Capítulo 5

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—No me acostumbro a este cuerpo tan delgado...

Hoy amanecí con el ánimo fitness. Despierto a las diez de la mañana y lo primero que hago es ir con uno de mis compañeros elfos a pedirle que me ayude a armar una rutina. Es fácil para él decirme que haga una serie de 15 x 3 y, aunque pienso que está exagerando, me sorprende que mi cuerpo se preste para hacer muy fácil estos ejercicios.

Creo que se debe al baile, además, no quiero un cuerpo musculoso y exagerado, solo ganar un poco de peso y masa muscular. Lekke tampoco volvió anoche y Ruji está indispuesta, creo que tiene algo que ver con los hechizos que el jefe les pone, porque todas las elfas están así. Lo cierto es que no sé qué hacer, por lo que, tan pronto y termino mi rutina, me voy a la biblioteca a seguir leyendo y recabando más información.

Esta vez le toca a Iskhara.

Hay algo que me gusta de este... país, si se le puede llamar así, y es que tiene muchas cosas interesantes, por ejemplo, que todo se controla con la esencia demoníaca, eso es como la magia, pero brota del mismo demonio, así que, cuanto más fuerte es su esencia, más poderoso es.

—La guerra comenzó hace mil vísperas, cuando Iskhara decidió atacar a los humanos.

"Un Demonio siempre será más fuerte que un Humano, y no más fuerte que un Elfo, pero existen sus excepciones".

Comienzo a hacer mis anotaciones, como el buen ratón de biblioteca que soy. Estudié medicina, realmente no sé nada sobre esta profesión, más que la teoría y todavía ni siquiera comenzaba de lleno con anatomía, así que no puedo decir que, si alguien se estuviera muriendo, yo saldría a su rescate como en las películas.

Quizás me desmaye, pero ni soñando le salvaría la vida.

Pero siempre supe que era bueno en la metodología de la investigación, además de mi amor por la lectura, sobre todo si son temas de mi interés. Por eso no puedo evitar hacer anotaciones y seguir leyendo, siento que aprendo mucho de esta manera, aunque al final no me sirva de nada en la vida diaria.

El conocimiento es poder, decía el meme que me robé de Facebook.

—Veo que te gusta mucho la historia, chico.

Alcé la mirada cuando alguien me habló, fue una voz femenina, joven, pero al ver a esta elfa supe que de joven no tenía nada. Sonreí, sin saber qué responder.

—Me gusta leer —contesté, ella asintió, y después señaló el libro.

—Eso veo, los humanos casi no leen, están muy preocupados sobreviviendo.

—Los humanos siempre encuentran sus formas para sobrevivir, esta es la mía.

—Son interesantes —la miro escéptico—. Los libros —aclara.

—Tienes razón.

Me quiero reír con esto último, Lekke me está pegando sus mañas de zorro.

—¿Qué hace un humano en Haena?

—Leer.

—Me refiero, a qué te trae por aquí.

—La lectura.

A la elfa le entra un TIC en el ojo.

—¿Eres esclavo de alguien? ¿O eres de esos afortunados que lograron escapar a Terra Media?

—Soy esclavo de la lectura, y como puede que sí sea de Terra Media, como puede que no. Lo cierto es que estoy aquí.

—Eres un humano peculiar, mi nombre es Karime, dueña de esta biblioteca que tanto te gusta.

HAENADonde viven las historias. Descúbrelo ahora