Frialdad

112 12 43
                                    

Capitulo 17

Vivian Jones


Quiero pensar que en algún momento ellos dejarán su orgullo a un lado y que por fin podremos hablar. Ellos me escucharán.
Pero los días pasan y no hay ningún cambio. Siguen con la ley del hielo. He tratado de hablar con ellos y no obtengo ninguna respuesta. Ni. Una. Sola.
Me siento invisible ante ellos. Hace mucho que no puedo verlos a los ojos por qué no se atreven a mirarme.
Hoy trate de hablar con mi madre. La encontré leyendo una revista.

—¿Podemos hablar?

No hubo ninguna respuesta. Seguia leyendo sin tener expresión alguna.

—Lo siento...yo no quería que pasara esto...

Pasaron segundos y no había ninguna señal de que esté escuchándome en realidad. Mire a Carola que me dedicaba una mirada de compasión.

—Tampoco quería sacar el tema de Isabella, yo... perdón

—Carola, dame un cigarrillo. Estoy comenzando a agobiarme—fue su respuesta.

Deje salir un suspiro y salí de la habitación sin más. Insistirle a mi padre, sería pasar lo mismo o peor.

Ya no aguantaba más su frialdad. Es insoportable.
Salí de casa, camino a Family video a por una película para ver en casa de Eddie con los chicos.
Fue idea mía, claro, de pasar tiempo de amigos que no fuera en el instituto.
Al principio, Eddie se negó pero conmigo es muy fácil de convencer.
Una campanita sonó a la hora de entrar al local.

—¿Steve?

Bueno, esperar a Steve no era buena idea por que tal vez hoy sea su día de descanso.
Pero aún así, no había nadie y se supone que siempre hay alguien dándote la bienvenida y cosas así.
Fui más al fondo de los pasillos, buscando alguna persona. Necesitaba ayuda para estás cosas.
Pase de largo hasta atravesar una cortina. Debe de haber alguien aquí o...

Veo a la rubia que nos rescata cada vez que Abby está de mal humor.
Ella está de espaldas y parece que está muy ocupada –succionando la boca de otra persona a la que no logro ver–.
Madre mía, estoy segura que es ilegal besarse de esa manera.
De pronto, siento un apretón en mi muñeca, que me arrastra lejos de ahí.

—¿Que haces?—me pregunta Steve, con su ceño fruncido.

—Necesitaba ayuda y no había nadie—respondí con obviedad.

—Sea lo que hayas visto, no se lo digas a nadie—me advierte—, ¿De acuerdo?

—¿Por quien me tomas, Steve?—me crucé de brazos—Necesitaba ayuda para elegir una película.

—¿Que generó?

—No lo sé, ¿Que le podría gustar a Eddie?

Silencio. Su expresión comenzó a tensarse. Por primera vez, el me miraba muy serio... como si hubiera hecho algo mal.

—No me gusta la idea de que te estas encariñando con el—soltó de repente.

—¿Y por que no puedo?—ladeé mi cabeza—¿A caso es por su apariencia?

Steve alzó los brazos en forma de rendición.

—Para nada, es por que en algún momento le tendrás que decir adiós, ¿Recuerdas que nuestros padres quieren casarnos?

Sus palabras me llegaron como una patada en el estómago. Lo había olvidado completamente. Mire a otro lado que no fueran sus ojos.

—No le has dicho, ¿cierto?

Una perfecta mentira #1 COMPLETA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora