THE GUARDIAN~Continuación (Irondad/Spiderson)

Capítulo 57: "Home Again"

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— "¿Tony?"

El hombre suspiró mientras se metía el teléfono en el bolsillo, pellizcándose el puente de la nariz y tratando de no desesperarse.

Intentando no mandar todo a la mierda y subirse al primer avión.

Sí, estas reuniones eran importantes. Y sí, trabajaba para Industrias Stark... se esperaba que a veces se presentara a las cosas.

Pero Peter prácticamente acababa de perder a su tía hacía unos meses, todavía estaba de duelo, había pasado el cumpleaños de May solo, ahora estaba herido y... a veces parecía que el chico encontraba problemas.

Que prácticamente los buscaba.

Sabía que eso no era justo.

Sabía que Peter hacía todo lo que podía para mantenerse fuera de peligro... que al menos la mitad de las veces, no era culpa del chico.

Todavía estaba jodidamente estresado.

— "Hey..." —Pepper le puso las manos en los hombros, apretando suavemente y moviéndose para colocarse frente a él.— "¿Qué sucede?"

— "Oh, nada. Acaban de apuñalar ligeramente a nuestro hijo".

Tony se arrepintió de las palabras tan pronto como salieron de su boca.

Ella se puso pálida, la mandíbula cayendo, una mano agarrando su brazo como para sostenerse, y él negó con la cabeza.

— "Él está bien. Peter está bien. Bruce lo tiene. No fue tan grave, él no mentiría sobre eso".

Bruce no mentiría, no se atrevería.

— "¿¡Qué significa eso!?" —Ella gritó, alcanzando su teléfono como si estuviera a punto de llamarlo.

— "Peter está bien. Estará bien. Estaba patrullando y se hirió, pero se pondrá bien"

Necesitaba recalcar esa parte... recalcar la parte en la que el chico, al que ambos habían empezado a considerar su hijo, estaría bien.

Se recuperaría.

Pepper lo miró.— "Las palabras que dijiste fueron 'ligeramente apuñalado'."

— "Sus palabras, no las mías. Bueno... las palabras del capitán Holt, pero aun así" —Ella levantó una ceja.— "Brooklyn Nine-Nine. Está obsesionado con esa serie".

Para ser justos, él también lo estaba, pero no creía que fuera el mejor momento para hablar de ello.

A partir de entonces, las reuniones transcurrieron tan lentamente que empezó a mirar por la ventana, preguntándose si sobreviviría al salto.

Estaban en el tercer piso, así que podría romperse una pierna, pero había empezado a fantasear con la idea de levantarse y salir corriendo.

Estaba seguro de que no le pasaría nada.

Quería volver a casa, volver a un país donde hablara el idioma y al lugar donde estaba su hijo.

Habría sido diferente si Peter hubiera estado con él.

Al niño le habría gustado Hong Kong, podría haber encontrado cosas que hacer en la ciudad y habrían sido unas vacaciones para él.

Cada vez más, Tony pensaba que debería haber obligado al chico a ir, pero Pepper le había recordado más de una vez que debían dejar que Peter tomara sus propias decisiones.