Mi padre siempre me dijo que era un niño muy especial... porque mi presentación como Alfa u Omega se daría solamente cuando estuviera frente a mi pareja Destinada, porque así había sido con él y mi padre...
Jamás pensé que se daría de esta forma y...
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—¿Seguro que estarás bien sólo por un momento con los cachorros? —Cuestionó el pelinegro al omega recostado en el sofá mientras comía papitas.
Después de haber hecho el amor con Jimin el pelinegro se había metido a la ducha, fue rápida. Solamente se frotó con el jabón y esparció el shampoo. Cuando salió su cabello olía a almendras lo cual hizo a Jimin arrugar la nariz.
Adoraba el aroma natural perfumando el cabello de su Alfa.
Jimin le sonrió dulcemente mientras asentía y Yoongi se dejó caer a su lado robándole un beso salado sabor a queso.
—No tengo ánimos de ir. —Bufó chasqueando la lengua.
—Sólo ve y cumple con tu presencia un par de horas y vuelves a casa Yoonie.
Yoongi asintió volviendo a besar a Jimin en los labios y finalmente se separó de él.
—Cualquier cosa llama a Tae para que venga a hacerte compañía.
—Sería buena idea, lo llamaré ahora ve y ten cuidado no bebas mucho. —Jimin sonrió.
Se levantó también de su cómodo lugar y se acercó al mayor para dejarle un último beso y acomodar el cuello de su chaqueta.
—¿Seguro no quieres acompañarme cariño? —Era como la quinta vez que se lo preguntaba y siempre recibia la misma respuesta.
—No, prefiero quedarme con los bebés.
Yoongi asintió y tomó las llaves de su auto para dirigirse al lugar de la reunión. Era un club, no muy lejos así que esperaba volver a casa pronto y sobrio.
—Te amo. —Le dijo desde la puerta a lo que Jimin le sonrió divertido y con sus mejillas rojas.
A Jimin aun le costaba decirle que lo amaba aunque sabia que Yoongi lo sabía, Jimin lo amaba mucho pero le costaba expresarselo. Un día perdería la timidez.
Cuando Yoongi salió el frío de la noche le golpeó duro en el rostro y se detuvo un momento dudando si volver a la calidez de su apartamento pero es que Mihawk fue el mejor director de cámaras que habían tenido y debía por lo menos agradecerle todos los años que ttabajo con él y para él.
Subió a su auto y manejo despacio, sin nada de prisa. Al cabo de diez minutos si mucho llegó al club, el ruido no estaba tan alto y parecía el ambiente bastante tranquilo. Entro abriéndose paso por el lugar hasta divisar a su grupo de compañeros de trabajo, que aunque el dueño del programa era él y era prácticamente su jefe les veía como compañeros de su mismo nivel.
—Hey. —Habló llamando la atención de los presentes quienes sonrieron en grande al verlo ahí.
—¡Hyung! —Un muchacho bastante joven y sonriente mas bajo que él y cabello negro se levantó a saludarlo. Tenía una sonrisa muy bonita.
