CAPITULO 17

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01 de junio de 2019

Valentina caminaba de un lado a otro mientras contaba hasta 100, pues contar hasta 10 no daba más resultado. Juliana estaba frustrada y sentada en la silla de frente a la directora Sofía.

- Discúlpame. - Dijo Juliana limpiando la sangre de Mateo de la cara.

- ¡Las excusas no te salvan de absolutamente nada, Juliana! - Valentina gruñó y la ojicafé se encogió un poco.

- Val, lo siento mucho por toda esta mierda...

- ¡No me llames así!

- ¡Basta! - Sofía interrumpió. - ¿Qué fue lo que Mateo te dijo para que te dejara tan enfurecida, Valdez?

- Algo que no quiero repetir. – Juliana respondió, hirviendo de odio. Sofía miró a Valentina, que la encaró poniendo las manos en las caderas.

- Si no me dices, no voy a adivinar y no voy a poder ayudarte. – Juliana cerró los puños de nuevo. - A pesar de que absolutamente nada justifica una agresión física.

- Realmente, estoy con una voluntad de torcer tu cuello, Juliana, ¡para ver si así dejas de ser una idiota! ¡Habla de una vez!

- Mateo dijo que rodaron rumores sobre las dos. Él dijo que... que quiere "experimentar" la boca de Valentina porque ella... Dios mío, no puedo ni repetirlo...

- ¿Entonces decidiste resolver todo a golpes? ¡Tú no puedes revolver todo con pelea, Juliana! -exclamó Valentina, nerviosa.

- No puedo dejar que las personas hablen de esa manera de ti, Val. - Dijo ella frunciendo la frente.

- ¿Puedo pedirte una cosa, Juliana? – Valentina habló y la ojicafé apenas tragó en seco. - ¿Has hecho esto por tu ego herido o por mí? - Juliana respiró profundamente e intentó reunir el coraje que ella necesitaba para ser honesta. Valentina estaba de brazos cruzados y todo en ella indicaba que ella estaba a la defensiva. Había un nudo en la garganta de la chica que le impedía hablar y ella empezó a ponerse nerviosa porque no sabía por dónde empezar. - Eres una idiota - Juliana levantó la cabeza y encaró a Valentina de forma insegura. - Estoy decepcionada.

- Discúlpame.... por favor, lo siento...

- No quiero saber nada, no ahora. - Las dos se miraron e intentaban a toda costa mostrar el profundo arrepentimiento que sentían. Por fin Valentina rompió el contacto.

- Val... por favor.

- No es el momento de hablar de eso. Voy a volver a casa, necesito un tiempo.

-Val...

- Tú no estás totalmente comprometida con esto, parece que la ficha de que vas a tener dos hijos todavía no ha caído. Yo necesito a alguien que se quedé de mi lado y me ayudé. No alguien irresponsable que resuelve todo a base de la violencia. No es lo que quiero para mis hijos.

- Estoy tratando, Valentina.

- A veces intentar no es suficiente.

Juliana nunca había recibido una mirada tan resentida de la rubia. Con los ojos llenos de lágrimas contenidas y esforzándose para no llorar, Valentina salió de la sala golpeando fuerte la puerta detrás de sí. Ella estaba herida, estresada y con una confusión de sentimientos.

Y así fue como la rubia salió de aquella sala, dejando a Sofía y Juliana solas en un monstruoso silencio.

***

Las llamadas comenzaron a las ocho de la mañana y continuaron, cada cinco minutos, durante una hora.

- ¡Valentina! - Sol gruñó. - ¡Atiende el teléfono! - La rubia estiró la mano y lo apagó. Sólo cuando oyeron el móvil de Soledad comenzar a tocar desesperada fue que Valentina se dio cuenta de que no podía quedarse el día enfadada en la habitación como había planeado. - Ok, te dejé entrar aquí sin al menos decir nada. Te dejé entrar, comer y echarte en mi cama sin al menos decirme qué diablos estás haciendo aquí en mi día de descanso. - Sol hablaba nerviosa. Sus ojos estaban hinchados y rojos y ella todavía estaba en pijama. - ¡Pero esa mierda está sonando hace una hora y no puedo ni dormir! ¡Entonces me contarás qué diablo está pasando, y me vas a contar ahora!

MI ALUMNA MI AMANTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora