¿Puedo Ver debajo de Tu Máscara? [Kakashi x Iruka (Primer Amor - Amor Infantil)]

Capítulo 19: Un Cuento de Hadas

Iruka farfulló, un poco molesto por ver cómo Kakashi leía ignorando por completo la televisión.

Aunque no podía molestarse con él, no iba nadie interesante que ver.

Un poco más atentó miró a su novio, y sonrió al ver esa expresión tan seria que ponía al leer. Admiró como sus cejas se alzaban ligeramente al leer un párrafo que era de su agrado, estuvo así hasta que este se percató, cerrando el libro con mirada de haber sido atrapado haciendo una travesura.

— Ah, perdón... —Murmuró, excusándose.

— Tranquilo, me estaba aburriendo—Dijo, apagando la televisión—, pero... dime, ¿porque lees tanto ese libro? Creo que a este punto ya te lo sabes de memoria.

— Si, lo sé—Se encogió de hombros—, pero es el más reciente de esta colección, y cuando salga la siguiente parte, quiero tener todo en la mente.

— ¿Qué tanto puede tener un libro como ese?

— Mucho—Confesó, con cierta emoción—, este no es un libro, bueno, común. Es una historia bastante interesante, y un poco enredada en entender, por eso me gustan estos libros.

Suspiró, tratando de no hablar mucho al respecto. Sabía que ser tan abierto a su fanatismo sobre ese tipo de libros, era una chancha mancha en sí, se iba prometido no hablar tanto al respecto con nadie en general.

— Cuando tengas la edad suficiente te prestaré mis ediciones, ¿bien?

— Suenas como un anciano—Comentó, con tono gracioso—. ¿Y qué te hace pensar que yo no lo he hecho? Puede que en un rato que limpiaba, entre tus cajones...

— ¡Ja! Ni en mil años. Los perros conocen las reglas, y tú también—Agregó, dándole un golpecito en el hombro—. Además, los tengo escondidos, nunca los encontrarás, aunque lo intentaras.

— ¿Debajo de las tablas del suelo? —Intento adivinar.

— No, nunca los encontrarás, y aunque no hicieras, te mataría antes de que miraras el prólogo. —Amenazó, con una falsa cara seria.

— Estás loco—Sentenció, negando con la cabeza—, y ese autor cochino también.

— Los escritores más brillantes, son los más chiflados. —Reflexionó, sonriendo.

— ¿En qué sentido?

— En el sentido en el que quieras verlo—Explicó, moviendo las manos—. El Icha Icha pudo ser, un libro más del montón, y, sin embargo, su autor decidido hacer más que solo un libro, hmm...

— ¿Erótico? —Complemento, divertido por los nervios obvios del otro— Di la palabra, no muerde.

— Si, bueno...—Detestaba que su novio conociera esa palabra— Eso, el autor decidió combinar este tema, con el romance y el heroísmo fantástico.

Sigó explicando con entusiasmo, por qué el Icha Icha era un libro excelente, intento hacerlo tratando de no hablar mucho del trasfondo de algunos eventos importantes, o personajes. Y lo resumió en lo que ya lo iba dicho: Una historia de heroísmo con el desarrollo de una pareja.

Omitiendo claro, los encuentros pasionales de estos, que bueno, también eran una buena razón para leerlo.

— Suena interesante—Chasqueó la lengua—, ahora lo quiero leer. Gracias, eh.

— Lástima, bajo mi guardia, no lo harás hasta que sea debido.

— ¿Y si mejor me lees algo? —Sugirió, acercándose un poco— Solo un párrafo, algo bonito.

Ni siquiera intentó pelear para no hacerlo. No podía decir que no ante esos lindos y brillantes ojos canela.

— Hmm, bien—Abrió de nuevo el libro, rebuscando algún párrafo—. Creo que, por aquí, eh... Aquí.