THE GUARDIAN~Continuación (Irondad/Spiderson)

Capítulo 47:"Invasion"

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Peter estaba en el colegio cuando se enteró de la noticia.

Era un martes por la mañana, una semana antes de su cumpleaños, y ya se había bebido una coca-cola de las máquinas expendedoras en un esfuerzo fallido por mantenerse lo bastante despierto para asistir a su clase de francés.

No es que no le gustara el idioma, pero aun así... Puede que Tony y él se quedaran despiertos hasta muy tarde la noche anterior en el laboratorio.

Habían estado trabajando en su traje, principalmente, y luego en su fluido de telarañas. Tony estaba jugando con la fórmula, tratando de ayudar a Bruce, los tres trabajando para hacerlo más duradero.

Y tal vez hacer algunas cosas más interesantes con él. Era casi la una de la madrugada cuando Tony miró el reloj de pared y abrió mucho los ojos.

-"Diablos, chico, tienes que ir a la escuela. Deberías irte a la cama".

Había bostezado, dejando sus cosas en el suelo y accediendo con facilidad. Estaba agotado, así que después de desearle al hombre un somnoliento "buenas noches" y arrastrarse hasta la cama, estaba listo para un par de horas de sueño reparador.

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Pero entonces tuvo una pesadilla.

No muy mala.

Bueno... no una en la que se hubiera despertado gritando.

Más bien... jadeando, con el corazón palpitante.

Con los ojos húmedos, había mirado al techo, sintiendo como si estuviera respirando a través de una pajita, y luego había saltado de la cama, deslizándose hacia el balcón, tomando trago tras trago desesperado del aire ligeramente frío de la primavera.

Había sido May otra vez, por supuesto.

Su tía en un coche, buscándole. Esta vez había estado en la acera, mirando. Luego había estado arrodillado a su lado, con las manos sobre una herida sangrante en el estómago, igual que con Ben.

Había olido la sangre...

había oído las sirenas y los coches y había sentido cómo las lágrimas le resbalaban por las mejillas. Todo había sido un borrón desde entonces... sollozando y rogándole que se aferrara y sintiendo su mano sobre la de él.

Pero entonces... entonces ella le había mirado con tanto dolor en los ojos.

"¿Cómo pudiste olvidarme?"

Entonces se había despertado. Y por supuesto, él sabía que no la estaba olvidando.

Nunca podría olvidarla.

Eso era sólo su subconsciente... sólo su miedo.

Miedo de olvidar a su familia.

Miedo a que se avergonzaran de él desde donde estuvieran.

Que les estaba haciendo daño, de alguna manera.

Ya era bastante malo que apenas pudiera recordar a sus padres.