You are my destiny (ADAPTACION)

VII

No tenia idea de porque Draco compro boletos para un crucero muggle, durante los ultimos años el rubio habia comenzado negocios con los que no poseian magia, entendia que era su metodo para poder restaurar la reputacion del apellido Malfoy pero ahora lo sentia mas un muggle que un mago y aunque en cierto punto era encantador ya comenzaba a ser cansado, cuando el rubio platino volteo a verla ella sonrio como si nada la incomodara, al menos el barco era lujoso y poseia un servicio de calidad. Un mozo los condujo al camarote una habitacion abierta con la cama dando a la gran ventana que ofrecia una vista que solo aquella habitacion podria darles. 

- Blaise me lo recomendo, dice que tiene un servicio casi magico y un espectaculo de fuegos artificiales - Astoria solto una risa asintiendo y yendo hasta su novio que abrazo y dio un largo y pausado beso, sus manos desabotonaron el abrigo que tenia y que le daba un aspecto regio y elegante pero antes de que pudieran combrobar para suavidad de la cama la puerta fue tocada - debo irme un momento. 

Explico Draco que fue por su maleta y abrio sacando un bolso, la castaña sonrio y luego de un corto beso lo vio irse, suspiro mirando su mano izquierda y luego el oceano, era tan obvio. 

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Hermione esperaba con su maleta en mano, revisando una vez mas el reloj de muñeca, Ron debio de haber llegado hace media hora, la noche anterior le habia mandado una lechuza avisando que no podria pasar por ella a su apartamento pues tenia que pasar al ministerio a entregar reportes asi que se verian en el puerto, Mione que no se sentia muy comoda esperando mientras todos la miraban ahi parada opto por subir al crucero, miraba hacia el puerto esperando encontrar la cabellera pelirroja que tanto caracteriza a los Weasley pero esta no llegaba, camino hasta la puerta aun con su equipaje en mano, faltaba menos de media hora para que el barco zarpara, un sabor amargo subia por su garganta, miraba hacia afuera y de nuevo a su reloj. 

Caminando de un lado a otro, choco con un sujeto que la termino tirando al suelo y este cayendo sobre ella, no entendia que estaba ocurriendo, Hermione solo se sentia humillada y sostenia su rostro, el nudo amargo de su garganta comenzaba a hacerse cada vez mas dificil de ignorar, la voz de quien la habia tirado sin querer se escuchaba pero ella se negaba a que la vieran, sono una campana indicando que ya habian zarpado y ella, ella habia sido plantada. 

- ¿Esta bien? - decia una vez mas el hombre que agachado intentaba disculparse y compensar a la señorita con quien cayo, pero esta comenzo a llorar sin dejarse ver la cara - señorita ¿le duele algo? ¿la he lastimado? 

- Vayase, dejeme aqui - exigio Hermione, el hombre miro alrededor avergonzado, los tripulantes miraban la escena. 

- Señorita esta armando un alboroto, si lo que quiere es una compensacion o algo asi podemos hablarlo sin gente mirando y sin escandalo - la voz masculina dijo en un siseo, Hermione se quito las manos del rostro dispuesta a gritar al tipo que solo le importaba lo que el resto de pasajeros dijeran pero al mirar encontro la vista de un rostro perfilado, palido y con cabellera rubia planito. 

- ¿Malfoy? 

- ¿Granger? 

Dijeron al unisono, se miraron y luego como si quemaran se quitaron los ojos de encima y miraron a quienes aun los observaban lo que no era mejor que encontrarse por segunda vez en el mes y en el mismo entorno del cual no podrian esquivarse con facilidad sin el uso de magia, Mione avergonzada se levanto y recogio su equipaje, Malfoy habia metido sus manos en los bolsillos de su pantalon y no miraba a la castaña. 

- Nunca nos vimos - corto este yendose y dejandola sola, solto un suspiro con la vista en el suelo donde encontro algo brillante, se agacho y encontro un anillo, era enorme, al menos para ella que no habia visto un diamente tan grande porque si era de Malfoy era claro que era un diamente y de compromiso, asi que ahi estaba en el mismo barco con el proposito de pedirle matrimonio a su novia. 

Iba a llevar la joya con el personal pero al ver el tamaño y calida de esta desconfio un poco y se la guardo, luego buscaria al dueño y se la entregaria en persona o preguntaria en que camarote se quedaba. Salio a la cubierta, podia ver que el puerto de Inglaterra se alejaba cada vez mas  y en ningun momento hubo rastro de Ronald, penso en los dias anteriores, intento recordar ¿hubo alguna señal de que aquello podria pasar? ¿Acaso el dejo de amarla? no, aun la amaba pero quizas ya no de la forma que creyo que seria por la eternidad, puso una mano sobre su bolsillo del abrigo, ahi estaba su varita magica, podria bucar un rincon y desaparecerse, ir en su busqueda exigiendo que de la cara pero no se atrevia, se sentia una cobarde porque si el decia que ya no la queria ¿que haria despues? Junto a la varita sintio el anillo, las lagrimas volvieron a bajar, mientras unos encontraban a su compañero ella lo perdia.