Mi padre siempre me dijo que era un niño muy especial... porque mi presentación como Alfa u Omega se daría solamente cuando estuviera frente a mi pareja Destinada, porque así había sido con él y mi padre...
Jamás pensé que se daría de esta forma y...
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Yoongi lo tomó con rapidez por la cintura para elevarlo en el aire y Jimin no perdió tiempo enredandose en las caderas del pelinegro mientras no paraban de devorarse la boca con hambre insaciable.
Los labios calientes de Yoongi bajaron por toda la barbilla y demorandose en su cuello dejando mordidas esporádicas por toda esa zona que al omega le hacía jadear cerrando sus ojos. Hacía su cabeza hacia atrás totalmente sumiso listo para que su Alfa tomara el control de él. Su lobo gruñia ansioso, deseoso y desesperado porque el Alfa lo dominara.
—Mmm omega me tienes mal, muy mal. —Habló el Alfa sobre su cuello, hundido ahí empapandose del aroma dulce de Jimin.
Eso lo embriagaba mejor que cualquier licor, amaba sentirse atraído por ese aroma que lo volvía un desequilibrado, un desquiciado totalmente por su omega.
El cuerpo de Jimin fue llevado fácilmente hasta la cama donde fue depositado con suavidad y calma. Desde arriba en su posición Yoongi se dedicó a admirar a su amado.
Sonrió de lado, era suyo completa y totalmente suyo, benditamente suyo.
—Yoongi.
Jimin Estaba ansioso porque la mirada dilatada de su Alfa lo recorría sin pudor alguno y su lobo aullaba incesante llamándolo queriéndolo para él, entonces Yoongi volvió a acercarse y unir sus labios, sus dos brazos se posaron a cada lado de Jimin sobre la cama sosteniendo su propio peso y los chasquidos de sus bocas hacían eco en la habitación.
El menor subió sus manos hasta el cabello largo de Yoongi donde enredó sus dedos y jaló suavemente y después bajaron por todo el cuello el pecho y torso del Alfa acariciando toda el área hasta llegar a la orilla de la camisa donde delineó despacio y luego la subió para ayudarle a quitarla.
Cuando lo hubo logrado continuó con las caricias sobre la piel pálida del pelinegro.
—¿No te parece que estás en desventaja? —Yoongi Alzó una ceja haciendo reír a su Omega.
Sus mejillas se tiñeron de rojo cuando las manos del mayor subieron su camisa, Jimin había perdido la timidez al estar con su Alfa pero aún así le hacía sentirse vulnerable ante él y su toque suave por su piel.
—Eres hermoso Jiminie. —Susurró Yoongi acercándose nuevamente besando sus labios y mordiendo un poco duro haciéndole jadear.
Se separó de él, los labios de Jimin estaban hinchados y rojos ya por los besos y las mordidas que Yoongi le dejaba.
Entonces su cuerpo se tensó y tembló de pies a cabeza arrancado una sonrisa de Yoongi cuando la lengua mojada de él le bailó sobre su cuello, mordió el hueso de su clavícula deteniéndose en el lunar que el omega tenía ahí el cual era una tentación y bajó por su pecho desnudo para él.
—¿Qué pasa? ¿Te hago sentir cosas?
Jimin apretó sus labios contra sus dientes a la vez que asentía porque Yoongi ahora besaba uno de sus pezones y soltó un grito ahogado cuando involucro sus dientes, mordiendo el botoncito y jugando con él.
