...
El pueblo entero estaba en silencio, no había nadie despierto a esas horas pero el par de cazadores apenas entraban a su cabaña con la ropa bañada en sangre y sus cuerpos cansados.
El sombrero, un arco y una bonita espada fueron puestas sobre la mesa de madera. Encendieron los faroles de aceite que iluminaron todo el lugar y se miraron sin decir nada, aunque el más alto no evitó acercarse a su compañero inspeccionando cada parte de su rostro.
—¿No te lastimaron, verdad? —el pelirrojo negó agachando la mirada. —Bien, vamos a ducharnos.
El agua caliente de la regadera fue tan relajante y perfecta que la sangre seca en sus cuerpos fue bastante fácil de quitar con un par de esponjas, lo que les dio tiempo de llenar la bañera solo hasta la mitad y poder sentarse ahí con sus cuerpos relajándose después de un largo día.
Durante la noche habían aparecido unos demonios amenazando al pueblo y justo como era su deber, los persiguieron, los mataron y volvieron a casa a muy altas horas de la madrugada.
—¿Dazai? —lo llamó el más bajito esperando que su compañero no se hubiera quedado dormido dentro de la bañera.
—¿Hm? —fue su contestación desganada.
—Lo siento. —murmuró. —Casi te hacen daño por mi culpa, no debí dejarte solo.
Las manos del hombre sentado a sus espaldas rodearon su cintura atrayéndolo hasta pegar su espalda con su pecho, sintiendo la respiración del más alto en su nuca causándole escalofríos. —Estoy bien y en una sola pieza, eso es lo importante percherito.
—Pero...
—Shh. —silenció. —Vayamos a dormir. —sin pedirle permiso, le dio la vuelta al pelirrojo haciendo que se abrazara con manos y pies a su torso, levantándose de la bañera con el chico en brazos se encaminó a la bonita habitación que compartían.
El cuerpo del pelirrojo fue depositado en la cama mientras el castaño se encargaba de apagar las luces, menos la de su habitación. —Oye, dame un poco de ropa, ¡No pienso dormir desnudo!
—¿Y por qué no? —le sonrió al regresar gateando sobre la cama hasta aprisionar el cuerpo del más bajito debajo suyo. —A mi me gustas más sin ropa.
—¡Cállate!
—Tuvimos un día muy largo y casi me muero, ¿No merezco alguna recompensa? —el puchero en sus labios por poco hizo al pelirrojo ceder ante sus insinuaciones, pero era demasiado tarde y no habían dormido casi nada en dos días.
ESTÁS LEYENDO
Cazador || Soukoku
Fanfiction¿Qué haces cuándo el amor de tu vida ya no está? ¿Y si tuvieras la oportunidad de volverlo a conocer? ... En este mundo los demonios son temidos, poderosos y malvados, matan personas inocentes cuando tienen ganas y no hay muchas cosas que los puedan...