CAPÍTULO 5: CONVIVIENDO CON EL REY

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Y después de tanto tiempo continuamos.

Disfrutad 🥰

Mientras partían en dirección al Reino de Bowser Mario se sentía inseguro por dejar a Luigi solo en la casa. Apenas se habían separado, pero esto lo hacía en verdad para que Bowser se diese cuanta que no podría conquistar su corazón en tres días, además de hacerlo por el Reino Champiñón y todos sus habitantes, entre ellos la princesa Peach y Luigi. Mario estuvo todo el viaje callado y mirando enfadado a Bowser y Kamek sin quitarles el ojo en el caso de que todo formase parte de un plan secreto. Al llegar al castillo Bowser guio a Mario a su dormitorio: una enorme cama para él solo, una mesita de noche, un armario, un cuarto de baño y una ventana con vistas a las lejanías del Reino Champiñón.

B: “¿Te gusta tu habitación? Le pedí a mis sirvientes que la adaptase a tus gustos.”

M: “Es… es muy bonita.” Tocó las sábanas de la cama. “Sábanas de invierno, y de mis favoritas.”

B: “Me alegra que te gusten.” Dijo sonriendo contento. “En una hora comeremos. Tú mientras tanto acomódate."

M: “G-gracias… ¡Pero si la comida está envenenada juro que te…!”

B: “¡No, no, no! Te prometo que no voy a envenenarte. Es más, hoy habrá lasaña con buena carne picada de vacuno.” Aun así Mario seguía sin creerle. “Vendré a buscarte, tal vez no sepas dónde está el comedor.”

M: “¿Tienes un comedor?”

B: “Pues claro. ¿Te crees que como en mi trono?” Salió de la habitación. “Deshaz tu maleta y relájate.” Y con eso cerró la puerta.

Ya en el comedor Mario se sentó en el extremo opuesto a Bowser con el fin de no estar cerca de él. Los sirvientes de Bowser les sirvieron la comida al rey y a Mario y este último se puso a examinar la lasaña. 

B: “A ver qué te parece. Si no es de tu agrado yo…”

M: “¡PRUÉBALA!” Bowser le miró confundido. “¡PRUÉBALA TÚ PRIMERO! ¡SEGURO QUE ESTÁ ENVENENADA!” Dijo con una mirada bastante enfadada.

B: “Mario, te prometo que no hay ningún truco.”

M: “Entonces…” Llamó a un Koopa sirviente. “Pruébala tú por mí por favor.”

Koopa: Se llevó un cachito de lasaña a la boca, la degustó y se la tragó. “¿Ves Mario? Si estuviese envenenada yo ya estaría tirado en el suelo y muerto.”

M: “*No parece que haya truco, pero tal vez el veneno solo tenga inmunidad para los Koopas. Aunque… no voy a negar que tiene buena pinta.*” Agarró su tenedor, tomó un poco de la lasaña y se la comió. “Oye, pues está muy buena.”

B: “¿Lo ves Mario? Te dije que te gustaría.”

El almuerzo transcurrió sin conflicto alguno mientras Mario seguía sin bajar la guardia.

M: “Bueno, ¿y ahora qué sueles hacer tú? Además de planear otro de sus planes para secuestrar a la princesa.”

B: “Me suelto echar una siesta.” Mario lo miró dudando. “Si quieres puedes descansar en…”

M: “¡NO VOY A DORMIR CONTIGO!”

B: “… Iba a decir que podías ir a tu habitación, pero si no quieres ve a dónde quieras del castillo. Eres el invitado VIP aquí.”

M: “*¿Puedo ir a dónde quiera? Pero si me marcho del castillo y de su reino tal vez me meta a alguien que me vigile, además esto lo hago por el bien del Reino Champiñón y los que me quieren. Tampoco es que Bowser me esté engañando. Creo que por esta vez confiaré en él.* En ese caso me vuelvo a mi cuarto. Yo también estoy algo cansado.”

B: “Por supuesto Mario. Kamek, guíale para que recuerde dónde está su habitación.”

K: “Si amo Bowser.” Durante el camino hubo tensión entre los dos. “Que sepas que esto lo hago por el amo. Si no fuese por él te convertiría ahora mismo en una débil e indefensa cucaracha.”

M: “¡Pues atrévete! ¡Sabes bien que ganaría yo si nos enfrentásemos!”

K: “No. Es obvio que Bowser siente algo muy especial por ti, y créeme cuando te digo que cuando promete algo es de verdad. ¿Acaso no has acabado peleándote con él o su ejército te ha atacado?”

M: “No…”

K: “Entonces no tienes nada que temer, al menos mientras que él mismo lo diga.” Llegaron al cuarto de Mario. “No le cuentes a nadie que fui amable contigo, ¿está bien?”

M: Estaba avergonzado y decepcionado consigo mismo. “Está bien. Nos vemos luego.” Se metió en su habitación y cerró la puerta.

K: “Ay, la juventud.”

La tarde pasó tranquila, sin preocupaciones por parte de Mario. Antes de la cena Mario decidió darse un baño. Llenó la bañera, cerró las puertas de la habitación y del baño por si alguien se atreviera a entrar, se desnudó y se metió en el agua. Ahora solo podía relajarse y disfrutar de lo calentita que estaba el agua.

M: Suspiró. “*No sabía que Bowser podía ser tan… caballeroso, incluso si se trata de un hombre. Aunque ahora que lo pienso, yo ya no sé si me estaré volviendo gay o tal vez sea bisexual. Cuando me secuestró y me desnudó una parte de mí lo disfrutaba, quería que me viese tal y como soy. Ninguna chica querría acostarse conmigo por mi cuerpo, pero Bowser… me dijo que había belleza en mí… es la primera vez que alguien me dice esos alagos.* Se sonrojo a más no poder. “*Creo que… tal vez sí debería darle una oportunidad, después de todo a él no le desagrada mi cuerpo. Ni a él ni a Luigi.*” En su mente visualizó a su pequeño hermano. “Me pregunto qué estará haciendo ahora.”

Ya limpio Mario se preparó para la cena, aún con dudas pero no tantas como en el almuerzo.

B: “¿Sabes Mario? Gracias a ti me he dado cuenta que los italianos tuvisteis las mejores ideas para la pasta. Estos espaguetis a la carbonara están deliciosos.”

M: Se sonrojó. “G-gracias… en realidad… Luigi y yo somos italoamericanos.”

B: “¿Italoamericanos?”

M: “Americanos con descendencia italiana.”

B: Estaba impresionado por aquel dato que Mario le proporcionó. “Ya decía yo que te manejabas muy bien con el inglés.”

M: “Si… también sé español, pero lo hablo muy poco.” (*Nota de la autora: es una referencia a Charles Martinet, pues él sí sabe español*).

B: “Da igual el idioma, tu voz sigue siendo igual de preciosa.” Mario se sonrojó más. “Mi pequeño tomatito.”

M: “¿Y-yo? ¿P-por qué me has… l-llamado así?”

B: “Cuando te sonrojas eres como un tomate, pero en tu caso eres un lindo tomatito.”

M: Escondió su rostro bajo su gorra. “¡Bowser, para! ¡Me da mucha vergüenza!”

Ya terminaron de cenar Bowser invitó a Mario a dar un paseo por el exterior. Aunque Mario estaba asqueado por caminar por aquel páramo a las afueras del castillo Bowser le confió que nada ni nadie lo iría a atacar y que volverían pronto adentro.

M: “¿Sabés Bowser? Puede que en el fondo no seas tan malo como creen.” Dijo dedicándole una sonrisa.


Y eso es todo por ahora.

Decidme qué os ha parecido el regreso del Mario x Bowser porfi 😇

Nos vemos 💕


Enamorado de mi enemigo (Mario x Bowser)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora