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MARATÓN 2/3

Andrea

Un fuerte bullicio me despierta, y me siento un poco aturdida, no estoy en mi habitación así que me siento y es cuando recuerdo todo lo de la noche anterior, una gran cobija cubre mi cuerpo y a unos cuantos pasos de mi lo veo como siempre; todo intimidante, recién levantado, sus ojos fijos en mi como cada que está a mi alrededor.

Lleva puesto unos jean desgastados, una camiseta básica negra y encima de está una chaqueta de cuero, sus manos enguatadas como siempre.

—Buenos días — me dice con su voz extremadamente ronca.

—Buenos días — la verdad no se qué hacer, así que me dispongo a levantarme por completo del sofá. — Gracias por lo de anoche, Jhon a veces no sabe cómo reaccionar pero estoy segura que no me quiso tratar así. Iré a ducharme y luego lo buscaré para arreglar las cosas. — Sus lenguaje corporal cambio apenas dije aquello, se acercó a mí con pasos cautelosos, sus ojos queriendo taladrar los míos, me tomo de la barbilla, su aliento fundándose con el mío.

—¿Cuándo dejaras de ser tan estúpida? — su tono es frio, se nota que me quiere gritar pero se esta conteniendo — ¿se te olvido que te trato como una maldita puta, que quería que te arrodillaras frente a él a para sentirse superior? Si yo no hubiese estado presente hubiera hecho contigo lo que quisiera como siempre lo ha hecho. — me siento chiquita con todo lo que me dice — ¡Dime! ¿Cuándo dejaras de ser una maldita estúpida ante él? — un sollozo deja mi cuerpo y él me suelta.

Recuerdo como Jhon me miraba con desprecio ayer, como andaba con esas sumisas para arriba y para abajo, como no me quería creer.

—Soy una estúpida enamorada, deje todo atrás por él, por eso no acepto el hecho de que él me trate así, de las veces que me ha golpeado, y sobre todo el que me haya traído y vendido a este lugar de porquería — de un momento a otro siento odio, odio por esa persona por la cual yo daba mi vida, por la cual yo corría y él ni siquiera caminaba.

­—¿Qué? — me dice Carlos frunciendo las cejas.

—¿Puedo pedirte algo? — digo y limpio todo rastro de lagrima.

—Depende.

—Enséñame a ser como tú.

—¿Cómo así? ¿De qué hablas?

La verdad siento que estoy que diré sonara loco.

—Haz que me guste este club, que la gente me respete así como hacen con Gaia. No quiero que me vuelvan a humillar.

Una siniestra sonrisa se forma en sus labios.

—Para yo poder lograr eso tienes que poner mucho de tu parte, dejar de ser una maldita loca detrás de Jhon y sobre todo disfrutar el momento. No dejare que nadie te ponga una mano encima a menos de que tu lo quieras. Y pues para que puedas ser una sumisa como lo es Gaia tienes que ser muy especial, hacerte respetar, no demostrar miedo, ni mucho menos bajarle el mentón a alguien al menos que sea una orden mia y creeme me gusta que me mires a los ojos. Ahora ves a ducharte y hacer tus deberes, mañana tienes que dar un show increíble.

No digo nada más y obedezco.

...

Mi día se fue en el gimnasio, practicando mi rutina de mañana con las demás chicas y escogiendo vestuario y eso.

En la noche me toca trabajar de nuevo asi que me encuentro preparándome con un uniforme igual al de el día anterior.

Antes de salir al club Gaia me entrega un instrumento que parece un lápiz, lo usare cada que me sienta en peligro asi que lo disimulo entre mis botas.

La noche inicia tranquila, llevando y trayendo copas, a diferencia de ayer Jhon no me quita la mirada, es más ni le presta atención a las sumisas de su alrededor. Y no se porque esa conversación que tuve con Carlos hizo que tomara esta decisión, recuerdo cuando mis amigas me decían que él no me quería, que me había sido infiel muchas veces, cuando me hizo dejar la universidad porque me había ido a mudar con él, todas las veces que me presentó como su "amiga" y luego me decía que era para protegerme de los buitres de sus amigos, cuando me trajo a este club y me vendió dizque para que yo le demostrara mi amor.

—¡Andrea! — la voz de Gaia me saca de mis pensamientos — ha ocurrido algo — ella llega hasta mi — la sumisa 145 acaba de tener un sobredosis, por lo que no se puede presentar hoy. — Ya se por dónde va la cosa — Ella tenia que ser el centro de atención hoy. Asi que necesito la reemplaces, te sabes todas las rutinas. Solo asiento, dejo la copas en el bar y me voy al pequeño camerino que hay.

Ya casi todas las chicas estaban listas asi que proceden a arreglarme a mi. La verdad me siento nerviosa, también me incomoda el hecho de que las mayorías de las chicas me observen con algo de rabia y es entendible tal y como lo dijo una vez Gaia tengo algunos atributos de los cuales algunas carecen. No le doy tanta mente al asunto y una vez lista me les uno detrás del escenario, hoy nuestro vestuario consiste en un mini traje de porrista, y la temática de este baile es; es seducir con la mirada y atrapar con movimientos sensuales.

Nos anuncian y salgo lentamente con las chicas detrás y trato de poner mi mente en blanco, y pues empezar mi plan. Mis ojos lo buscan de manera inconsciente y lo hallo justo atrás con su mirada puesta en mi, recorriendo cada parte de mi cuerpo sin ningún disimulo una sonrisa siniestra se forma en sus labios, haciendo que mi piel se ponga de gallina y las ganas de darlo todo aumente. Y luego veo a Jhon en la zona VIP mirándome sin ningún tipo de sentimiento y yo intento mirarlo con un poco de desprecio.

"Disfruto" de Carla Morrison se toma el lugar y cada quien toma su lugar en el escenario, los gritos no se hacen esperar y lo vuelvo a mirar, me enfoco solo en él, en bailar para él. Iniciamos con movimientos de caderas muy suaves, recorriendo lentamente nuestro cuerpo con sensualidad.

Lo veo tensarse, recorrer sus labios con la lengua mientras yo sigo dándolo todo, el momento del pole dance llego y mis nervios aumenta ya que solo lo hare yo, acaricio un poco el tubo antes de empezar.

Inicio con movimientos básicos como el "freman" "front hook" "back hook" voy subiendo con un "cradde" luego "lay out" un "skater" la temperatura del púbico aumenta cuando me hago un "straddle v" luego una "inside leg hang" una "star" sigo con un "viva" y finalizo con un "shoulder mount (twisty grip).". miro al lugar donde él estaba pero no lo veo y de un momento a otro siento como me halan sacándome del escenario.


Su mano enguantada tapa mi boca mientras me lleva al camerino el cual se encuentra vacío. — ¿quieres jugar con fuego tan rápido? Puedes quemarte. — me susurra justamente en mi oído y chupa el lóbulo de mi oreja.  

Masoquista (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora