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Después de la muerte se Quackity llega un nuevo integrante, ¿Quién es?
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Su día siempre era lo mismo, iba a fiestas y terminaba aburrido. Hasta que escuchó una risa, volteó a ver al dueño de esta y ahí fue que todo empezó.
Aparentemente ya lo había conocido, aquel héroe que había recibido hace unos días.
¿Qué era lo que lo hacía único? Luzu iba a averiguarlo.
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Así pasó tanto tiempo desde que se conocieron, como si nada empezaron a ser los más unidos de todo Karmaland.
Minas
Mods
Bromas de Rubius
Quackity
¿Quackity?
"Me vas a extrañar yo lo sé mi buen, por eso te dejaré mi casita de tierra cuando me muera"
"Lusuuuu"
"¿Ya viste los patos? Son muy lindos, pero no más que tu mi Lusu"
"Lusuuuu, Rubius me volvió a poner una mina"
"Estoy taaan cansado, voy a dormir, solo cinco minutos..."
No volvió a despertar.
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Esa mañana ambos chicos habían ido a minar un poco, a pesar de haber intentado convencer al pato de que no era lo mejor, Quackity parecía muy insistente.
-¡Mira! Lo encontré Lusu, lo encontré-gritó emocionado mientras le mostraba un mineral muy bonito.
-Es muy hermoso, pero ¿para qué lo quieres?
-Es para ti, siempre me obsequias muchas cosas bonitas y yo nunca te he dado nada.
-Quackity no me tienes que dar nada, yo solo quiero tu felicidad.
Ambos chicos se miraban, era una situación dulce en la que sus miradas se conectaban.
Lindo momento, momento que fue interrumpido por una flecha que atravesó el pecho de su querido.
-¡Quackity!-Luzu tomó el cuerpo del chico y huyó de aquella mina, rápido llegó a su casa, pues estaban cerca.-Quackity, por favor quédate despierto.
-Lusuuuu
-Quackity, por favor...
-estoy taaan cansado, voy a dormir solo cinco minutos.
Y así vió a su querido cerrar los ojos, para no volver a abrirlos jamás.
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Meses después
-Héroe Luzu, ha llegado un nuevo integrante a Karmalamd, los demás siguen insistiendo en que están cansados. ¿Le molestaría acompañarme?
-No hay problema Sapopeta.
En ese mismo lugar, en el que alguna vez recibió a Quackity, ahora mismo esperaba un peli negro, con un ojo marrón y el otro celeste, este último era atravesado por una cicatriz. Portaba una camisa color vino, un pantalón de vestir negro, unos zapatos de un tono negro totalmente pulcros, y un gorro del mismo tono que el pantalón.
-¿Quackity?-preguntó Sapopeta.
El chico volteó confundido-¿Ustedes son los encargados de recibir a los nuevos integrantes?
-Así es joven...
-Si, si me llamo Quackity.
-Joven Quackity , ¿de dónde viene usted?
-De un lugar muy lejano.
-¿Por qué está aquí?
-No lo sé, solo recuerdo haber caído de un lugar alto.
-Bien, el héroe Luzu lo guiará a un lugar dónde pueda hacer su casa.
El castaño titubeó un poco, sin embargo, dió un paso hacia enfrente y dijo-Sígueme.
El camino era silencioso, algo le decía a Luzu que no debía confiar en él, pero era tan similar a su Quacks.
-Luzu, me gusta tu nombre.
-Gracias, supongo.
-Mientras dormía escuché a los dioses decir que era un regalo, ¿van a traficarme?
No pudo evitar soltar una risa-No lo creo.
El chico no siguió hablando, hasta que una flecha por poco y le atraviesa la cara.
-¡Quacks!-el castaño lo defendió de la criatura y después tomó su mano para salir corriendo.
-Mierda-al voltear vió una flecha clavada en el estómago del peli negro.
-Quacks, por favor resiste-su cuerpo no ayudaba, su respiración estaba agitada y su vista estaba nublada.
-¡Hey! Luzu, tranquilo-el chico tomó la flecha en su abdomen y tiró de ella, inmediatamente la sangre comenzó a brotar, se aseguró de colocar vendas y las apretó lo suficiente para detener la sangre.
-Déjame ayudarte-dijo mientras sorbía su nariz y cargaba al menor.
-¿Algún conocido murió así?
-¿Qué tan loco sería si te dijera que Quackity murió así?
El chico lo miró y después sonrió-Nada, se perfectamente de quien hablas. ¿Qué tan loco sería si te dijera que te enamoraste de mi yo del pasado "Lusu"?
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Cualquiera diría que la vida que tenía era perfecta, tenía su propio casino, sus propias reglas ¡en su propio país! Pero de que servía si la única persona que le importaba había muerto, ya no estaba ahí para hacer sus preguntas curiosas.
-Joven Quackity, su primera oportunidad fue el existir en el DSMP. Su segunda oportunidad fue dada a su primera versión, terminó muriendo dejándole un vacío a Karmaland. Esta será su tercera y última oportunidad, podrá morir un total de 45 veces, cuando ya lo haya hecho, tendrá una muerte permanente.
El ente divino desapareció, aún así hubo un ruido que no pasó desapercibido.
-¿Who's in there?...¿Slime?
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-Los héroes de Karmaland han salvado infinidad de veces la realidad, tal vez es momento de obsequiarles algo.
-Hay que darles al muchacho, escuché que lo extrañan bastante.
-Pero hay que tener en cuenta que no es el mismo.
-Eso es verdad, Quackity y Big Q son muy diferentes.
-Podríamos darles la versión de las elecciones.
-No, esa versión es peor que Big Q.
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El peli negro estaba acostado en la cama mientras que el castaño mojaba algunos trapos, unos en agua y otros en alcohol.
-Voy a desinfectar tu herida.
Luzu observó cómo el chico desabrochaba su camisa, su piel era pálida, tenía dos cicatrices muy curiosas en su espalda, justo en el lugar en el que deberían de estar sus... También tenía muchos lunares, le encantaría poder contar cada uno de ellos.
-¿Luzu?-Quackity tenía un pequeño sonrojo en sus pálidas mejillas.
-Lo siento, ¿tienes tanto lunares en tu cuerpo?
-¿Eh? Yo...si, supongo.
El castaño finalmente se dió cuenta de su pregunta-Lo siento, juró que creí que lo había pensado.
-Está bien, ¿vas a desinfectar la herida o vas seguir observándome?
-Ahora voy.
Luzu comenzó con su trabajo, algo que realmente le pareció curioso era que el chico en ningún momento mostró algún indicio de dolor.
-Es una herida bastante grave, ¿no te duele? El Quacks anterior se quejaba de cualquier pequeña molestia.
-Realmente no siento dolor desde que me arrancaron las alas.
-Probablemente esa versión tuya todavía no pasaba por nada, me atrevería a decir que no tenía ni la menor idea de lo que es dolor.
-Yo opino que todos sabemos lo que es dolor, pero es diferente en cada persona, aún así, el dolor de todos es válido.
-Vaya, pensé que eras de corazón frío.
-Puedo llegar a ser muy comprensivo, aunque es cierto que he hecho cosas inimaginables.
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Ambos chicos se encontraban sentados en el pasto, Quackity observaba las estrellas, Luzu observaba a su estrella.
-¿Qué edad tenía ese Quackity?
-Probablemente unos dieciséis, ese mismo año llegó mi siguiente etapa.
-Entonces tu inocencia no duró mucho.
-A esa misma edad me casé, ahí fue cuando todo se fue a la mierda.
-¿Cuál es la historia de esa cicatriz?
-Un golpe de realidad por parte del Dios de la sangre.
-Parece que haz vivido tanto, ¿Cuantos años tienes?
-Veinte.
-Dios, yo con veintiséis no he vivido más que dos o tres experiencias traumáticas.
-Pero son traumáticas después de todo, dejaron un impacto en tu vida y no importa quien tenga más o menos, sabemos lo que es sentir ese dolor.
-Cierto.
-¡Espera!
-¿Qué sucede?-preguntó Luzu asustado por el repentino cambio.
-¿Me estás diciendo que te enamoraste de mi yo de dieciséis años mientras tú tenías veintiséis?
-Yo eh...
El peli negro río-Tienes suerte de que en este mundo las edades realmente no importan.
-Ahora me siento raro.
-Bueno, sería más raro que yo tuviera dieciséis y tú ciento ochenta o algo así. Aparte me casé con un tipo que tenía treinta y siete.
Luzu casi se va al cielo.
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Al final, ¿qué tan malo podía ser que un ex vice presidente y un emo se juntaran?
¿Habrá traiciones?
Los dioses han cometido un grave error...oh, pobres de esas dos almas.
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