01

779 104 11
                                    

La razón por la cual Zhanghao "odiaba" las cosas cursis, era únicamente porque consideraba demasiado estúpido ese tipo de cosas.

¿Para qué encariñarse tanto con alguien, si en algún momento ese alguien te iba a dejar?

Ese era su pensamiento cada que una persona le decía halagos o intentaba coquetear con él a base de eso. No es que no lo soportase, o tal vez si, pero si podía quitar algo del mundo serían las millones de frases cursis que existían en el mundo.

Pero tras ello, no podía quitar a Hanbin. El chico más cursi que conoció en su corta vida.

Y es que no era una chico insoportable, le agradaba enormemente estar con él—aunque no lo demostraba—, pero sus frases y halagos solían sonrojarlo demasiado. Odiaba ese hecho, y por eso se proponía odiar al menor.

Aunque fuese una cosa estúpida de intentar.

— Hey, Haohao.

Al oírlo, suspiró pesadamente. — No me digas así.

— Vamos, no seas amargado. —Hanbin dejó a su lado una caja de leche. — ¿Estás ocupado hoy en la tarde?

— ¿Te importa?

El de cabello castaño oscuro estaba acostumbrado a ese hecho; el rechazo de Zhanghao. Siempre se mostraba así ante él.

— Te lo pregunté porque me importa. —respondió lógicamente.

— Para ti no. —negó. — Definitivamente no estoy libre para ti ningún día.

El menor suspiró divertido. — ¿Por qué no?

— No quiero salir con un cursi como tú.

— ¿Alguna vez saliste con alguien como yo?

— No necesito hacerlo.

— ¿Y si te digo una frase linda? —murmuró en un aire coqueto.

Zhanghao se encogió de hombros.

— Ven y quítame las ganas de abrazarte y cuidarte por lo que me resta de vida. —soltó Hanbin.

Se negaba a reaccionar, pero por dentro su corazón saltaba de emoción y sus ganas de sonreír eran incontrolables.

Mordió su labio inferior cuando, inconscientemente, la sonrisa quiso hacerse notar.

— Bueno... —Hao suspiró, alejando su vista de su libro y colocándola sobre Hanbin. — ¿Sólo eso?

— ¿Quieres qué te diga otro?

— No, simplemente pensé que tendrías más creatividad.

— Puedo decirte uno mejor.

Sin pensarlo accedió como un alzamiento de cejas.

— Me gustas, Zhanghao. —afirmó.

— Eso no es un halago. —respondió un poco nervioso, pensando que quizá eso era mentira. — ¿D-De verdad?

— Me gustas, Hao... es completamente verdad.

Zhanghao se sonrojó.

빈늘 "cursi" - haobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora