hogar.

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tenías la calma en tus ojos, tal vez fue eso lo que me llevó a la perdición, porque mirarte y sentir como tu pecho subía y bajaba, era mi calma.

eras mi hogar, la persona con la que me sentía segura, eras como mi lugar favorito.

adoraba tumbarme y que me rodearas con tus brazos, hacías que el resto del mundo dejara de existir y sólo existieramos nosotros dos.

creo que es hora de admitir que te eché de menos el día de mi cumpleaños y que cuando llegó el tuyo tuve ese impulso de felicitarte, incluso llegué a escribir el mensaje.

pero nunca lo mandé.

no me atreví hacerlo, me temblaban las manos, y mi pulso empezaba acelerar.

últimamente no sé qué me pasa, que me acuerdo mucho de ti, desde entonces he vuelto a escribir.
hacía un año, casi dos, que no conseguía escribir nada.

ahora parece que lo hago hasta sin quererlo.

he mantenido mi vida en pausa quizás esperando algo que no va a regresar, que no pasará, y yo como de costumbre, decidí aislar mis emociones.

te lo explico rápido, es como si pusieras una barrera y encierras tus emociones y sentimientos porque duele tanto que no quieres sentir y los encierras en alguna parte y tiras la llave.

ese puede ser un perfecto resumen del último año, tal vez por eso no conseguía escribir, porque para eso tendría que sentir cada palabra y hacer frente a mi mayor miedo:

todas esas emociones que no sé manejar.

no quise hacerlo siendo sincera conmigo misma, no fui capaz de hacerme cargo y guardé hasta que todo rompió.
y créeme que se escuchó cómo rompía, tuve que abrazarme muy fuerte porque hasta mis costillas dolían.

porque lo que un día fue mi lugar seguro, dejó de serlo.
porque la persona que amaba ya no estaba a mi lado.
porque nunca supo lo que quería y por eso nunca me elegía.

nunca fui suficiente, hiciera lo que hiciera, nunca te quedarías.
eso me destrozó.

pero te perdoné en silencio, la mañana que me levanté y me miré al espejo sin reconocer a la persona que estaba mirando.

te perdoné por romperme, nos perdoné por no poder salvarnos y me perdoné a mí, por permitir que me rompieras el corazón.

porque no pienso que seas mala persona, simplemente acepté la idea de elegirme.

aunque eso me llevará a renunciar al amor de mi vida.

¿sabes? cuando suena "ojitos lindos" me acuerdo de los tuyos, y entonces encuentro el camino a casa.

agostoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora