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El chico sonreía mientras lo miraba fijamente, su voz se podía escuchar pero nada de lo que estaba diciendo se entendía con claridad. Tan solo observaba al menor sonreír con algo de pena y tristeza.

¿Qué era lo que le estaba diciendo para crear una expresión como esa?

Minho abrió sus ojos con sobresalto, su respiración agitada y el sudor delataba la pesadilla que había tenido

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Minho abrió sus ojos con sobresalto, su respiración agitada y el sudor delataba la pesadilla que había tenido. *Otra vez no, joder* Pensó mientras restregaba sus manos en su rostro.

Llevaba años soñando con aquel momento de instituto. Cuando el chico castaño lo miraba con nerviosismo y él solo respondía de forma cortante creando un ambiente triste e incómodo entre ambos.

Lo malo de tener aquellos sueños, es que su día siempre acababa siendo horrible. La semana pasada se dobló el tobillo mientras creaba una coreografía, justo el día que había tenido aquel sueño; en otra ocasión, un café fue derramado en todos los papeles que él ya había firmado y corregido, había tenido el sueño; y así ocurría siempre.

Suspiro mientras se levantaba de la cama, tenía que prepararse para poder llegar vivo hasta el final del día.

Todo parecía marchar bien, Lee se había encargado de organizar todo correctamente antes de tiempo, había corregido y enviado los papeles que faltaban, también había adelantado algunas presentaciones y avisado a los demás jefes para evitar un retraso en la reunión más importante del mes. En pocas palabras todo estaba saliendo perfecto.

El se encontraba en su despacho, agitando un bolígrafo entre sus dedos mientras observaba la ciudad, disfrutando de la paz que había en su empresa y de su receso de 10 minutos. Hasta que Hwang interrumpió con sus plegarias

—¿No sabes tocar la puerta o que?— Escupió con gran molestia, girándose su silla hacia el de cabellos rubios. —Lee, perdóneme, pero tengo un pequeño problema— Hablo Hyunjin con algo de prisa y nerviosismos

—Me han llamado diciéndome que hay un problema con mi abuela, y no he podido terminar el papeleo que me has asignado—.

El suspiro de Minho no tardó en salir mientras presionaba con algo de enojo el puente de su nariz.

—Está bien, puedes ir. Yo lo termino—

Sabía lo compleja que era la situación de su mejor amigo. Era difícil tener un familiar tan enfermizo, no era la primera vez que el rubio tenía que abandonar su trabajo de forma repentina.

Hyunjin le agradeció con una sonrisa mientras salía corriendo del sitio. Otro suspiró fue soltado mientras colocaba su vista en el ordenador, no había cosa que odiara más que hacer horas extras pero ese era su castigo por ser el jefe, todo lo que fallará iba a acabar en sus hombros, así que sin más, se dispuso a trabajar.

 Otro suspiró fue soltado mientras colocaba su vista en el ordenador, no había cosa que odiara más que hacer horas extras pero ese era su castigo por ser el jefe, todo lo que fallará iba a acabar en sus hombros, así que sin más, se dispuso a trabajar

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