VII

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Comienzo el día como de costumbre, una vez aseada me coloco el "uniforme" el cual es un enterizo de látex coloco mi collar y ato mi cabello en una cola alta.

—Hola — escucho al otro lado de la puerta — 453 hoy comenzarás tus entrenamientos.

¿Entrenamientos? No se de lo que me hablan. Me dirijo a la puerta y esta la chica número 11.

—Sígueme — me dice y la obedezco.

Poco a poco me va adentrando a una habitación donde veo todo tipo de máquinas para hacer ejercicios. Es una especie de gimnasio.

—Tu cuerpo siempre debe estar en forma, es lo que te va a dar de comer — me dice la chica mientras se le acerca a otra chica, pero no una sumisa como nosotras es una Dominatrix. —Ella es Gaia será tu entrenadora personal. Debes hacerle caso en absolutamente todo.

Yo solo asiento, la chica se va dejándome con Gaia.

—Tienes un cuerpo maravilloso — me dice — ¿has hecho ejercicio alguna vez? — niego — ¿cirugías? — vuelvo a negar —¡Dios mio! Que cuerpazo es que tienes niña y todo natural. Bueno pero igual hay que mantenerlo.

Me hace calentar, una vez termino me coloca una rutina; hago glúteos, bíceps, piernas, abdomen y siento que no puedo más. Siento mis piernas como si fueran una gelatina he bajado como diez mil calorías con todo lo que he sudado.

Después de unas dos extensas horas Gaia me deja libre, me dice que me tome una ducha y que me espera en el salón seis.

No se cual es ni que hacen ahí pero después de ducharme me encuentro buscando y preguntando por el salón. Me encuentro a 233 y me lleva al lugar.

Pues, el salón es una especie de estudio de poldance ahí me vuelvo a encontrar a Gaia, me entrega unos leggins y un top deportivo.

Una vez estamos todas listas (hay como alrededor de 50 chicas) nos hacen colocarnos en línea.

—Esto — nos señala los tubos que desciende del suelo hasta el techo — será su arma. Si pues todas aquí saben que son sumisas pero, ustedes fueron escogidas por nuestros amos. — se dirige  a uno de los tubos — esto chicas, es su parte a la exclusividad. Les explico, sus amos las han escogido de entre tantas solo a ustedes porque quieren verlas en acción sin necesidad de un mandato, esto no quiere decir que dejaran de ser sumisa por el contrario. Ustedes serán las mejores pagadas y más codiciadas del lugar.

—Una pregunta — dice la primera en la fila.

—¿Si?

La chica sobresale un poco del grupo y es la chica que me recibió en el club, la que me trajo el collar.

— Ella — me señala — es nueva ¿Cómo puede ser exclusiva si no tiene experiencia?

Literalmente me estaba haciendo la misma pregunta.

—Muy buena pregunta — responde Gaia — y es aquí donde se dan cuenta que lo que las tienen aquí no es la experiencia. En Andrea encontramos muchos atributos que algunas de ustedes carecen, ella es hermosa a su manera, es una aprendiz si, pero su amo es el dueño del lugar y solo quiere pulir ese diamante en bruto que ella es.

Casi todas nos quedamos boquiabiertas, la chica vuelve a su lugar.

—Les explicaré la dinámica; ustedes son cuarenta y cinco chicas en total cada noche un grupo de cinco saldrá a dar un show de poldance. Será un show exclusivo, solo los mejores clientes del lugar pagaran para verlas así que deben de darla toda.

Comenzamos con movimientos básicos y pensándolo bien esto me está gustando, me gusta más el hecho de que seré exclusiva y no tendré que acostarme con todo mundo. Estoy segura que a Jhon le encantará esta noticia.

Masoquista (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora