Emma Torres una actriz mexicana que se ha formado su propio camino en Hollywood tiene serios problemas amorosos debido a malos entendidos en su relación con Chris Evans.
Causados principalmente por su amistad con el también actor Stephen Amell.
Deb...
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Habían pasado ya un par dias desde que escuché sobre la noticia del accidente de Emma.
¡Dios mío esto no puede ser real!
Los ataques en redes sociales han comenzado desde un principio, no dejan de decir lo que tengo que hacer en estos momentos.
Si tan solo supieran que no puedo acercarme al hospital.
Entiendo la postura de la familia al impedir que den informes sobre su estado de salud. Pero no puedo dejar de preguntar por ella,
—El señor Christopher Robert Evans.
—Es mi hermano —respondió Scott— ¿Quien lo busca?
—Somos los agentes Waller y MacGregor, tenemos un par de preguntas sobre la señorita Emma Torres.
Al escuchar esto me levanto de golpe del sillón para abrir más la puerta.
—Pasen por favor —digo y Scott me mira desconcertado—. ¿En qué puedo ayudarlos?
—Supongo que ya está enterado sobre el accidente en el cual se vio involucrada la señorita Torres —me dicen y yo siento.
—¿Saben cómo está? —pregunta mi hermano con intensidad.
—En unas horas enviaran un comunicado de prensa —responde el agente MacGregor.
—¡Por favor! —ahora soy yo quien les súplica.
Ambos agentes se ven y uno de ellos suspiro antes de responder.
—La han inducido a coma. Tiene muy pocas posibilidades de sobrevivir.
—¡Oh por dios!
—Señor Evans...
El recuerdo de las veces que estuvimos juntos vienen a mi mente una y otra vez, recordar su sonrisa y los miles de Te amo que me decía al despertar hace que las lágrimas se apoderen de mis ojos y mis manos tiemblan.
¡Dios mío ella no se puede ir, no lo permitas!
Los agentes me hacen un par de preguntas las cuales contesto pero luego de que dicen cuáles son sus sospechas sobre lo que ocurrió con Emma hace que mi respiración se vuelva entrecortada. Emma tenía un acosador, y jamás lo mencionó.
—Señor Evans —me dice el agente Waller—. Responda por favor.
—Juro que no... Que no lo sabía —balbuceo.
—Con la declaración de la representante de la señorita Torres sabemos que este acoso comenzó hace un año —agrega el otro agente—. ¿Cómo es que no lo sabía?
—Ella jamás lo mencionó.
—Señor Evans, durante su noviazgo con Torres ¿Usted noto algo anormal?
