THE GUARDIAN~Continuación (Irondad/Spiderson)

Capítulo 42:"Breaking"

.

.

.

.

.

.

Durante mucho tiempo, todo dolió. No mucho. Sólo... dolía.

Era un dolor intenso, hasta los huesos. Y Peter a veces no podía evitar los ruidos... los gemidos, quejidos de dolor y los gritos exhaustos y frustrados. A veces alguien le tocaba... otras veces se sentía solo.

Asustado.

De vez en cuando, algo frío se posaba en su frente. Eso le gustaba mucho. También le gustaba cuando Tony le hablaba.

Le llamaba Arañita. Era su apodo favorito. Pero tenía la idea de que tal vez no todos debían saber que Tony lo llamaba así. No estaba seguro de por qué.

Tony estaba preocupado. Odiaba que lo estuviera. Pero no podía hacer nada al respecto. No podía obligarse a hablar o tratar de tranquilizar a su padre.

Todo lo que podía hacer era dormir y despertarse, a veces comer, otras veces beber un trago de agua que se llevaba a los labios. Pero siempre estaba cansado. Débil como no lo había estado desde antes de la mordedura. Y todo le dolía.

Mierda, como dolía.

Peter soñaba a veces. Soñaba con columpiarse por la ciudad, con sentarse en el sofá junto a May. Soñaba con Iron Man. Y con el Capitán América. Soñaba con Tony... Tony sentado con él en el laboratorio y rodeándolo con sus brazos.

Diciéndole que lo amaba.

En sus sueños, escuchaba voces. Escuchaba a Steve Rogers y Rhodey. Loki, a veces. Una vez, estaba seguro de haber oído al Rey T'Challa preguntándole si estaba bien, lo cual era extraño.

¿No estaba el Rey T'Challa en Wakanda?

Intentó preguntar pero no pudo hacer funcionar su boca. Así que intentó seguir durmiendo.

El pecho y el costado le ardían al respirar, los dolores le subían y bajaban por los brazos y las piernas, así que intentó dormir. Sólo quería dormir. Una... o tal vez más, Tony se sentó a su lado, dándole de comer caldo con cuchara que, por suerte, esta vez no vomitó.

Estaba bastante seguro de que no eran sueños. Estaba algo despierto... pero luego volvió a cerrar los ojos, relajándose en la almohada.

—"Bien... mantén la intravenosa e intenta que beba un poco de agua".

Alguien más dijo. No era su papá. Agua...estaba sediento. Pero no pudo abrir los ojos para pedir nada.

Entonces se sintió diferente.

Más frío.

Había pasado un calor insoportable, pero ahora tenía frío. Temblando, dejó que se le abrieran los ojos, jadeando suavemente en busca de aire, y se sorprendió al encontrar a alguien sentado a la cabecera de su cama, con una mano en su frente.

—"¿Loki?"—balbuceó Peter, mirando al asgardiano que estaba sentado a su lado—"¿Qué... qué está pasando?".

—"Te ha bajado la fiebre"—le dijo Loki, con voz suave.—"Tu padre está de camino".