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— Oigan es suficiente, busquen una esquina más oscura si quieren continuar eso. —dijo Beomgyu en voz alta para alcanzar a ser escuchado.

Soobin y Karina rieron al otro lado de la mesa, mientras que Heeseung solo sonrió sobre los labios de la rubia y se separó lentamente de ella.

El pelirojo pasó su mano discretamente por sus labios quitando los restos de brillo labial y cruzó miradas con la chica a su lado, ignorando a sus amigos que los observaban risueños desde el otro lado.

— Es divertido saludarte después de tanto tiempo Heese. —murmuró la chica en el oído del mayor.

La sonrisa de Heeseung flaqueó por un segundo al escuchar aquel apodo, sin embargo, mantuvo su compostura y le devolvió una sonrisa coqueta al escucharla reír levemente y sentir como comenzaba a dejar pequeños besos detrás de su oreja.

Beomgyu cruzó miradas con los otros presentes cambiando sus rostros risueños por unos genuinamente fastidiados al notar que su plan no había funcionado y la chica no se había ido. No porque les importara con quién pasaba la noche Heeseung, más bien, porque solo les importaba que no fuera con ella.

Por suerte para todos el pelirojo no tardó mucho en notar las miradas sobre él y tomar un poco de distancia de la chica a su lado, sin embargo, seguía manteniendo su mano sobre la pierna ajena y Beomgyu ya no sabía cómo decirle de forma disimulada que se alejara de esa chica.

— Heese. —llamó la rubia provocando que el pelirojo la observara de inmediato ante el uso del apodo.— ¿Y si vamos a otro lugar? No quiero incomodar a tus amigos y quiero...

El pelirojo dejó de prestar atención a lo que decía y sorprendentemente no fue por la mirada fastidiada de Karina, Soobin y Beomgyu cuando alcanzaron a escuchar el apodo por el que lo habían llamado, al contrario, Heeseung ni siquiera los había notado. Solo había sentido una vibración insistente en su pantalón que avisaba de la llegada de algún mensaje.

Y Heeseung sabía que era importante, porque a muy pocas personas le tenía las notificaciones activadas y la mayoría estaban frente a él observándolo, sin embargo, no pudo evitar sorprenderse cuando leyó el nombre en la pantalla de su celular.

Era Jay. Después de una semana de no saber absolutamente nada de él, después de besarse y alejarse, aparecía como si nada y con un simple mensaje de texto.

No sabía que también te gustan las chicas.

El pelirojo arrugó sus cejas y alejó su mano del cuerpo de la chica a su lado mientras pensaba exactamente que responder, sin embargo no tuvo que pensarlo mucho.

El tono de aquel mensaje era tan ambiguo como Jay solía serlo, le dejaba en claro que lo había visto besarse con aquella chica, pero no le decía directamente que estaba celoso por eso. Podría ser que sí, pero no le daba la oportunidad a Heeseung de averiguarlo.

Así que le siguió el juego, como usualmente hacía.

Yo no sabía que sigues siendo amigo de Jungwon.

El mensaje fue visto casi de inmediato y la respuesta no tardó en llegar tanto como el pelirojo esperaba.

Estoy cerca al parqueadero justo ahora, ¿vas a seguir con ella?

Heeseung mordió su labio inferior en cuanto leyó el mensaje, meditando sus opciones y olvidando por completo el ambiente que lo rodeaba, había olvidado a la chica que tenía a su lado, la música que retumbaba con fuerza y las miradas cómplices entre sus amigos. 

— No me estabas escuchando ¿verdad? —insistió la rubia arrugando sus cejas.— Te estaba diciendo que podíamos...

— Lo siento, no puedo ahora. —interrumpió Heeseung dándole una pequeña y falsa sonrisa a modo de disculpa.— Me acaba de surgir algo importante.

Lonely heart - heejayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora