THE GUARDIAN~Continuación (Irondad/Spiderson)

Capítulo 29: "Team"

.

.

.

.

.

.

Había un almacén o un edificio. Tal vez un aeropuerto. Cambiaba constantemente, como suele ocurrir en los sueños. En resumidas cuentas... era un lugar, hacía frío y Peter no podía moverse. Miró a su alrededor, con el temor instalándose en su estómago. Aún no tenía miedo, pero no sabía qué estaba pasando. Quería volver a casa. Quería estar con Tony. ¿Dónde estaba? Tenía los pies paralizados y abría la boca para gritar o pedir ayuda, pero no le salían las palabras.

De repente se produjo un movimiento. Iron Man retrocedió un paso, con las manos en alto para intentar bloquear un escudo que se estrelló contra su cara.

Su corazón se estremeció. cuando su padre... no... su guardián. Tony. Quién cayó hacia atrás, tratando de poner sus manos debajo de él... tratando de levantarse. Pero el Capitán América levantó el escudo de nuevo, arrodillándose sobre Tony y bajándolo de nuevo, golpeándolo en el pecho.

Y entonces, sólo cuando el Capitán América se alejó y desapareció, Peter pudo moverse de nuevo.

Corrió hacia la zona despejada y se dejó caer de rodillas junto a Tony, con las manos tirando inútilmente del metal.

—"No... no."—Sollozó—"¿Tony? Por favor... por favor, Tony. Por favor. Papá... ¡por favor!"—Su voz se hizo cada vez más fuerte mientras sacudía al hombre del traje, consiguiendo finalmente arrancarle la máscara, dejando al descubierto un rostro pálido, sin sangre, con unos ojos que no se encontraban con los suyos... sino que miraban sin vida al techo.

—"¡No!"—Le dolía la garganta por la fuerza del grito, y tiró con más fuerza del hombro, jadeando mientras caía de repente...
y luego estaba en el suelo, jadeando por la fuerza de su impacto, con un gruñido forzado al chocar contra algo.

—"¡Peter!"—Abrió los ojos, sin apenas notar las lágrimas mientras yacía aturdido en el suelo de su habitación, jadeando.—"¡Mierda! ¿Peter?"—Alguien se arrodilló a su lado, con una mano en su brazo.—"Peter, háblame, amigo"—Le pidieron. Sollozó cuando alguien deslizó una mano por detrás de su hombro, haciéndole rodar un poco y dándole palmaditas en la espalda.

Tony. Era Tony. Peter se movió tan deprisa que Tony se sobresaltó, preguntándose si realmente estaba despierto o si seguía en aquel horrible sueño.

Cada vez que cerraba los ojos, veía los ojos sin vida de su guardián mirando al techo... muerto. Había estado muerto. Y el Capitán América lo había matado.

Rodeó el torso de Tony con sus brazos, abrazándolo para salvar su vida. Estaba vivo. Estaba vivo.

—"¡Tú también no... por favor... papá por favor!"—Sollozó, con la cabeza escondida contra el pecho del hombre, y Tony le devolvió el abrazo, pasándole la mano por la espalda con cautela.

—"Está bien... está bien, Pete. No pasa nada. Estoy aquí. Tranquilo"—Susurró.

—"Estabas muerto... él te mató"—Peter sollozó, incapaz de parar.

—"No estoy muerto, amigo. Estoy justo aquí. Nadie me ha matado. Estoy aquí"—Se estremeció y Tony le frotó la espalda con círculos.

—"¿Estás herido?"—Peter negó con la cabeza—"Está bien. Ven aquí... vamos a levantarte del suelo".