Amor entre clases [Carla x Alejandro]

~Capitulo II~

Hoy era miércoles, lo cual significa que nos tocaba educación física a última hora.

La clase empezó como siempre, pero había una cosa con la que no contaba, a Alejandro le tocaba hacer el calentamiento y el profesor le ofreció elegir un compañero para hacerlo, yo, yo tenía la esperanza de ser la escogida, pero sus labios no formularon mi nombre.

—Con Aurora.— Pronunció él.

Como podía preferir a ella antes que a mí. Bueno pensadolo bien Aurora era más sociable y no como yo ... No tenía miedo a enamorarse, ni le ponían apodos raros, era más graciosa que yo y tenía más amigos, yo simplemente no era como ella. Cuando terminamos de calentar Ale me miró y eso me calentó más que cualquier calentamiento, empezamos a correr, yo no podía concentrarme teniendo tal monumento delante, al terminar las vueltas de las cuales yo solo hice dos, el estaba sudando, su piel y su pelo estaban más brillantes que nunca gracias a los rayos de sol que se le reflejaban y eso me ponía el corazón a mil.

—Vengan todos.— ordenó el profesor, Óscar interrumpiendo todas mis fantasías.—Este trimestre practicaremos ping pong.—

Alejandro saltaba de alegría, en clases comentaba a menudo que el era bastante bueno, mi corazón se rompió al darse cuenta de que se había girado para buscar a Aurora.

—Alejandro tú irás con Carlos, digo Carla.— Dijo Óscar mientras sacaba las palas, las mesas y decía el resto de parejas.

Nos colocamos en la mesa más cercana al campo de voley, al lado de Lucas y Pablo, Este último se pasó toda la clase tirando me pelotas y llamándome "chica lobo" aunque Alejandro le dijo un par de veces que no me dijera eso, es tan amable. En un punto de la práctica Ale vió que yo estaba agarrando la pala mal y acercó su mano hacia la mía y me la colocó correctamente con sus suaves dedos, yo me sentía en un sueño hasta que el gracioso de Pablo me tiró una pelota en la cara y Ale no pudo evitar reír, vale era gracioso, pero a mí no me parecía en ese momento. La clase finalizó sin más inconvenientes y me dirigí hacia mí mochila para beber un poco de agua, pero cuando la manada de animales llamados mis compañeros se percataron de que yo poseía agua todos empezaron a pedirme incluso Alejandro, yo solo sé la dí a él, no sin antes beber yo. Él pegó su boca a mí botella, bebió y me la devolvió, espera eso había sido un beso indirecto.

—Gracias, y perdón por pegar la boca, si no seguro me tiraba la botella por encima.

Claro que no, no era un beso indirecto, como podía pensar en esas cosas yo a Ale no le gustaba y mucho menos el me besaría.

Aviso: Gracias a la clase por apoyar este proyecto, sobre todo a Aurora, Lucas, Alba y Elena por dar su opinión, comentad porfa