❣𝑁𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑎❣ [𝘒𝘢𝘵𝘦 𝘋𝘦𝘯𝘢𝘭𝘪 𝘺 𝘎𝘢𝘳𝘳𝘦𝘵𝘵]√

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Dilay podía asegurar que si su corazón aún latiera, estaría latiendo de forma errática y ella saltando de alegría.

No podía creerlo, Dilay al fin había encontrado a su compañera, después de 1.000 años sin aquella mitad que tanto había estado esperando.

Al fin había encontrado a su otra mitad, "𝘢 𝘴𝘶 𝘢𝘭𝘮𝘢 𝘨𝘦𝘮𝘦𝘭𝘢".

Y decir que era hermosa, era poco, pues la mujer que estaba frente a ella era una verdadera diosa, aunque tal vez también lo decía por que ella era "su compañera".

—Me halaga saber que soy un ser hermoso para mi compañera –hablo la mujer sonriendo ante la mirada boba de Dilay.

Dilay sonrió levemente ante las palabras de ella, Dios, incluso su voz era igual de hermosa.

—Me presentó hermosa señorita, Me llamó Dilay –dijo ahora tomando su mano antes de besarla.

La mujer frente a ella sonrió ante las palabras de Dilay y más por el acto tan caballeroso que había hecho.

—Kate Denali –se presentó ahora ella de igual forma– Un nombre hermoso para una mujer hermosa

Ambas luego de aquellas presentaciones se sintieron con complicidad, eran iguales.

Ambas coqueteaban de una manera a única, una manera a la antigua pero que a amaba les gustaba.

Pero toda aquella burbuja que se había formado entre ellas dos fue interrumpido por Edward, y Kate pudo ver desesperación en sus ojos, algo que dejó totalmente confundida a la mujer.

—Dilay –le llamó Edward– ¿Te quedaras? –pregunto casi rogando.

Kate en ese momento entendió por que los ojos de Edward parecían tan desesperados pero no entendía por que su compañera estaba apuntó de irse por que al parecer ella había detenido que lo hiciera.

—¿Irte? –pregunto Kate buscando respuestas– ¿Por qué?

Dilay la miro por breves segundos antes de miraba Edward y bufar, antes de nuevamente ver a Kate.

—Por una estúpida neófita mal agradecida y creída –Bufo mirando a isabella.

Kate sin poder evitarlo soltó un pequeño gruñido molesta, ahora entendía por qué isabella tenía varias grietas en su rostro.

—Pero bueno ahora yo estoy aquí pequeña nómada –le sonrió Kate, mirando la fijamente– Ni creas que te escaparas de mi, luego de haber esperado tanto tiempo por ti

Dilay achicó sus ojos con diversión al escucharla pero aún así miro  isabella con repudio.

Lo cual no pasó desapercibido por absolutamente nadie, pues ahora fue turno de Carlisle el cual tomó la palabra.

—Bella, disculpate –ordenó carlisle serio.

Isabella quien estaba cruzada de brazos miro rápidamente al patriarca cullen, sin disimular su sorpresa.

—¡¿que?! –pregunto de forma indignada.

Pero aún apesar del Grito de la nueva cullen, Carlisle siguió con una expresión sería.

—Te lo voy a dejar claro isabella, muchos de aquí vinieron voluntariamente al igual que Dilay ante un peligro de gran magnitud que son los vulturis –comenzó soñando más molesto– Dilay vino por un favor para mi y tu no puedes venir y echar a los únicos que nos están apoyando por que por sí no recuerdas es para que no nos asesinen y asesinen a
tu hija