CAPÍTULO 8: CON CARIÑO Y CUIDADO

1.3K 61 76
                                    

Mario estaba tan emocionado que cuando consiguió conciliar el sueño lo primero que su mente le hizo soñar fue estar con Bowser, los dos solos en la cama, estando el joven semidesnudo tumbado apoyándose sobre el colchón con su brazo mientras el rey de los Koopas se acercaba a él y posaba su zarpa en su rosada mejilla. 

B: “Prometo que esto no dolerá.” Dijo Bowser en su sueño retirándole su ropa interior dejando al descubierto la erección de Mario. “¡Eres tan apetecible Mario! ¡A tomar por saco, voy a follarte hasta que quedes paralítico!”

M: “¿¡Q-QUÉ!? ¡Dijiste que iríamos más despacio!”

B: “Lo siento Mario, pero te veo ahí echadito y desnudo que no quiero esperar.” Tomó un dildo con púas. “Me la suda que sea tu primera vez. ¡Vas a gritar de placer hasta que te quedes afónico!” Comenzó a reír como él solía hacer mientras Mario lo miraba aterrorizado.

Mario consiguió despertarse de ese mal sueño mientras gritaba. Pasó su brazo por su frente retirándose el sudor de su frente.

M: “Tal vez esto no sea una buena idea.” Susurró.

A la mañana siguiente Kamek llevó a Mario al comedor para desayunar. Bowser le dio los buenos días feliz y Mario solo le devolvió el saludo cansado. Durante el desayuno Mario solo miraba para su plato asustado y triste, cosa que Bowser notó.

B: Ordenó a sus sirvientes que lo dejasen a solas con él. “¿Estás bien Mario? Apenas te has tomado tus tortitas.”

M: “E-estoy bien, es solo que… Bueno…”

B: “¿Estás nervioso por lo de esta noche?” Mario le miró sorprendido. “Yo también me sentí así la primera vez. Es algo normal.” 

M: Mario ya estaba aterrado. Su pesadilla se iba a hacer realidad. “Pero… dijiste que…”

B: “¡Oh, cierto! Las “manualidades”. Perdón por olvidarme.” Rio avergonzado.

M: Suspiró de alivio. “Menos mal. Es que hoy tuve un sueño horrible… D-digo… n-no es que era horrible… es que creí que sería bonito, pero…” Se estaba trabando. No sabía cuáles eran las palabras idóneas.

B: “Tienes mucho miedo, ¿verdad?” Asintió con un gemido triste. “Mario, mi lindo tomatito.” Se levantó de su silla y se dirigió hacia Mario. “Te prometo que no llegaremos tan lejos si así lo necesitas. No quiero presionarte.”

M: “¿L-lo prometes?”

B: “Palabrita del rey Koopa.”

M: Le pareció tierno. “Está bien, creo en ti.”

Llegada la noche, después de cenar, Bowser llevó a Mario hasta su dormitorio: en el suelo había una gran alfombra con la cara de Bowser, grandes llamas detrás de su cama iluminaban la sala y dando un calor abrasador, y una gran cama con sábanas, colcha y almohada negras.

M: Comenzó a sudar y abanicarse con su mano. “Hace mucho calor aquí.”

B: “¿Quieres quitarte la ropa?”

M: “Oh Bowser, ¿ya quieres verme desnudo?” Dijo con un tono seductor.

B: “Me encantaría Mario.”

M: “Bien, entonces…” 

Comenzó a quitarse la ropa delante de Bowser. Comenzó con su gorra para seguir con sus guantes, zapatos y calcetines, se desabrochó su overol de fontanero retirándoselo junto con su camiseta. Cuando ya solo estaba en ropa interior la vergüenza volvió a invadirle dejándole inmóvil sosteniéndose su brazo izquierdo al derecho y bajando su cabeza.

Enamorado de mi enemigo (Mario x Bowser)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora