-Us-Rubckity

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En dónde los estudios frustran la relación de Quackity y Rubius
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11:29pm
Su prometido apenas llegaba a casa, hoy era más tarde de lo habitual.
Durante los días pasados Quackity había estado llegando tarde, sus amigos desconfiaban de él pues según ellos "esta es la primera señal de una infidelidad".
No es que desconfiara de Alex, lo conocía desde hace mucho, conocía todo lo que no y lo que le gustaba al chico; conocía que las gomitas eran sus favoritas, conocía que era una persona que prefería sufrir en silencio a hablar, conocía que su mejor amigo era Karl(pues este lo había amenazado con que cuidara a su casi hermano menor en repetidas ocasiones). Conocía todo de el, y un engaño era algo casi imposible, la razón de su preocupación era el que su chico de nuevo se estuviera guardando esos sentimientos que en un momento explotarían.
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Lo primero que vió al salir de su trabajo fueron las caras de sus amigos, Mangel y Alexby.
-No nos vas a creer lo que hemos visto, Quackity no ha ido con sus amigos
-Sus amigos tampoco saben a dónde ha estado yendo estos días-interrumpió Alexby.
-Chicos-suspiró-Como mis amigos necesito que confíen en el. ¿Y si mejor vamos a por un café?
-¡Rubén invita!
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Cuando conoció a su prometido quedó deslumbrado, ¿Cómo mierda alguien podía ser tan hermoso?
El no era el único con ese sentir, todo el maldito curso estaba intentando cortejarlo. Así que, cuando Quackity se acercó a él y le dijo que si lo quería acompañar al festival de primavera, se sintió la persona más afortunada del mundo.

El día del festival lo vió caminar hacia él, ¡HACIA ÉL!
Su bonito cabello negro bailando en el viento, sus ojos volviéndose pequeñitos, su pálida piel teñida de un color rojizo mientras que lindas estrellitas de chocolate adornaban su cara, y su deslumbrante sonrisa iluminaba el lugar.
Después de comenzar a conocer a Quackity algunas cosas se hicieron más notorias, por primera vez vió más allá de lo lindo; vió unas ojeras decorando su rostro, ojeras que demostraban el cansancio. El cansancio también lo veía en su sonrisa, casi imperceptible, pero si te fijabas bien aquella sonrisa pedía un descanso.
Pronto se dió cuenta de que aveces el chico tenía un brillo en sus ojos, pero no cualquier brillo, un brillo que delataba sus inmensas ganas de llorar.
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Sabía que su chico prefería no preocuparlo, y por eso es que sospechaba que llegaba tarde a casa a causa de su llanto.

-Rub, ¿ese no es Alex?-susurró Mangel a su oído.

Dirigió su mirada a dónde su amigo observaba y lo vió ahí. Su cabello caía y reposaba sobre la mesa, sus ojos se mantenían cerrados pero sus cejas demostraban preocupación, su nariz enrojecida y su boca de tono rosáceo pero reseca.
Un mesero pronto se acercó hacía el, dejando una taza de café para después despertarlo.
-Disculpe, ya pasaron 20 minutos-habló con voz suave.
Algo adormilado Quackity se incorporó y le sonrió al mesero.
-Gracias George.

-Es un poquito sospechoso que se sepa el nombre del mesero no?
-Alexby haznos el favor de callarte.

Y entonces una pequeña espinita creció en su pecho, ¿Quién mierda era George? ¿Él era la razón por la que llegaba tan tarde?
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Lunes
-¿George? ¿Ese es tu nombre?
-Si, es para que pueda llamarme cuando necesite algo.
-Entiendo, ¿puedes hacerme un favor?
-Dime.
-¿Me podría despertar en 20 minutos por favor?
-Claro
Martes
-Disculpe, ya han pasado veinte minutos.
Miércoles
-Gracias George, ¿puedo pedirte un café de favor?
-Por supuesto, ese es mi trabajo.
Jueves
Viernes
Sábado
Domingo
Y así transcurrió una semana, semana en la que había llegado tarde a la casa que compartía con su prometido. Pero mierda, todo se había vuelto más difícil en la universidad. No quería que Rubius lo viera así, con grandes ojeras y los ojos hinchados de tanto llorar. No quería hablar con él porque su voz se rompería y no dejaría de llorar hasta quedarse dormido, eso ocasionaría que más tarde le duela la cabeza y no podía darse el lujo de sentirse mal, no en su semana de exámenes.
Pero lo había decidido, le iba a contar todo a su prometido, le iba a decir la verdad.
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Cuando llegó a casa vió a Rubén, aparentemente atendiendo unos papeles.

-Hola Rub.
El mencionado levantó su vista y sonrió, había algo malo, esa sonrisa no estaba bien.
-Hola. ¿Cómo te ha ido?
-¿Sucede algo Rub?-preguntó con el miedo invadiendo su pecho.
-Quackity, ¿tu...me amas?
La pregunta sonaba ilógica, son prometidos después de todo.
-Por supuesto que te amo, ¿Por qué lo preguntas?
-Yo también te amo Alex, y lo sabes, pero entonces, ¿no deberíamos tener la confianza suficiente como para contarnos nuestros problemas?
-Yo...-su voz se quebró, y un nudo comenzó a desgarrar su garganta en lo que intentaba mantener una sonrisa-estoy algo cansado como para discutir ahora mismo, vayamos a la cama y hablemos de eso mañana.
Pero antes de que siquiera pudiera irse su prometido acunó su rostro entre sus manos-Quackity, podría dejarlo pasar, pero has estado diciendo eso toda la semana.
-Rub-susurró-solo quiero dormir.
Y tal como lo supuso; lloro hasta quedarse dormido, cuando despertó su cabeza sí dolió, y cuando hizo su examen sintió un dolor agudo en su estómago, su cabeza no se podía formular una puta respuesta, pero aún así, hizo lo mejor que pudo.
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-¡Hey!
-¿Cómo te fue?
-Reprobé, reprobé mi examen.
Los brazos de su chico lo envolvieron en un abrazo. Había estado preocupado por Alex todo el día, y el hecho de que ahora lo reciba con tan terrible noticia no lo hacía sentir mejor, pero la espinita había comenzado a crecer y sus inseguridades terminaron por ganar.
-De pura casualidad ¿no conoces a un tal George?
-Es un mesero, ¿por?
-Solo se me hace curioso como un chico que probablemente conociste hace tres o cuatro días ya te ha visto llorar, y yo por más que lo intento nunca consigo tu confianza.
-Rub...lo siento tanto. Dios, realmente no sabía que te sentías así.
-¡Pero si he estado diciéndotelo toda la puta semana Alexis, no jodas!

No hablaron más, Rubius ese día durmió con Alexby, y Quackity durmió solo en la cama que compartía con Rubén. Se permitió llorar y recriminarse ser imperfecto.
¿Un examen?
¿Dejó que todo su mundo se cayera por un puto examen que no definía que persona era?
Vuelve a casa.
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3 días
2 semanas
Una llamada
-Rub.
-¿Alex?
Close your eyes
-Perdóname, no quería lastimarte, perdóname. Se que me comporté como un idiota por un examen, pero por favor perdóname.
Los sollozos comenzaron a asustarlo, intentó regular su voz y decir algo sabio pero solo pudo pronunciar dos tontas palabras-Hey, tranquilo.
Have no fear
-Yo...de verdad lo siento, por favor
-Está bien Alex, ¿dónde estás?
-No lo sé, no se cómo estoy aquí, me aterran tanto las alturas.
Y entonces Rubén sintió que su alma dejaba su cuerpo.
-Chiqui, dime lo que ves a tu alrededor.


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-Perdón, yo sugerí que bebiéramos-se escuchó decir a Karl.
Realmente no importó, Rubius se aferraba al cuerpo del menor.
The monster's gone
-Estoy aquí, tu Rub está aquí mi amor.
He's on the run
Si el no hubiera llegado a tiempo ahora mismo no tendría al chico en sus brazos, probablemente ya no se escucharían sus sollozos y sus súplicas por ser perdonado.
-Está bien, estás a salvo.
And your husband's here
Beautiful, beautiful, beautiful
Beautiful boy
No hay un adiós porque a partir de ahora estaremos juntos hasta que la muerte nos separe, mi chico hermoso
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Las ganas que me dieron de casi hacer que el Quackiris se muriera😔pero me detuve porque siempre hago eso.

Meet me at midnightsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora