Las mañanas de Izuku siempre han ido cambiado a lo largo de su estadía en este mundo, de levantarse y empezar a entrenar con sus espadas, también el aprender a mejorar su control con la magia, mejorar su resistencia y sus habilidades, pero ahora era diferente, desde que llego a esta ciudad donde habitan y conviven las diferentes razas de este mundo en paz.
Pero ahora estaba en una situación bastante curiosa, la bruja que ahora era su maestra temporal, estaba atacándolo con múltiples espadas de luz, era curioso por el echo de que el pecoso estaba vendado, esto lo habia echo dos días antes, hoy era el tercer día de entrenamiento.
Esos días se la paso explotando sus reservas hasta que su cuerpo no aguantara mas, claro que Violetta no lo dejaba descansar mucho, un beso juguetón o una mordida tentadora, eran suficientes para que recuperara las energías y volviera a entrenar con todo, no falta decir que esas mordidas no las curaba ella, le pregunto por que, solo respondió que eran marcas de cariño y se fue riendo.
Eso lo hizo suspirar audiblemente, también saco unas risas de Wiz, pero siguió entrenando, las reservas eran algo vital en los magos, si tenían pocas, no podían crear ataques poderosos o ejecutar habilidades con un coste de mana considerable, pero ese era un error en los aventureros de este mundo, si te enfocas en una sola cosa, pueden explotar tus debilidades.
En el caso del pecoso, tenia dos clases, era complicado llevar el ritmo de ambas, pero a palabras de Violetta, era mejor así, ella misma no solo tiene una cantidad absurda de habilidades, también una cantidad increíble de trabajos, por algo es tan poderosa.
Incluso ahora que tiene unas reservas bastante buenas, no le llega a los talones a Violetta, si el crea un tornado, ella puede crear un jodido huracán sin esfuerzo, ella era increíble, también cuando se le fue entregada su armadura, el permitió que ella le hiciera unas cuantas mejoras y cambios estéticos, lo que le gusto a Izuku, el mejor agarre y mas comodidad fue un punto, lo curioso fue el nuevo tono, aun era oscura, pero tenia unos detalles en purpura oscuro, no le desagradaba, le gustaba bastante.
Así por fin estaban en la noche del quinto día, el final de su entrenamiento, ahora mismo Izuku estaba enfrente de Violetta que lo miraba con una sonrisa.
- Has tenido un increíble progreso estos días Izuku, aunque sigues siendo un principiante a mis ojos, eres superior a muchos, es hora de celebrar._ hablo la bruja.
- Todo fue gracias a usted maestra, espero volver a entrenar de nuevo contigo._ respondió el pecoso sonriendo.
- Veras que será mas pronto de lo que crees, pero dejemos eso de lado, es hora de comer, Wiz vamos tu también vas a tomar hasta no poder mas y no acepto un no por respuesta, va para ti también lechuga._ exclamo bastante animada la bruja.
Eso hizo suspirar con gracia al par, después de convivir casi una semana entera, Izuku descubrió la actitud de ella, era seria en ocasiones, bastante juguetona, pero no tenias que confiarte, te puede destrozar de mil maneras diferentes, Izuku lo sabe bien.
Así concluyo su entrenamiento, aumentando su poder, aumentando sus reservas, además de mejorar su manejo en la magia, también compro una barra de un material conductor de mana, era para entrenar su manipulación y la transformación de objetos, así seria mas fácil.
Era casi medio día en Axel, todo estaba tranquilo y no habia nada resaltante, las personas caminaban de un lado a otro, su día a día era bastante igual, pero en las puertas se miraba entrar a un grupo de tres, dos mujeres y un hombre, muchos ya sabían que eran aventureros, pero se veían demasiado bien equipados, para ser novatos.
- Bueno es tiempo de un hasta pronto._ exclamo Violetta.
- Así parece, pero como dices, solo es un hasta pronto, no hasta nunca._ respondió el pecoso.
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Vida nueva, igual a tranquilidad.
Fanfic- Después de morir a una temprana edad, por un destino cruel e injusto. - Aunque tu no estás molesto por morir, hiciste tu trabajo y salvaste a todos. - Pero cómo en toda tormenta, siempre viene la calma después. - Una vida nueva, en un mundo difere...