VIII. ¿¡Tu... tu recuerdas!?

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“Cale estás bien? ¿Te duele de nuevo? Quieres una poción?”.

Preocupado, Alberu salto de su asiento apresurada mente se acercó a Cale

Cale Frunciendo el ceño volteo la mirada encontrando los ojos de Alberu, sorprendentemente el dolor se redujo a la mitad, siendo ahora soportable

“Alberu? No estabas en la reunión de nobles? No, espera, ¿qué hora es? Ya oscureció?”

Congelado. Era la palabra más adecuada para describir al actual Alberu, sus ojos se nublaron por un segundo. Cuando pudo procesar todo y ordenado un poco sus pensamientos hablo con un poco de dificultad

“Cale- tu… me recuerdas, no, más bien que tanto me recuerdas?”

“¿Qué demonios dices? ¿por qué no te recordaría?”

Cale se incorporó en la cama mientras tocaba su garganta, Alberu le sirvió un vaso de agua fría y le dio agua con calma fingida.

En realidad Alberu estaba desconcertado. ¿Cómo es posible? Cale recuerda las cosas ¿

Cale, con sus ojos agudos notó el desconcertamiento  de su pareja, normalmente con su dolor actual lo dejaría de lado  pero está igual de desconcertado y desorientado probablemente más que Alberu.

Acaso…  durmió todo el día?

¿Por qué nadie lo despertó?

Sin embargo antes de que pudiera siquiera  hablar, Alberu se acercó y lo encerró en un abrazo, la felicidad era indescriptible, Cale no dijo nada, solo devolvió el abrazo en silencio.  Si , lo sorprendió el repentino abrazo pero fue reconfortante.

Cale estaba sorprendido de que el dolor se fuera con el repentino abrazo de su amante. Sin embargo tenía que preguntar.

“Alberu? ¿Pasó algo mientras dormía?”.

‘¿Por qué luces tan preocupado?’.

Por alguna razón, lo último se quedó atascado en su garganta.

Alberu alejo a Cale de su abrazo e hizo contacto visual.

“Antes de contestar tus preguntas contéstame una cosa Cale, que es lo último que recuerdas?”.

“Qué tonterías estás diciendo?”.

Cale sentía que podía recordar algo pero no lograba recordar qué es,  tenía la sensación y cierta familiaridad.

Se esforzó un poco más al usar su ‘ registro ‘ sin embargo solo logro una fuerte migraña que lo hizo marearse y casi perder la conciencia.

Cale cayó hacia enfrente, fue sostenido y abrazado por Alberu, a Cale le costó enfocar su vista borrosa.

‘¡¿Por qué demonios me mareo?! ¿Y que es este insoportable dolor?’.

Cale se sostuvo del hombro de Alberu, encerró la ropa en su puño aferrándose al rubio.
Alberu estaba ansioso mientras pensaba.
‘será que no recuerda nada en realidad? Pero por sus respuestas parecía recordar’.

“Cale, si te duele demasiado no contestes”.

Ignorando sus palabras habló con dificultad, Cale solo tenía recuerdos superficiales como flashazos de hoy.

EL DIOS DE LA MUERTE ESTA ABURRIDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora