsillo, marque algún número de un buen hotel y al fin me respondió uno que tenía las 5 estrellas. Decidí aceptar ese hotel y fui a recoger mis cosas y tomé un taxi para irme a ese hotel.

Al llegar examine el lugar y era perfecto, era grande y espacioso, ni muy colorido ni muy apagado, era lo adecuado para mí, las paredes blancas y había un jacuzzi en uno de los cuartos y si quería podía abrir la gran ventana que ocupaba el cuarto y así ver la ciudad.

Mis amigos me llamaron para ver el porqué no aparecía y les explique que me sentía mal y necesitaba estar solo, lo entendieron y opte por relajarme, me quite las prendas incómodas y me metí al jacuzzi mientras tenía velas aromáticas y un café en una mesita, levante la gran cortina y vi toda la ciudad, no me preocupaba que la gente pudiese verme, ya que era vidrio poblado, yo podía verlos a ellos, pero ellos a mí no.

Todo era tan relajante y tranquilo... Entre a la página del hotel para ver las cenas y opte por pizza, y coca-cola, llegaron 10 minutos después y me dieron unos chocolates de regalo.

Me metí a Instagram, me metí al perfil de Atsumu y vi que tenía fotos de Hinata y su hijo, del equipo y de sus trofeos, él sin camisa y con sus amigos.

Me robaste lo que más amaba... Maldito. —Dije mientras hacía mi cabeza hacia atrás y tomaba gaseosa, que cayó por la comisura de mis labios hasta llegar a mi cuello y pasar por la manzana de mi garganta.

Tire la lata en algún lado de la habitación y me levante, me quite la bata y me mire al espejo, mi cuerpo ahora estaba más marcado que antes, tenía músculos en todos lados y mi cabello aún seguía mojado, mi piel está un poco más pálida y mis ojos con un color más oscuro que antes.

Seque mi cabello y me lance hacia la cama, tome mi celular y entre a una página porno, intente estimularme, pero me era imposible, nada me excitaba, de pronto recordé la imagen de Hinata y recuerdo lo que hacíamos en la preparatoria y automáticamente se me paro.

Pase mi mano por mi pene e hice movimientos de arriba hacia abajo y en mi cabeza solo estaban los gemidos de Hinata y él suplicándome por más, mientras lo penetraba hasta encontrar su punto dulce, besándole y jugando con su lengua mientras callaba sus gemidos con mi boca, su cara siendo un desastre por la excitación y lágrimas de placer cayendo por su rostro mientras aún seguía moviendo mi cadera sin piedad.

Sentí como el líquido salió de mi glande y lleno toda mi mano de semen, sacando de mi garganta un ronco gemido y haciendo un desastre en la cama.

Lazo Inquebrantable [KAGEHINA omegaverse] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora