Mi amor ya estoy listo para irnos, decía el dulce Wen Ning, esposo doncel de Jiang Cheng, uno de los hombres más cotizados en la rama empresarial, por haber sacado a su empresa de la banca rota, dónde la dejo su padre y madre, antes de tratar de fugarse y morir, terriblemente en un accidente aereo.
El no iba con ellos, por qué su intención era dejarlo botado con todas las deudas, compromisos y acreedores molestos, lamentablemente dios, no cumple caprichos ni endereza jorobados, el joven recibió ayuda de su suegro Wen Rouhan, para sacar adelante su situación económica.
En la mansión Jin, todo era lo contrario, Xichen lloraba de rabia, su esposo no lo llevaría a el, a la fiesta de compromiso del Nie mayor, pues iría con una de sus amantes, la señorita Wen Quing, hija de uno de los hombres más adinerados después de los Jin en toda China, la muchacha estaba encaprichada con su esposo, a pesar de estar casados, el seguía consecuentando a la mujer, sobre lo que el que era su esposo le pedía.
Yao corría en su apartamento de lado a lado, su idiota novio no llegaba por el, de seguro al tonto hombre se le había olvidado irlo a recoger, por andar de tanga fácil con algunas de esas zorras con las que se revolcaba, al menos en su mente desconfiada, por qué en realidad, ese chico besaba el piso por dónde pasaba su amor Yao, nunca ni con el pensamiento, lo había engañado, pero el como buen novio celoso, veía la traición hasta en las meseras de los clubes que pertenecían a la familia Nie.
Wangji con ayuda de su prometida se arregló lo mejor que pudo, para ir a ese compromiso que empezaba a odiar sobre todo por qué, el heredero de la familia Nie le había quitado su juguete sexual favorito, desde que el Lan conoció a Wei Wuxian en la secundaria se prendo de el, si bien era cierto que había tenido múltiples parejas sexuales, ninguno lo lleno de tanto placer, como cuando lo hacia con el.
Wangji será mejor que nos vayamos ya, a tu padre no va a gustarle que seamos impuntuales, declaró la mujer entrando a la habitación del Lan, para puyarlo a irse, pues lárgate tu primero, no vaya a ser que tu amante no te coja rico hoy, por qué llegaste tarde con tu prometido como a él le gusta, grito Wangji desde el baño.
La mujer se fue molesta dando un portazo, ya faltaba poco para quitarse de encima a ese viejo cerdo, que la amenazaba con terminar su compromiso con el Lan si no se acostaba con el, para ella era repugnante tener relaciones con ese hombre, pues tenía costumbres bizarras para encamdilarse el y su suegra eran la peor calaña de gente perversa, a la hora de las relaciones sexuales.
Los Wei ya iban saliendo de su hogar, rumbo al salón de eventos donde se realizaría la fiesta, mi amor el encargo que te pedí ya está en camino, preguntaba la mujer a su esposo, por supuesto que sí señora, sus deseos han sido órdenes para mí, todo será como usted lo pidio tan amablemente, bien que bueno.
Por qué no quiero que esa bestia pase un día más, sin saber que no puede ir por la vida lastimado a las personas, más cuando estás te aman lo suficiente como para dar todo por ti, no es si mi niño, decía la mujer en vos alta, pero su hijo iba tan el la luna, que ni siquiera contesto a la pregunta de su madre.
Mi niñoooooooo grito la mujer para llamar la atención del joven, hooo siii,,siii,,, siiiiii, no se que preguntaste pero creo que sí debes tener razón, así me gusta mi amor, ven aqui con mamá y papá, deja que te apapachemos un rato más, antes de que partas definitivamente a tu nuevo hogar.
Quiero que sepas mi amor que siempre podrás contar con nuestro apoyo, sea cual sea la situación, nunca te olvides que por mucho que te equivoques o pienses que te equivocaste estaremos de tu lado, no habrá nada que nosotros como tus padres no podamos solucionar, con tal de que seas feliz, tennos confianza, declaró la mujer mientras Wuxian se pegaba a ellos para sentirse protegido.
En uno de los cruces peatonales, a dos cuadras del salón de eventos, donde se realizaría la fiesta de compromiso, despedida de soltero y boda del heredero Nie Mingjue, con el doncel Wei Wuxian, una motocicleta se estacióno al lado del auto del Lan, era una mujer super presiosa, llevaba unos pantalones de piel ajustados a su piel, su pequeña cintura, su enorme tracero y gran porte frontal, hacian lucir su ropa como cuando inflas a un globo con demasiado aire,como si fuese a explotar con el simple roce de una superficie.
Wangji asomó su cabeza por la ventanilla del auto, a donde vamos primor, te ayudo a cargar esas suculentas nalgas aquí en mis piernas, muñeca, si quieres podría darte un poco de aceite para tu motor, la mujer volteo a ver al hombre con una sonrisa de satisfacción, como le daría gusto ver cómo sus compañeros le dan su merecido al imbécil hombre, de hecho lo grabaría para subirlo a las redes sociales y así darle una lección a todos los malditos pervertidos, que piensan que mujeres y donceles solo son carne para moler.
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Inadecuado
Short StoryHizo de todo para demostrar que era lo suficientemente bueno para estar a su altura pero nunca consiguió estar a su nivel.