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Aquellas dichosas vacaciones las cuales Tom nos había prometido habían llegado, eran más...costosas de lo que yo o cualquiera se pudiera imaginar y con eso me refiero, jet privado para toda mi familia, una casa en la playa la cual era de un cantante mexicano famoso, personal de servicio las veinticuatro horas entre otras cosas.
Era extraño, bueno para mi era extraño, el simple hecho de que todo sea costoso y lujoso me daba una mala espina, ¿Por que Tom gastaría tanto en las vacaciones?
Íbamos bajando las maletas...Bueno los del servicio las bajaron mientras mis hijos corrían hacia la alberca con la enorme vista a la playa que ofrece el patio.
—¿No te gusta?—preguntó Tom colgando su brazo en mi hombro.
—Es lindo.—murmure.
—Te noto distante, ¿Pasa algo?
—¿Es necesario todo esto?—pregunté mirándolo—Es demasiado y...
—Les estoy dando un buen viaje a nuestros hijos, a ti y a tu familia, ¿Y esa es tu respuesta?—frunció el ceño.
—No me reclames como si te lo hubiera pedido.
—No es que me lo hayas pedido pero un gracias no estaría de más.—levantó una ceja.
—Solo digo, ¿Era necesario tanto?—bufo y se separó de mí.
—Denada.—rodó los ojos y salió con los niños a platicar.
Me quedé en silencio mirándolo, esa actitud no me gustaba y curiosamente ya tenía tiempo con ella, nada de lo que yo decía le parecía, lo veía como ofensa o lo notaba aburrido con mis respuestas.
No eran grandes peleas, la verdad es que no pasábamos mas de medio día "molestos" pero de tanto y tanto a veces de verdad pensaba que algo estaba haciendo mal.
—¡Abuela!—Cameron fue el primero en notar que ya había llegado, corrió hacia ella y todos mis hijos tras de él al punto de casi tumbarla.
—No puedo creer lo grandes que están Dios mío, ¿Qué les da mamá en casa?,¿Comen bien?
—Mamá.—fruncí el ceño y río.
—Es que los dejo de ver mucho tiempo, mira nada mas mis niños universitarios.—apretó la mejilla de Andrew—Están muy flacos míralos.—levantó el brazo de Andrew.
—Mamá, así es su complexión, comen bien, ninguno se mata de hambre.
—¡Te tengo que enseñar todo lo que hago en mis clases de natación, ya estoy en el equipo de la escuela!
—¿Ah sí?.—Cameron asintió frenéticamente.
—Io también.—hablo a medias Scarlett.
—Tengo que ver eso entonces.
—Vayan a cambiarse niños, no olviden el bloqueador.
—Si mamá—contestaron al unísono y corrieron hacia las habitaciones.