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Hanbin se sentía un idiota.

— Binie.

Más aún cuando Zhanghao se volvía una pulga necesitada de cariño, desde el instante que dejó de ser cursi.

Pero fingía estar bien y colocaba su mejor sonrisa, porque si se trataba de ZhangHao, Hanbin sería capaz de sonreír aún en el día más gris de su vida.

— ¿Qué sucede?

— Quiero preguntarte algo. —pidió, mientras apoyaba su cabeza en el hombro del menor. — ¿Por qué tan de repente dejaste de ser cursi?

— Tú querías eso. —contestó directamente. — ¿O no?

El silencio de Hao fue un poco largo.

El mayor no podía negar que extrañaba los halagos de Hanbin, ésta había dejado de ser así hacía ya cuatro días.

Ya no lo miraba con adoración, ya no le decía sus frases tan lindas que siempre sacaba de un libro que leía antes de dormir o en la misma mañana antes de irse a la escuela. Ya no lo hacía sonrojar, ya no le decía con todas las letras del abecedario lo loco y embobado que estaba por ella. Hanbin había dejado hacer eso desde el día en la biblioteca.

Y no negaba que se veía hermoso con su nuevo estilo, pero ya no era lo mismo, sentía a Hanbin más y más alejada de el. Como si ya no tuvieran esa pequeña sensación que compartían cuando se miraban al menos por dos segundos y sonreían a causa de la otra.

— Bueno... —rascó su cabeza. — Es extraño igual no oírte decir cosas lindas. Hace días que no te escucho decir algo así.

— Es mejor para ti. — Hanbin acarició su mano. — Me dijiste que para enamorarte tenía que dejar de ser un chico cursi... es lo que estoy haciendo ahora.

Hao tragó dolorosamente.

Mierda, el no quería eso, pero por estúpido y orgulloso le dijo siempre que sí e hizo caso a todas sus inseguridades que le decían; "no vas a poder darle a Hanbin lo que se merece".

Porque se creó una pared falsa de inseguridades que la hacían ser una chica con expectativas infinitas e inalcanzables.

— No lo quería totalmente... —murmuró en un hilo de voz. — Supongo que está bien...

"No lo está, Hao. Jamás lo ha estado". Su subconsciente la regañó.

— Sí, también creó lo mismo. —odiaba tanto sentir a Hanbin como una persona que ya no tenía interés en ella.

— Binie.

— ¿Mmh?

— Yo... ¿yo te sigo gustando? —preguntó atemorizado por su respuesta.

El silencio le rompió un poco el corazón y que Hanbin besara sus nudillos también le dolió.

— Sí, aún me sigues gustando.

Esperó por esa frase cursi, pero nunca llegó.

Simplemente se acomodó mejor en el hombro contrario con un sentimiento culpable en su interior.

— ¿Puedes cantar algo? —pidió Zhanghao.

— ¿Cantar? Pero es cursi, Hao. Siempre me haz dicho que es cursi cantarle a alguien.

— Solo hazlo... no me importa que tan cursi sea. —insistió. — Me gusta tu voz.

— Uhh... —Hanbin soltó una risa. — ¿Qué quieres que cante?

— La última canción que escuchaste hoy.

— Mmh, de acuerdo. —soltó un suspiró, antes de iniciar.

Hanbin tenía una voz que a los oídos de ZhangHao, eran una entrada al cielo. Nunca se cansaría de oír a Bin cantar porque pudo haber dicho que era cursi, pero como amaba oírlo.

— 'Cause the window... opened one time with you and me, Now my forever's falling down... Wondering if you'd want me now? — Hao cerró sus ojos automáticamente. — How could I know? One day I'd wake up felling more... But I had already reached the shore... Guess we were ships in the night, night, night...

Le tarareo de Hanbin hacía que Hao se sintiera completamente tranquilo, sin preocupaciones o sin ser una inseguro completamente confundido.

Estar con Hanbin siempre le trajo seguridad, solo que era muy bobo para darse cuenta.

We were ships in the night, night, night...

Sonrió cuando la voz del menor dejó de sonar.

— Me gusta tu voz.

Hanbin se sonrojó. —N-No es linda...

— Lo es.

— Hao. —la llamó.

— ¿Mmh?

— Va a terminar el último semestre y sabes que la escuela hace esa feria de celebración todos los años. — Hao asintió sobre su hombro. — ¿Me dejarías invitarte?

— ¿Invitarme?

— Ten una cita conmigo ese día. —pidió. — Antes de que pienses que sigo siendo un maldito cursi.

— ¿Una cita? —Bin tragó en seco. — Mmh... de acuerdo, acepto.

— ¿De verdad?

— De todas formas no iría con alguien más. —se encogió de hombros. — Aunque me gustaría ir contigo. Me gusta pasar tiempo a tu lado.

— ¿T-Te gusta eso?

— Me gusta eso, y muchas cosas más de ti.

Hanbin sintió su corazón saltar con emoción y amor.

빈늘 "cursi" - haobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora