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Wilbur acaba de conocer al maestro de su hija, ¿Qué podría pasar?
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El cigarro terminó por consumirse solo, quien lo sostenía estaba muy perdido. Dos años de relación habían sido tirados a la basura, su esposa lo estaba engañando.
Protegido con su paraguas, acompañó a la lluvia con sus lágrimas.
Realmente no le dolía el engaño por amor, le dolía por su pequeña Tallulah.
Lamentándose por la pequeña, fue interrumpido por una maldición junto con una suave risa. Un chico unos 20 centímetros más bajito que el había sido alcanzado por la lluvia.
La lluvia mañanera había mojado su cabello oscuro, igual que su hoodie gris.
-Disculpe, ¿usted quién es?
¿Era posible enamorarse a primera vista? Sus ojos color chocolate lo miraban con curiosidad, su nariz al igual que sus labios estaban teñidos de rosa. Estos mismos estaban curveados en una sonrisa amable y ni hablar de los hermosos lunares que...
-¿eh? Eh...yo soy el papá de Tallulah.
-!Oh, eso es genial¡ Al fin lo encuentro, me gustaría hablar con usted de la conducta de su hija.
-¿Se ha portado mal?-su sorpresa era obvia, su Tallulah siempre ha sido una niña educada.
-Por supuesto que no, pero eso hablémoslo en mi salón.
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-Entonces...me preocupa, es brillante y muy educada-pronunció con emoción-pero al momento de convivir, se aísla de los demás-su voz se apagó.
-Bueno, supongo que las cosas en casa están un poco tensas, he tenido unas cuantas discusiones con mi esposa y creó que le ha afectado. ¿Hay algo que pueda hacer?
-Claro, yo le recomiendo que la inscriba a un taller, ella parece mostrar mucho interés por la pintura. El taller de pintura es por las tardes y podría alejarla un poco de la situación familiar.
-¡Papi!
-Mi Tallulah, ¿cómo te fue?
-Muy bien, aunque Chayanne regañó de nuevo a la miss.
El chico frente a el rió-Tallulah, ¿por qué no le presentas al señor roca a tu padre?
Los ojos de la niña brillaron ante la idea-espera aquí papi.
Se veía hermoso, aún con el pelo mojado lo había encontrado hermoso, pero ahora mismo observaba a Tallulah con tanta ternura y emoción que su corazón se aceleró de forma constante.
-¿Usted tiene hijos?-se atrevió a preguntar.
Una clara incomodidad se formó-No...-suspiró-pero siempre he disfrutado de cuidar y enseñar a los niños.
-Oh, ya veo.
-Tallulah es mi mejor alumna, y-Se vió interrumpido por un golpe en su pierna-Chayanne-hizo una mueca.
-¿Dónde está Tallulah?-preguntó el niño.
-Chayanne, ya hablamos de eso-dijo mientras colocaba al niño en sus piernas-No puedes aventarle las cosas a los demás, no puedes tratar mal a los demás, así como a Tallulah le duele si le avientan una piedra, a los demás también les duele.
-No quiero que a Tallulah le duela.
-Entonces no golpees a nadie. Ella fue a buscar a señor roca, ¿quieres ir a buscarla?
El niño en sus piernas asintió. Fue dejado de nuevo en el suelo, y después este salió corriendo.
-Disculpe su conducta, es muy sobre protector con Tallulah.
-Ya veo...parece un buen niño.
-Lo es, aunque aveces pareciera que no tiene límites, es muy dulce y leal.
-¡Mira papi! El es señor roca.
-Oh, pero que tierno. ¿Por qué no vamos juntos a casa?-sugirió, no era buen momento pero, realmente tenían que volver a casa.
Sin embargo, una mueca se formó en la cara de la niña-¿No quieres quedarte un poco más con miss Quackity? Aparte, apenas iban a iniciar las clases.
-Tallulah, mi niña, tenemos que ir a casa, algo surgió.
La niña asintió, abrazo al peli negro y después tomó la mano de su padre-adiós miss Miel.
-Adiós Llulah, nos vemos mañana.
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Desde hace años no sabía nada de su ex-esposo, cuando la pregunta de ¿Qué estará haciendo ahora? se hacía presente en su cabeza, la evitaba a toda costa.
Luzu solía llegar tarde siempre debido a su trabajo, un día Quackity estaba en una exhibición de arte, recibiendo buenas críticas y varia gente interesándose en su trabajo. Y en un terrible descuido de Luzu hacia su pequeña, su niña había...
"-Solo por esta ocasión Luzu, vamos, de verdad necesito ir a esta exhibición, ¿y si alguien se interesa por mis cuadros?"
"-Bien, pero solo por hoy."
"-Te lo agradezco Luzu."
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-Maldita sea, necesito un café o un cigarro, cualquiera de los dos me hará feliz.
Su cabello de nuevo estaba mojado, su hoodie(ahora negra)también estaba mojada.
-No pensé que le gustara fumar.
Quackity dió un pequeño brinco-Dios santísimo, le agradecería que no apareciera tan espontáneamente.
-Lo siento-sacó una caja de cigarros-¿quiere?
-Dios se lo pagué.
Así ambos comenzaron a fumar el cigarrillo, a ninguno le gustaba, pero era lo suficientemente desestresante como para dejarlo.
-¿Comenzó a fumar por su situación familiar?
-Si, Tallulah no se merece una madre tan descarada como Sally. ¿Y usted?
-Lo había dejado, pero lo retomé después de divorciarme.
-No sabía que era divorciado.
Ambos se quedaron en silencio y terminaron su cigarrillo.
-Le agradezco el cigarro.
-Tal vez deberíamos hablar más seguido.
-Tal vez...
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-¡Tallulah!
Le habían hablado de la escuela, su pequeña estaba enferma.
-Papi, me siento un poquito mal-dijo haciendo un gesto con sus dedos para indicar que su malestar era mínimo.
-Mi amor, ¿por qué no me dijiste nada?
-Es que si quería venir a la escuela.
El mayor abrazo a la niña y dejó un beso en su frente-voy a hablar con tu maestro, ahora vuelvo.
El chico tenía una sonrisa dulce y reconfortante-Se que está asustado, pero ella en verdad está bien, solo es un pequeño resfriado que se irá en tres días.
-Parece saber mucho de eso.
Su sonrisa se tornó melancólica, más nunca se desvaneció-En realidad, yo tenía una hija, le encantaba jugar en la lluvia por lo que siempre atrapaba resfriados como este.
Quería preguntarlo, iba a ser muy irrespetuoso pero-Ella...
-Ella...falleció, hace un año-sus temblorosas manos le ofrecieron un vasito de café.
-Lo siento, no me imagino un mundo sin mi pequeña-el contrario sonrió y
estornudó-parece que Tallulah no es la única resfriada. De hecho está temblando mucho.
-No se preocupe por eso, no es por el resfriado.
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2 meses después
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-¿Entonces te enamoraste de miss Quackity?
-¿Qué? No yo solo decía que era una persona muy agradable.
-¿Y por qué te pones rojito?
-Yo...
-¡Chayanne! Missa ha estado buscándote-dijo tomando al niño en brazos-¿Te sientes bien Wilbur? Estás bastante rojo.
-¡Yo iré a tomar aire!
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-El divorcio fue un éxito.
-Me alegro, supongo que no se casaron por bienes compartidos.
-No, fui demasiado inteligente.
Ambos rieron. La atmósfera se sentía bien, como si fuera lo correcto, ambos adultos platicaban con tanta fluidez que parecían en su propio mundo.
-Un día decidió que el rojo iba a ser su color favorito, primero actúe ofendido, incluso abrimos un debate de porque el azul era mejor, ella ganó.
-¿Por eso la cinta es roja?
-Exactamente.
Desde que se conocieron Quackity le comenzó a hablar a Wilbur sobre Tilín, su pequeña. Era raro porque siempre que siquiera la recordaba terminaba teniendo un ataque de pánico, pero con él podía hablar como si nada.
-Ahora que lo pienso, nunca has visto a Tilín.
Quackity tomó su billetera y sacó una foto; era una niña de más o menos nueve años, tenía un listón rojo en su cabeza, su cabello era negro, un poco corto, sus facciones realmente eran como las de Quackity, pero más aniñadas, también tenía un suéter azul, shorts negros, y tennis blancos.
-Se parecía mucho a ti.
-Sí, siempre estuve orgulloso de eso.
-¡Papá!
-Llulah, ¿cómo te fue pequeña?
-Bien, hoy es cumpleaños del prefecto Philza, ¿podemos ir a su fiesta de cumpleaños?
-Bien, no creo que le moleste.
La niña abrazó la pierna de su padre y después volteó hacia Quackity-¿usted va a ir miss?
-Los maestros estamos obligados.
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-Papi, ¿por qué miss miel está triste?
-¿Está triste?
-Lo escuché llorar el otro día con el prefecto.
-Cariño, a veces los adultos guardan secretos pensando que es lo mejor, mi Tallulah, prométeme que tu no te guardarás tus sentimientos.
-Lo prometo.
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-¿Para esto quieres regresar a mi vida? Te recuerdo que...¿Luzu? Bien, cuelga el teléfono maldito desgraciado.
-¿Alex?
El chico volteó, su cabello estaba desordenado, sus ojos tenían lágrimas y su respiración era agitada.
-Yo...mi...
Wilbur corrió a abrazarlo-Hey, está bien, está bien.
-No, no está bien, el solo está...desquitándose conmigo.
-¿Tu ex esposo?
El chico parecía no poder calmarse, su cuerpo temblaba y solo atinó a abrazarlo más fuerte.
-Wil...
-Todo estará bien, estoy aquí.
-Gracias.
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¿Parte dos? 😼
