Descubriendo a la rojita P.2

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Capitulo 31

Eddie Munson

Ella no sabia que la observo desde su ventana. Llevo colgado desde hace unos diez minutos y he visto de todo.

Es tan torpe que se pego el pie como tres veces con las patas de la cama o con el mueble. No se si quiero avisarle o entrar así sin más.

Veo que tiene una hoja de papel que ha leído varias veces y lo hace mientras suspira. Tengo tanta curiosidad se saber que es. ¿Por qué le pone tan tensa ese maldito objeto?

Al final, ella arruga esa hoja y lo tira en la basura. Doy unos golpesitos en la ventana con mi dedo. Ella se asusta pero al final, sonríe al verme.

—¿Hace cuanto tiempo llevas ahí?—me pregunta, apenas abre la ventana.

—Acabo de hacerlo.

Cuando estuve adentro, no podía parar de fijarme en ese lindo atuendo que tenía puesto.

—Hoy tenemos cena con los Harrington. —informa ella, como si me hubiese leído la mente.

—¿Tenemos tiempo para...?—la tomo de la cintura para acercarla a mi.

—Temo que no, amorcito—ríe—. Pero puedes esperarme aquí en lo que acabo mi asunto.

Asentí. Decido darle un beso antes de que se vaya, el cual fue interrumpido por una de las empleadas.

—Los Harrington han llegado, señorita Vivian—informa.

—Me tengo que ir, nos vemos en un momento.

Ella se retira y me quedo solo en la gigante habitación. Miro a todos lados y comienzo a husmear en todo. Veo las fotos ilustradas de mi. Una de ellas tiene un corazón por mis ojos.

No me di cuenta que sonreí de solo verlo.

Tome de nuevo su cámara. No tenia nada que hacer y solo me tome fotos haciendo caras graciosas.
Hice otras cosas después de eso. Como saltar en su cama hasta llegar al techo y haberme golpeado la cabeza.

Ya había tardado un poco pero se que ya no lo hará mucho y volverá.

Mi vista está enfocada en el bote de basura, mirando aquella bola de papel.

La curiosidad me está matando.

Vivian Jones

Franck soltó un comentario sin sentido que hizo reír a todos los adultos presentes. Steve me mira con una mueca de confusión convinada con asco. Yo solo sonreí, conteniendo mi risa.

Los temas cambian drasticalmente. Primero hablaban de mi graduación, después de las supuestas carreras que tomaríamos Steve y yo después de casarnos y luego sobre la boda. Ningún tema era interesante para mí. La boda sería dos días después de la graduación.

Es decir, que sólo faltaban cuatro días para eso.

Por fin la cena terminó y aproveche para poder irme a mi habitación con Eddie.

Una perfecta mentira #1 COMPLETA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora