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Zhanghao estaba extrañado.

La presencia de Hanbin no se hacía notar por ningún lado, siendo que éste era bastante puntual en varios sentidos y uno de ellos era su llegada al salón.

No es que le importase en gran grado lo que hiciera Hanbin o no, pero simplemente se le hacía extraño o ajeno a la normalidad de Bin.

El siempre se sentaba frente suyo, le hablaba de la vida, de libros que leía, le decía tantos halagos hermosos que por más de no demostrarlo, se quedaba escuchando a Hanbin con toda la atención del mundo.

Y era tan raro no verlo cerca.

Zhanghao podía verse hasta desesperado por buscar a Hanbin con la mirada, pero nada, éste no aparecía.

Igualmente le preocupaba, quizá Hanbin se sintió increíblemente mal y no quiso asistir a la escuela por sus palabras del día anterior.

"Maldito imbécil, ¿qué no ves lo que logras? Quizá no vino a la escuela por tu culpa". Se dijo a sí misma.

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Hanbin, moviendo sus dedos entre sí nerviosamente, se acercó al grupo de Kim Jiwoong. Éstos estaban fuera del salón esperando por el maestro, para que una vez llegase pudieran entrar.

Se sentía un pollito frente a esos cuatro chicos. Estaba nervioso.

— Ho-Hola... —saludó, tocando el hombro de uno de ellos.

Así volteó Jung Jongwoo con una expresión divertida, al ver a Hanbin sonrió con una pizca de ternura porque todos en la clase sabían que Hanbin era el chico más cursi, con los poemas más lindos para decir, que había entre los alumnos.

— Hanbin, hola. —saludó.

Luego de ello, las otras miradas de los restantes se posaron fuertemente en el.

— ¿Cómo está tu día?

— Uhh, bien, gracias por preguntar. —rascó su nuca nerviosa.

— ¿Qué se te ofrece, Bin? —habló el siguiente, Jay, quien con esa profunda mirada con unos ojos de tonalidad miel, hicieron que Hanbin se intimidara.

— ¿Me pueden ayudar? —intrigó con un sonrojo.

— A ver si podemos. —agregó Na Kandem.

— Q-Quiero convertirme en algo... —el grupo frunció el ceño. — D-Digo, yo soy un perdedor demasiado cursi para enamorar a mi crush, a el le gustan los chicos como... como ustedes al fin de cuentas. Quiero ser como ustedes.

— ¿Somos especiales? —preguntó Jongwoo.

— S-Son más geniales que yo.

— ¿Y tú quieres ser como... nosotros? — Jiwoong apuntó a los demás.

Hanbin solía vestir con suéteres un poco más grandes que el, chaquetas de mezclilla y camisas con botones blancas igual de grandes. Al criterio de algunos, Hanbin tenía un aura pacífica, tierna y demasiado inocente como para ser alguien a quien temer.

Pero según decía Zhanghao, el quería un chico alejada de ello, que fuese cero cursi y un poco más genial. Eso haría.

— Vestirme de manera más cool. Dejar de ser un cursi nerd y perdedor para que el chico que me gusta deje de tratarme como alguien insoportable.

— Pero tú no puedes cambiar eso. — Jiwoong palmeó su cabeza suavemente. — Eres único tal y como te muestras, Bin. No puedes cambiar por un chico.

— E-Es que... —suspiró un poco inquieto. — Yo de verdad quiero dejar de agobiarlo con mi cursilería, y siento que si soy un poco más genial podré hacerlo.

El grupo soltó una risa al compás, algo que hizo a Hanbin encogerse en su propio sitio nervioso. Un poco intimidado por esos chicos tan geniales, Hanbin rascó su frente.

— ¿Te parece cambiar tu vestimenta? —sugirió Kandem.

Hanbin miró sus ropas.

Aquel suéter color azul oscuro, que en sí era mucho más grande que el, con unos pantalones negros y unas zapatillas converse negras, al criterio de Bin eran su estilo más personal. ¿En serio debía de cambiarlo?

— Uhh... ¿qué tengo que cambiar?

— Quítate esto. — Jay ayudó a que Hanbin se quitase el suéter, de tal manera que quedase solo con una camisa blanca de mangas cortas. — Con ese suéter pareces un nerd y según dices, a tu crush no le gustan así, ¿verdad?

— Sí, supongo.

— Quítate esto. — Jongwoo sacó los lentes de Hanbin, los cuales utilizaba cada que leía o entraba a clase. — Te verás mejor así.

— P-Pero los necesito...

— Puedes comprar lentes de contacto, luego te los colocas otra vez. — el de cabello castaño claro asintió sutilmente.

— Arreglate el cabello y has que algunos mechones de tu caigan por tu rostro, pero no demasiados. — Hanbin hace lo que Kandem le sugirió.

Trató de hacer su mejor intento con acomodar su cabello como le dijeron y a pesar que le costó un poco, la mirada satisfecha de los otros le dio como un logro interno.

— ¿Qué hago con esto? —levantó su suéter.

— Amárralo en la cintura. —sugirió Jay.

Hanbin solo obedeció.

— ¿Y qué vas a hacer? Dejar de ser cursi. —por último, Jiwoong entró en su cambio.

El chico que había atrapado a Zhanghao y quien, de cierta manera, era su competencia.

— Puedes ser sexy, también indiferente y cortante. Muéstrate difícil de capturar tu atención, que no logren sacar tu lado lindo porque así cagas el plan. Simplemente se... lo contrario a lo que siempre eres.

¿Lo contrario? De acuerdo, Hanbin podía hacerlo.

Nervioso se alejó del grupo para entrar al salón, captó la atención de algunos con el cierto cambio que tuvo y trató de verse lo más serio posible.

Sin sus mejillas sonrojadas, una mirada profunda y un semblante neutral.

Ahí se sentó frente a Zhanghao, dejándolo boquiabierto.

— ¿Qué mierda te hiciste? —le preguntó.

— ¿Un cambio?

Hao tragó en seco.

— Hazme un hijo. —pidió el castaño.

Hanbin se sonrojó y lo vio muy exagerado, volviendo a verse adorable y lindo frente a Zhanghao.

— ¡Hao hyung!

— Por favor házmelo, Hanbin.

빈늘 "cursi" - haobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora