Segunda Oportunidad

5-Soy Tóxico. ¿Y Qué?

"Te voy a sacar de mi cabeza, espero que sigas ahí, que no se te haya ocurrido atacar mi corazón, se le haría imposible vivir sin ti, a él y a cada órgano de mi cuerpo, y es que te veo en todas las canciones que escucho"

Escribí en un papel tratando de rejarme y dejar un poco más claro mi estado de ánimo actual. Pero el efecto fue el contrario, me había encantado lo que quedó plasmado en la hoja, pero no lo entendía, era el puto escritor y no sabía que había escrito.

Pasé la página de mi cuaderno de arte, y es que, literal, ahí quedaba toda mi creatividad, tanto la pintura como la escritura, guardada entre hojas y protectores de cuero, lejos de cualquiera que podría dañarlas

Nunca se las había enseñado a nadie, ni a Ashley, me daba mucho miedo verme tan vulnerable

Aún con el lápiz en mano traté de dibujar algo, pero me era imposible concretarme ahora, todo lo que me venía a la mente eran imágenes que pasaban de forma fugaz, sin darme la oportunidad de comprenderlas. Lo único que me recordaban era a él, mi futuro cuñado, aunque haría cualquier cosa para impedir que lo fuera

Lancé la libreta a la cama y recogí apresurado las que debería llevarme.

Me gustaba planearlo todo, y luego de regresar quería pasarme la tarde viendo películas, en mi lugar seguro

Abrí las cortinas para que un poco de luz entrará a la habitación iluminando las paredes de color turquesa. Y luego de eso, me colgué al hombro la mochila, pues, la tutora del salón me había encomendado la tarea de...

Uy, eso sonó muy de película o libro antiguo

En fin, me había encomendado la tarea de dejarle los deberes al enano, ella sabía que no iba a decir que no.

Así que sin el menor deseo salí de la casa

En parte estaba feliz, no le había visto en todo el día y había sido relajante, pero ir a su casa ahora me resultaba bastante asfixiante

Dejé la mochila en el asiento del copiloto, y como si colocar las manos en el volante me liberara de toda carga, lo hice, y sin esperar mucho tiempo arranqué

Nuevamente tengo que recalcar lo bien que se siente esa mezcla del sol golpeando tu rostro mientras la brisa también te ataca, es casi... orgásmico

Además del disfrute de ver aquellos paisajes, puede que de camino a casa del enano todo fueses vecindarios cargados de equipos modernos y poca naturaleza, pero era justo ahí, justo ahí estaba la labor de cualquier artista, de encontrar lo bello en lo común, y lo exótico en lo que a otros le parecería aburrido

Juro que si me daban un pincel podría pasarme toda la tarde pintando con aquel clima y aquellas visitas.

Tenía buena memoria, así que recordaba donde quedaba exactamente su casa. Con tan solo pasar unos pocos minutos ya había llegado

Bufé al contemplar frente a mí las paredes exteriores de color blanco. Crucé la pequeña valla que rodeaba el jardín de un salto luego de dejar el auto estacionado.

«Solo será un momento»

Avancé lentamente por el camino de lozas que daba hasta la entrada principal. Cada vez estaba más cerca, cada vez aumentaba más el nudo en mi garganta, hasta que... se encontraba a milímetros de mí, y luego de tomarme mi tiempo, mi puño cerrado chocó contra la madera de color claro, provocando un fuerte sonido

—¡Un momento! —gritó alguien desde el segundo piso

No sabía que era peor, si él o su mamá, me daba mucha vergüenza por igual