VIII

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Me arrastra hasta llegar a la mesa donde él se encontraba.

—Debo seguir trabajando amo — digo mirando mis pies tal y como él me enseño.

Su mano enguantada toma mi barbilla y alza mi cabeza haciendo que sus ojos choquen con los míos.

—No te quiero cerca de él — su voz es fría.

—¿Ya te esta dando problemas? — Jhon llega detrás de él y una emoción se perpetua en mi estómago.

Mis ojos buscan los de él pero ni siquiera mira.

—Nada que no tenga solución — le responde Carlos.

Carlos se aleja de mi y toma asiento junto con los demás, Jhon me toma de la mano.

—Acompáñame.

Asiento y camino detrás de él. Por encima de mi hombro y a lo lejos veo a David su mirada fija en mi y la mia en él hasta que nos perdemos.

Jhon me llevo al baño del club y nos metemos en un cubículo.

Comienza a dejar besos desesperados por mi cuello y yo le respondo de la misma manera ¡lo extrañaba tanto! Poso mis manos a los lados de su cara y lo beso con mucha pasión y desesperación, bajo mis manos por su pecho e intento quitarle la chaqueta pero sus manos no lo permiten tomando mis muñecas.

Poco a poco me va guiando hasta que quedó de rodillas frente a él y de un tirón desabrocha su pantalón y lo baja junto con su bóxer, logrando así dejarlo justo a las altura de mi nariz.

Comienza a masajearlo de arriba hacia abajo mientras que con su otra mano me toma del cabello y me guía para que se lo lama, lo meto a mi boca lentamente y comienzo a succionar de forma delicada, subo y bajo muy suavemente y pequeños gruñidos dejan su boca haciendo que me moje. De un momento a otro acelera el ritmo y va tan rápido que siento que mi mandíbula duele, intento alejarlo colocando mis manos en sus muslos pero no puedo. Él mismo lo controla tomándome por el cabello sus gemidos aumentaron y comienzo a sentir como se tensa, sigo subiendo y bajando de manera rápida hasta que siento un apretón de cabello acompañado de un líquido caliente en mi boca.

—Tragatelo — me ordena y eso hago.

Una vez lo saca de mi boca se vuelve acomodar su pantalón se baja un poco y deja un beso en mi frente, abre la puerta del cubículo y se va. Si, se fue y me dejó ahí arrodillada con mi boca llena de él.

Tratando de procesarlo me levanto y salgo del cubículo me paro frente al lava manos y veo mi reflejo a través del espejo. Mi mandíbula duele al igual que mis mejillas, tomo un poco de agua y lavo mi cara suelto un pequeño suspiro y me quedo ahí, un rato.

No pensé que mi vida cambiará tanto, era una chica de universidad la cual se había enamorado del chico guapo, el chico con el que quería pasar el resto de su vida y él la vendió a un club de locos.

Se que él me ama como yo lo amo a él, se que esto solo es una prueba para demostrarle que mi amor es puro y sincero.

—¡Aquí estas! — una chica interrumpe mi momento de tranquilidad — Vamos, el show va a comenzar y Gaia quiere que estemos presentes para ir aprendiendo.

Asiento y la sigo.

En medio del club colocaron una pequeña tarima y los tubos salen desde el techo del lugar, según lo que la otra chica me explicó hay público VIP y (el no exclusivo) y la verdad es que se nota demasiado la diferencia. Los VIP se encuentran justo frente a la tarima en mesas circulares con botellas de vino y dinero, mientras lo "no exclusivos" vas medio metro detrás de los VIP y van en sillas como las que colocan en una misa más o menos.

Masoquista (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora