Stephen Amell

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Releí mínimo unas 20 veces aquella historia, me negaba a darles esa terrible noticia, los fans de Emma están esperanzados con que ella saldrá de esto, pero cada vez que entro a su habitación algo dentro de mí me dice que no, que ella esta dejando de luchar. Que está cansada, que esta situación le esta ganando por mucho.  

Al presionar el compartir ya no hay vuelta atrás, mi explicación de que Emma se encuentra en coma a sido enviada, además de compartir una fotografía que Cass me tomo desde afuera del cuarto en el que se encuentra. 

Si tan solo entendieran lo que es entrar a aquella habitación fría y verla con tubos y cables; tiene uno en la garganta para que le ayude a respirar, otro está en su nariz y me explicaron que es para mantener el estómago vacío. Tiene uno más en su brazo que le ayuda a hidratarse. Tiene uno para controlar su pulso y varios cables en su pecho para registrar el latido de su corazón.
<< Un triste corazón >>

Ver a los padres de mi castaña favorita me ha roto el corazón, ninguno a logrado conciliar el sueño en su totalidad pues el estar al pendiente de su hija es mas importante que su propia salud.
Hoy se lo que se siente ser padre, saber que puedes dar lo que sea por tus hijos sin importar tú. 

Aún me duele recordar las palabras del médico que está acargo de Emma.

Él dijo:
—Tiene un neumotórax, el brazo izquierdo reventado, una hemorragia que hasta ahora es desconocida, tiene varias costillas rotas y heridas en ambas piernas, la cara requiere de injertos de piel y ciruja plástica para remediarlo. Pero lo más grave de todo nos las condiciones cerebrales.

El padre de Emma vive rezando porque su pequeña salga de aquella prueba que Dios le esta dando, << Dios le da las pruebas mas fuertes a sus mejores guerreros >> dijo él cuando los doctores les dio la opción del coma. 

Su hermano mayor es quien se a negado a verla en aquella habitación blanca. se que se niega ver a su hermana postrada en una cama.

<< Es el de menos valor para verla >> me explico su mamá. 

Y la verdad lo entendía, entendía que ver a su hermana sobre una cama con muy pocas probabilidades de vivir no es fácil. 

Por otro lado su hermana menor, vive al pendiente de lo que sus padres necesiten, pues ella les trae comida, ropa y hasta se a quedado en la sala de espera por cualquier cosa que llegue a necesitar. 

—Ella no se puede ir —me dice—. Tiene tantos proyectos, estaba emocionada porque haría una audición para un papel dentro de una historia de época.  

—Lo sé —respondí—. Ella me contó lo emocionada que estaba.

—¿Que vamos a hacer si se va?

—No lo sé.

Y en verdad no lo sé, porque el amor que siento por Emma es muy diferente al de sus padres y hermanos. Porque yo podría asimilar el que ella decida irse ¿Pero y sus papás? ¿Serán capaces de aceptar la muerte de su hija?
A una niña que tuvieron entre brazos y que vieron crecer día a día. A la que miraron cumplir sus sueños.
La que siempre les dijo cuanto los amaba.

Después de convencerlos de ir a dormir a la habitación de hotel que les había conseguido Francis me quedé solo en la sala de espera.
Cassandra había quedado de venir a primera hora de mañana.

Pensaba en todas las veces que emos reído, llorado y celebrado nuestras victorias personales y profesionales.

—¡STEPHEN! —exclamó Ana de Armas al verme sentado con las manos sobre mi cabeza—. Vine lo más rápido que puede.

Nos abrazamos y ambos lloramos al entender que podíamos perderla.

—¿Como está?

—Mal —dije con los ojos llenos de lágrimas—. Los doctores dicen que no tiene muchas posibilidades de sobrevivir.

—Cállate —bufo—. Ella no puede dejarnos.

—Ana...

—Tiene muchos proyectos en puerta. —dijo—. Tiene tantas cosas que aún no realiza que no... sabes no... yo no... si ella... —balbucea—. Si ella decide morir, me molestaré, y sabe que no es bueno molestar a una cubana.

—Ni a una mexicana —dije al recordar que ambas siempre decían que jamás de los jamás buscarás molestarlas de verdad, porque conocerás una parte muy diferente de ellas.

—¿Puedo verla? —pregunto casi en su susurro.

—Hablaré con él médico de guardia.

Ana y Emma tenían una amistad diferente a la mia, pues al ser mujeres se habrían más en ciertas confesiones que a diferencia conmigo. Pero para nada me molestaba, al contrario, me alegra saber que ella tiene más con quien hablar.

—Puedes pasar —le dije a Ana

—Gracias —respondió y se levantó del sofá dejando sus cosas ahí.

—Ana —le hable en voz baja—. Una enfermera me ha dicho que ella cree que T/N puede escucharnos, que nos recomienda no decirle algo que pueda hacer afectar su estado.

—Entiendo —contesto y siguió el camino hacia la Unidad de Cuidados Intensivos.

Deje caer mi cuerpo en el sofá de la sala de espera y cuando cerre mis ojos el aroma de Emma llegó a mis narices. Los abrí de golpe encontrandome solo en aquella sala, no estaba. Pero mi mente y mi corazón me decía que si. Que ella estaba aquí.

Las enfermeras estaban tan sumidas en su concentración de no quedarse dormidas que no se dieron cuenta al momento que me puse de pie y me acerque a la imagen de una virgen.
Emma es muy creyente de la virgen de Guadalupe y yo no. Creo que no he asistido a una reunión religiosa desde hace mucho.

—Hola —dije ante la imagen—. Emma si estás aquí, quiero que sepas que te amo, que eres una mujer más generosa que jamás he conocido. Y si tú desicion es partir está bien, entiendo que puedes estar cansada...

—¡Código azul! —gritaron— ¡Código azul!

Al girar veo que entrar por el pasillo donde Emma se encuentra.

—¿Que?





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Me estoy quedando sin estabilidad emocional
🥺🥺🥺

Tengo dos capítulos narrados por Stephen y estoy 🥺😭

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Amor en Hollywood ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora