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Choi Beomgyu era una persona calmada y caótica al mismo tiempo. Tenía una personalidad atractiva y sabía cuando y con quién debía mostrar su seriedad o simplemente dejarse llevar con sus bromas y comentarios. Por eso muchas personas querían ser su amigo, así como a muchísimas otras le desagradaba. Algunos decían que era muy ruidoso, otros que era muy serio, pero a él nunca pudo importarle menos. Desde que ingresó a la universidad conoció a quienes serían su grupo por el resto de la carrera (cosa que casi nunca sucede) iban a carreras diferentes pero se cruzaban en todos los recesos y pronto terminaron conociendo todo de los otros, al punto de no recordar un día en esa universidad sin alguno de ellos a su alrededor molestándolo, riéndose de él o con él y discutiendo por cosas insignificantes.

Todos eran amigos, pero Heeseung se había ganado su corazón un poco más que los otros y es que, el pelirojo solo necesitaba mirarlo para saber que algo andaba mal, lo que asombraba de sobremanera a Beomgyu, que era una persona que siempre había podido camuflar bien sus emociones. Lo que era mejor que todo, es que Heeseung no lo obligaría hablar, solo lo miraría haciéndole saber que era obvio que lo estaba pasando mal y que contaba con su silencioso apoyo si quería desahogarse o incendiar un auto, ahí estaba él para ayudarlo.

Así como ahora. Ambos iban camino a la universidad el día siguiente de la fiesta de Kim Sunoo, Beomgyu manejaba y Heeseung cambiaba de emisora cada dos segundos al no encontrar una canción que le gustara. Recibió una mirada irritada del pelinegro por los cambios de sonidos tan frecuentes, sin embargo el pelirojo ignoró su mirada y siguió cambiando de estación hasta que se detuvieron en un semáforo y Beomgyu le dió un manotazo para que alejara su mano de la radio. Cuando el auto quedó en una estación que solo transmitía noticias, el pelinegro recostó su cabeza al volante soltando un profundo suspiro mientras esperaba que la luz cambiara para seguir avanzando.

— Beom ¿sabes...

— Detesto a Kang Taehyun. —soltó seguido de un pesado suspiro.

Heeseung quién había sacado su celular, levantó la mirada extrañado por unos segundos al ser interrumpido y con tal información.

— ¿Qué sucedió? —preguntó dejando su celular a un lado y dándole un toque en su espalda para que se levantara pues el semaforo estaba a punto de cambiar.

El pelinegro se acomodó en su asiento y volvió a su labor de conducir pero esta vez con sus cejas arrugadas evidenciando su fastidio.

— Fue en la fiesta de Sunoo. —comenzó soltando un breve suspiro como si lo cansara tan solo recordar el tema. Heeseung solo asintió esperando escuchar el resto de la historia.— Yo estuve hablando con una chica, ni siquiera recuerdo su nombre ahora, pero va a la universidad. Estuvimos hablando por un tiempo y de la nada llega Taehyun diciéndome que era un mentiroso, que solo juego con los demás y que soy un egoísta. Que no merecía su amistad y que no podía estar con alguien que además de todo lo anterior, también fuera infiel. Que mínimo debía respetar la relación que tenía contigo.

Heeseung alzó ambas cejas sorprendido e intentó aguantar la risa que quería escapar de sus labios, no entendía de donde Taehyun había sacado la idea de que él y Beomgyu estaban saliendo, pero era una locura.

— ¿Tú y yo?

Beomgyu negó con su cabeza y tocó el puente de su nariz esperando tener paciencia para lidiar con Heeseung.

— ¿Si captas que me dijo mentiroso, egoísta, infiel y narcisista en pocas palabras?

Heeseung asintió con lentitud y se dejó caer en su asiento soltando esta vez él un suspiro: — Es jodido.

El pelinegro rodó los ojos fastidiado: —No me digas. —soltó con ironía y volvió a arrugar sus cejas.— A veces me pregunto ¿por qué tu y yo somos amigos?

Lonely heart - heejayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora