¿Qué haces cuándo el amor de tu vida ya no está? ¿Y si tuvieras la oportunidad de volverlo a conocer?
...
En este mundo los demonios son temidos, poderosos y malvados, matan personas inocentes cuando tienen ganas y no hay muchas cosas que los puedan...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Capitulo largo 🫰🏻
...
Arahabaki miraba su plato picoteando con el tenedor la carne de ciervo a la que aún le escurría gran cantidad de sangre como muestra de lo fresca que estaba.
Su copa estaba vacía, lo había bebido todo de un solo sorbo esperando que le diera fuerzas para terminar con su comida sin sentir náuseas, pero fue simplemente en vano.
—¿Todo bien con tu comida? —le preguntó el demonio a su lado, llevándose un trozo fileteado de carne a la boca.
—Es... -pausó un segundo, no podía decirle que la carne estaba volviendo a causarle asco. —Comí demasiado hace un rato y estoy bastante lleno, pero me encantaría otra copa de sangre. —disimuló estirando la copa hacia un sirviente que se acercó rápido con una botella entre sus manos.
—De acuerdo, pero no deberías comer antes de un banquete con el rey, es de mala educación.
El pelirrojo asintió bebiendo de su copa. No sólo era el apetito, tenía sueño, sus ojos estaban cansados por no haber dormido casi nada y la hora del amanecer se estaba acercando nuevamente.
Lo había pensado mucho, ¿De verdad estaba haciendo un trato con un humano? No tenía sentido, no debió ayudarle en primer lugar, si alguien llegaba a enterarse de eso podría meterse en muchos problemas y por más amable que fuera Fyodor, seguramente no le perdonaría el haberse involucrado con un cazador.
Pero... Su cabeza estaba hecha un caos total, tenía sueños en los que escuchaba la voz de aquel hombre, y veía lugares que no conocía en absoluto, pero lo más extraño, era la sensación que le causaba ver la flor que se marchitaba poco a poco sobre su cama desde aquel día.
Necesitaba parar con todo eso y ordenar sus ideas, sin embargo, la única forma de hacerlo era buscando respuestas de la persona que le había traído todo ese lío. El cazador debía saber algo, no podía ser posible que su presencia lo hubiera alterado de esa forma luego de tanto tiempo sin dudas sobre sí mismo.
Cuando la cena terminó, todos se fueron, y como siempre, el pelirrojo se quedó esperando que Fyodor terminara de hablar con el rey. Sin decir nada, comenzó a juguetear con uno de los cubiertos sin prestarle interés a lo que padre e hijo hablaban.
—Baki, ¿Qué tal estás? —llamó su atención el demonio de grandes cuernos sentado al otro extremo de la larga mesa.
—Oh, eh... Bastante bien, señor.
—¿Tus habilidades ya han vuelto?
—No, aún me...
—Él está practicando con Sigma. —interrumpió Fyodor. —Ha dicho que sus avances son buenos.
Mori sonrió satisfecho con aquella respuesta y Arahabaki lo miró inconforme al haberlo cortado en media explicación. Odiaba cuando eso sucedía, pero no iba a interrumpir esa ocasión, quería que terminaran de hablar sus asuntos lo más rápido posible para poder escabullirse del acantilado cuanto antes, pero no fue como esperaba, la conversación se estaba alargando y podía ver por la ventana una minúscula iluminación en el ambiente, lo que significaba que no faltaba mucho para el amanecer.
