Vida nueva, igual a tranquilidad.

Empezando a mejorar.

El sol salía a la lejanía, sus primeros rayos de luz iluminaban las casas y los edificios de Axel, muchos apenas iniciaban su día, pero desde antes de que el sol saliera, alguien estaba alguien practicando.

Un joven de cabellera verde, que sostenía sus espadas y daba golpes al aire, solo estaba con sus pantalones, el sudor recorría su cuerpo mientras la luz del amanecer lo iluminaba.

Aunque el tuviera una resistencia monumental y monstruosa, siempre hay que mejorar, además aunque se esté tomando más relajado su nueva vida, no significa que siempre estará durmiendo o de flojo.

- Y con eso serían mil repeticiones, aunque se pelear con armas, era un poco más fácil con el OFA, pero bueno supongo que tomaré un baño e iré a desayunar._ exclamó Izuku para si mismo.

Secándose un poco el sudor, se puso su camiseta y se fue de ahí, el miraba a las personas, sin rasgos distintivos, sin calles llenas de mercancía de héroes, solo una ciudad que vivía el día a día, eso lo relajaba.

Después de tomar una ducha para quitarse el sudor, se puso su ropa y enfundó sus espadas, se encamino al gremio, al entrar vio que no había muchas personas, así que solo alzó los hombros.

- Bienvenido que desea ordenar._ fue la típica bienvenida de una de las camareras.

- Hola, aún no pediré nada._ respondió el pecoso.

- Entendido, cuando quiera ordenar, no dude en llamar._ exclamó la chica sonriendo.

El chico solo le devolvió la pequeña sonrisa y se alejo, el peli verde fue al tablero de misiones, primero escogería una misión y después comería, así al terminar salir de ahí.

Mirando la variedad de misiones y pedidos, buscaba algo rentable, no tenía planeado pelear contra un grifo ahora mismo, no tenía habilidades o demaciado experiencia, así que poco a poco.

- Exterminar salamandras de lava, es una misión de rango medio, según la información, estás bestias no están en lugares poblados o con mucha humedad, les gusta los lagos de lava o lugares calientes, pero en un pueblo cerca de aquí han aparecido, pero nadie acepta, bueno ya tengo algo que hacer._ después de analizar e informarse, tomo la misión.

El ordenó por fin y después del desayuno , salió al pueblo, para más rápido, alquilo un caballo al dueño de la posada, curioso que él también alquila caballos o carretas, pero no le dió tanta importancia, así montando su caballo, salió rumbo a su misión.

Pero lo que no noto, fu la mirada de alguien, alguien que cruzará caminos con el, pero aún es temprano para aparecer.

Volviendo con el pecoso, este mientras cabalgaba, se sentía genial, el aunque fuera a increíbles velocidades y surcaba los cielos, no disfruto mucho de eso, todo fue peleas, entrenamiento, patrullas, en general, así que sentir el viento acariciar tu rostro mientras cabalgada, es una sensación interesante.

- Ayuda, por favor ayuda!._ fue el repentino grito de un hombre.

Sin perder tiempo, ubico la voz, un hombre de mediana edad, que cubría a dos pequeños niños, ahí las vio, reptiles de rojo intenso, de un gran tamaño, de sus bocas goteaba líquido candente.

Izuku al estar algo más cerca, salto del caballo, tomo una de sus espadas y con un corte limpio descabezo a una de las iguanas súper desarrolladas, hasta el se sorprendió por eso, pero no era tiempo para eso.

- Alejarse yo me encargo._ fue lo dicho por Izuku mirando a las bestias.

- Gracias, muchas gracias!!._ exclamó agradecido el hombre.

Sin dudar, salieron los tres de ahí, una de las salamandras quería seguirlos, pero un corte se lo impidió.

- Vamos iguanas, bailemos._ sonrió por eso el pecoso.