Cider cookies 「 Minsung 」

02

Jisung entró en la panadería a eso de las 14:14, saludando a su compañero, Jeongin, el cual se encontraba en el mostrador, organizando los recibos.

Él era un chico dos años menor que él, era muy amable y tierno, además parecía disfrutar mucho de su trabajo.

Le sonrió rápidamente para luego ir a la parte trasera, encontrando a su mejor amigo, Felix, amasando con algo de dificultad la masa para unas galletas de chocolate.

—Te veo pasando trabajo— Jisung se colocaba su uniforme blanco mientras hablaba con el australiano —Si, es que no quiero hacer la masa otra vez— Dijo el más bajo riendo

—Vuelve a hacer la masa anda, no le vamos a dar a los clientes unas galletas tiesas— Jisung se colocó sus guantes para luego agarrar algunas bandejas, y dirigirse a la entrada principal, su compañero rápidamente le ayudó mientras cruzaban algunas palabras.

—¿Seungmin se encuentra bien?, escuche que se enfermó— Jeongin era un gran amigo de Seungmin, así que le respondió con amabilidad —Oh si, él está mejor, solo tiene la garganta algo irritada— Contestó sonriendo.

Felix entró en su campo visual, apoyando sus brazos en el mostrador —¡He estado trabajando yo solo por las mañanas!, le doy gracias a dios porque esto sea una tienda algo pequeña y no vengan tantas personas— Habló mientras observaba a los demás organizar las estanterías

—¡Te he intentado ayudar lo más posible pero tú solo me respondes con un "no, yo lo puedo hacer solo"!— Dijo Yang con algo de enojo y burla.

Han solo observaba aquella pelea con una sonrisa en el rostro. Eso era lo que más amaba de su trabajo, el que lo compartía con sus amigos más cercanos y no con desconocidos o sólo compañeros

—Ay, calla. Has estado trabajando solo porque vienen esos hombres guapos— Contraatacó el australiano riendo

—¿Qué hombres?— Por fin la voz del peliazul se escuchaba en la tienda

—Oh, estos días ha estado viniendo unos hombres y uno de ellos es demasiado atractivo, es un poco más alto que Felix— Dijo el castaño con una sonrisa algo pícara en sus labios

—Me dijo su nombre, era...Hwang Hyunjin, hasta su nombre es atractivo y el chico que lo acompañaba se llamaba Lee Minho— dio la vuelta al mostrador, encaminado a la parte de atrás —Ellos resaltan entre los demás porque intimidan que te cagas— comentó Lee

Han solo respondió un "ya veo", él sabía perfectamente de quién estaba hablando y le causaba mucha frustración que se pusiera nervioso cada vez que escuchaba ese nombre

—¿Has visto a alguno?— Volvió a hablar el australiano, el cual parecía embobado mirando una de las deliciosas tartas —Si, uno de ellos viene todas las tardes a comprar pan— respondió con desganas

—Estoy seguro que si yo fuera más serio como ellos todos estarían muertos por mi, pero no puedo hacer eso, porque sino pierdo mi esencia— El menor cambio su expresión a una de pena, sin duda, lo mejor de su personalidad era lo gracioso que podría llegar a ser sin ni siquiera intentarlo