CAPITULO 4

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1 de marzo de 2019

El clima estaba frío y pesado, el tiempo parecía pasar aún más lentamente esa tarde. Valentina adentró el lugar y uno de los empleados del restaurante rápidamente se acercó para recibirle. La rubia fue conducida a una de las mesas bien al canto derecho del lugar, y mientras caminaba hacia ellas, podía ver a Sofía y Soledad discutiendo, probablemente por lo que iban a pedir. Valentina soltó una risa antes de llegar a ellas. Dios, como sentía falta de ellas en su vida fuera del colegio.

- ¡Estás retrasada! - Sol fue la primera en decir algo así que Valentina se sentó frente a ellas.

- Disculpen. Este cambio de horarios me está volviendo loca. - Valentina habló de forma aleatoria, se acomodó mejor en la silla. Sol y Sofía se entrelazaron con una pequeña risa.

- ¡No, nos mientas! - Sol habló mirándola maliciosamente. Valentina levantó las cejas y miró a su amiga confusa. - Vale, da para ver que acabas de follar recién, yo te conozco tan bien. - La rubia inmediatamente sintió su boca secar y sus mejillas quedar enrojecidas. Esa era su amiga Soledad. Simplemente la personal más transparente que ella conocía en la vida. Era sincera siempre hablando lo que pensaba y teniendo el coraje de exponerse. Valentina odiaba y amaba al mismo todo eso en ella. - Dios, no creo que estuvieras follando con tu marido. - Sol hizo una mueca enseguida – Que asco.

Valentina cerró los ojos con fuerza, soltando una risa sin gracia sólo para disimular. Juliana la dejó en aquel estado. Ella sentía sus piernas todavía blandas, las contracciones en su vagina se hacían fuertes sólo de pensar en cierta ojicafé. Maldición, Juliana era tan buena. Era como si Valentina todavía estuviera volviendo poco a poco al planeta tierra, después de tener tantos orgasmos en apenas una hora. La rubia mordió los labios, mirando a su otra amiga e ignorando a Sol.

- ¿Cómo estás Sofí? - Sol giró los ojos.

- Está cambiando de asunto. - Sol susurró en el oído de Sofía.

- Cállate la boca Soledad, déjala. - Reprendió a Sol. - Estoy bien Vale ¿y tú? - Sofía le ofreció una sonrisa gentil.

- ¡Estoy muy bien! - Respondió dejando una pequeña sonrisa escapar.
El camarero les entrego el menú, Este le dio a Valentina tiempo para organizar sus pensamientos. Fue todo muy rápido, Juliana simplemente apareció en su casa tan pronto como la rubia había llegado del colegio. Ella estacionó el carro y vio a la chica sentada frente a su puerta, sus ojos perdidos y tristones imploraban por atención, el cual la rubia dio con todo el placer. Después de eso Valentina sólo recuerda la follada maravillosa que tuvieron en el sofá. Una, dos, tres veces antes de que la profesora corriera para el restaurante en que se encontraba ahora.

- Entonces... - Sol pregunto llamando la atención de ellas. - Parece que el matrimonio de los pichones va a mil maravillas, veo que tu marido está haciendo bien su trabajo finalmente.

-Valentina volvió a verla a los ojos, Sol no estaba ni un poco a favor de su boda, Sofía tampoco, diferente a Sol, Sofía era una persona que no se metía en la vida ajena. - Sinceramente, no sé cómo es que has durado tanto con ese tipo, no entiendo ni siquiera el por qué te casaste con... ¿Cuál es su nombre? - Sol habló con disgusto.

- Luis. - Respondió tranquilamente, estaba de buen humor y no sería Sol la que iba a cambiar eso.

- ¡Deja a Vale, Soledad!. Ella eligió casarse con él, tú no tienes nada que ver con eso. - Sofía dijo de forma tranquila.

- Has escogido mal, vuelve la cinta y escoge de nuevo. - Valentina rodo los ojos – Algún día me darás la razón, él no es el correcto y no lo voy a aprobar así lleven 20 años de casados. -

MI ALUMNA MI AMANTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora