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Maratón- 1/2

Minho suspiró con pesadez, llevaba dos días sin poder visitar a Jisung, y aquello lo molestaba demasiado

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Minho suspiró con pesadez, llevaba dos días sin poder visitar a Jisung, y aquello lo molestaba demasiado.

—¿Qué pasa?— preguntó Hwang, que caminaba junto a él, ya que se habían encontrado por el camino

—No se si conseguiré volver a estar con Jisung— respondió el pelinegro con la cabeza baja

—¡¿Estuvieron juntos?!— el rubio abrió sus ojos con sorpresa

—No, me refiero a estar a su lado— dijo con tranquilidad

—Ósea que no quieres tener nada con el— Hyunjin entrecerró sus ojos

—Si quiero tener algo con él, pero... cómo lo voy a conseguir si no quiere verme la cara— en las palabras de Minho se podía sentir su tristeza

—Wow, la primera vez que te escucho dudando de ti mismo— Hwang metió sus manos en los bolsillos de su largo abrigo tras recibir un suave golpe por parte de Lee.

—¿Tú a dónde vas?— el rubio fijó su mirada en el móvil del mayor de forma disimulada

—A una cafetería que han abierto hace poco, quiero probar el café de allí— dijo Minho, fijando su mirada en la dirección del móvil

—¿Y tú?— levantó su cabeza para darle atención a su amigo

—A ver a mi amado— las palabras del contrario se endulzaron mientras sus mejillas se volvían un rojo carmesí

—Oh, Yang Jeongin— Lee giró sus ojos con pesadez, ahora sus dos mejores amigos parecían estar entrando en sus etapas primaverales.

Ambos estaban conociendo a alguien para, dentro de poco, presentarlos como sus parejas oficiales mientras él se ahogaba en un vaso de culpa por sus malas decisiones.

—Aquí está la cafetería— el pelinegro se paró enfrente de un lindo edificio, decorado con paredes blancas y un azul oscuro, lo cual le recordó de forma cierta al menor. También se podía ver a través del gran ventanal una mesa, en la cual un gatito lamía sus patas con tranquilidad

—Parece un buen sitio— susurro Hyunjin con su mirada posada en el tierno gato, iba a despedirse del pelinegro cuando escuchó su nombre en un grito.

Ambos chicos giraron sus cabezas, viendo a un pequeño castaño correr a los brazos del rubio. Así que con rapidez Hyunjin estiró sus brazos, abriéndolos para recibir a Jeongin con una cálida sonrisa y varios besos repartidos por su lindo rostro, hasta llegar a sus labios.

Minho miraba a la pareja, no sabía si definir su sentimiento como asco, envidia o orgullo.

Al parecer su amigo había encontrado a una persona de corazón puro y bello, lo había notado desde que vio a Yang correr a los brazos de Hwang sin importarle demasiado las miradas ni los murmullos y como su rostro era adornado con una sonrisa de amor sincero.

Cider cookies 「 Minsung 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora