¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Nie Mingjue hijo mayor de la familia Nie, su madre murió cuando el era adolescente, cuando ingreso a la secundaria se enamoro por ves primera, una profesora novata lo enamoró, lo ilusiono, acepto sus costos regalos, paseos y artículos de prestigio, que ella ni con todo su sueldo pudiera haber podido pagar, pasaron dos años de relación de novios, hasta que un dia Mingjue la descubrió encandilando a otro chico, también era rico no tanto como el pero también tenía como para dar el ancho, de lo que la mujer estaba acostumbrada gracias a el.
Regreso a su casa ese día con el corazón roto, decidido a no volver a caer en las garras del amor, de ahora en adelante le demostraría a esa y todas las mujeres , que el no era un idiota con el podías jugar y luego botarlo, típico pensamiento de adolescente herido, desde ese día conquistó a cuánto doncel, chica y uno que otro sumiso, que se le ofrecía.
Por qué bueno el chico no era un hombre enclenque, como llamaba a su hermano menor, el era todo un Nie de buena estirpe, alto, robusto, lleno de músculos, sumamente marcados producto de la disciplina de artes marciales, que llevaba adicional a su educación.
Cara perfilada, muy atractiva y un carácter de macho pecho peludo, que le botaba las bragas y algunos boxer a más de unos por toda la escuela, hola cariño me has tenido muy abandonada, dijo la profesora a su alumno, con voz sugerente cerca de su oído, saca tu asquerosa cara de mi oído puta barata, no quiero que me pegues tu gonorrea, lárgate con la basura que te ha recogido todos estos días, escupió el Nie a la mujer dándole un fuerte empujón que la mando al piso.
Ten un poquito de dignidad golfa de quinta, no te me vuelvas a acercar, por qué la siguiente ves que lo intentes, me olvidaré de mi caballerosidad, te pateare tan lejos de esta escuela, que no podrás volver a ver a esa bola de idiotas, que te coges en cada esquina de este instituto, basura, el Nie se marchó del sanitario, dónde lo había interceptado la mujer, para darse una agasajada dentro de uno de los cubículos del baño.
De ahí en adelante todo fue de mal en peor, su padre se esmeraba por hacerle ver qué no todas las mujeres o donceles eran traicioneros, pero el ya estaba cerrado de su corazón, conseguía amigas sexuales, compañeras de citas o se enredaba con algunas de las clientas que llegaban a los centros nocturnos, propiedad de su padre pero nada serio en realidad.
Hasta que conoció a Yao, en la universidad, el doncel llegó de intercambio estudiantil, vivió un tiempo en su casa donde le presento a su padre y a su hermano, ahí Hausiang se enamoro de su amigo, este le dijo que Yao era su novio, solo para alejarlo un poco pero no funcionó, así que unos años más tarde Hausiang y Yao se hicieron novios formales.
Otra decepción para el Nie, que secretamente sentía algo por ese doncel, era tan distinto a todas y todos, con los que había estado que fue imposible no amarlo, era maternal, protector, los atendían y los regañaba cunado ellos hacían las cosas mal, pero al ver que su hermano menor lo adoraba, no le quedó de otra más que cederlo a el, de todas maneras el ya había tomado una decisión, de no hacer vida de pareja, ni volver a entregar su corazón, por qué para el, el amor era una condena, un martirio y una perdida total de tiempo.
A los 30 años cumplidos, su padre y su hermano lo acorralaron durante su fiesta de cumpleaños, lo llevaron a tal extremo de que el soltó una amenaza:
Me casare entonces con el primer doncel o mujer que entre por esa puerta.
El había invitado a su amigo Yao, quería jugarle una broma a su hermano, para que lo dejara en paz pero le salió el tiro por la culata, pues su amigo como siempre impuntual no llego, ni en ese momento ni en otro, el que entró en su lugar fue un doncel loco, que corría y gritaba como niña, que un delincuente le quería sacar sus órganos, para venderlos por qué no traía suficiente dinero para tenerlo conforme.
Su padre y su hermano sacaron estrellitas de sus ojos, cuando el doncel contó su triste historia, el se identificó con el, ese chico había sufrido lo mismo que el, solo que este se había quedado demasiado tiempo en esa burbuja llamado amor, ahora diez años después por fin se había reventado dejándolo preñado, jodido y sin lugar a donde ir.
Así que el tenía lo que necesitaba, y el otro lo que le faltaba, Wuxian estaba embarazado, el bebé que tanto le hacia falta a su familia y Mingjue era un hombre de palabra, le prometió apoyo, beneficios y una vida tranquila y el sabía cómo darle eso, por qué no crean que se dejaría embaucar, por esa cara bonita, esas curvas peligrosas y esa personalidad arrolladora, jamás el era Nie Mingjue, un poderoso toro de Lidia sangre pura, el nunca pedía por favor, tampoco permiso, el siempre daba la última palabra...
Nie Mingjue,.... bajas de ese auto en este instante o te juro que no tendremos trenecito por tres meses seguidos, aunque tenga que encerrarme en el sótano durante todo ese tiempo, gritaba el doncel a su esposo, que se negaba a bajar del auto, pues no quería dejar a sus bebés de tres añitos en el jardín de infancia.
Nie Mingjue nunca dice nada que no sea la última palabra:
Si mi vida como tú mandes corazón.....
Sus últimas palabras siempre, ven lo fácil que fue domar a ese macho pecho peludo, ese toro de Lidia sangre pura, una braga jala más que un alambre de acero.
