El monstruo

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Heung-min se quedo acostado por un rato mirando el techo de la habitación del hotel, su reloj biológico lo despertó a la misma hora de siempre  aun cuando el dia de hoy no se presentaria a entrenar.

Excusándose de que le dolía el tobillo lo dejaron faltar , sabiendo que con el revuelo de la renuncia del DT, nadie iba a notar su ausencia y mucho menos tendría la visita del doctor del club.

Con apenas tres horas de descanso decidió abandonar la cama , la ansiedad que le generaba el encuentro con su progenitor le quito hasta el apetito,  cada vez que intentó ingerir alimentos la sensación de náuseas se hacía presente. 

Cuando la bañera se llenó de agua , se quitó el pijama y lo dejó bien doblado arriba de la encimera del baño. 

Al sumergirse tuvo que doblar las piernas , este tipo de situaciones era lo que lo hacía extrañar su antigua casa, únicamente por la fortuna que gastó  en personalizar el jacuzzi a su medida y agregarle hidromasajes.

Apoyo la cabeza en el borde del mármol sin embargo el caos en sus pensamientos no le permitió relajarse , la creencia de que estaba pagando algún pecado de su vida pasada  comenzaba a tener más relevancia.

Los toques constantes  en la puerta lo sacaron de su ensoñación, abandonando toda esperanza de tener un momento tranquilo se envolvió la toalla en la cintura y fue a atender. 

Al abrir y encontrarse cara a cara con el culpable de sus pesadillas , inconscientemente retrocedió unos cuantos pasos dejando que el intruso ingresara al único refugio que le quedaba.

Una simple mirada basto para que su cuerpo temblara , rápidamente desvió sus ojos al piso y pidió permiso para ir a cambiarse.

El motivo por el cual planeo encontrarse con su padre en un lugar público fue por la falta de confianza que se tenía para enfrentarlo, mantener las apariencias es un requisito fundamental para su familia, él no haría ningún tipo de escándalo por miedo  a destruir su  buena imagen paternal.

Entre las bolsas de compras encuentro la ropa que compre ayer y me cambio enseguida, hacerlo esperar agravaría la situación.

-¿cuando dejara de jugar? este circo que montó no va a terminar bien 

- usted no entiende , soy un hombre mayor que puede tomar decisiones sin consultarle.- levante levemente la mirada , esta vez no permitiría que me trate como un niño.- soy el que sustenta su hogar.

- Un hombre que se deja montar por otro no puede considerarse uno- el desprecio en su voz dejó bien en claro en que jamás me iba aceptar.- ¿en que fallamos contigo? 

- soy su hijo ¿no puede dejar los prejuicios de lado?. Personas que apenas me conocen fueron capaz de brindarme su cariño y usted que es mi padre no pude.

- Heung-min la gente siente lástima por ti,  te puedo asegurar que los argentinos solo te hablaron porque eras el pasatiempo de su amigo. Desde que te dejo andas de un lado a otro solo porque nadie te quiere.

-¡basta! ellos no son así, no los confunda con usted.

- Deja de humillarte ,aun estas a tiempo de arreglar tu falta. Regresemos a Corea.

- No voy a dejar a Cristian - confieso decidido.- a pesar de las mentiras suyas se que tendré otra oportunidad para solucionar el malentendido. 

- ¿esa es la vida que desea? ser la puta de un jugador que te mantendrá en secreto... – sonrió con arrogancia al dar con las palabras justas - baja de esa nube, el no va a arruinar su carrera cuando recien esta comenzando y la tuya está terminando.

- Papá soy tu hijo, soy tu maldito hijo -  grite cansado de escuchar sus humillaciones.-si yo salí defectuoso es porque llevó tu sangre, esto te hace igual a mi.

El monstruo se hizo presente y no pude defenderme, mamá decía que tenía que estar agradecido porque no dañaba los lugares visibles . Pero mamá no entiende que las heridas que vengo cargando desde la infancia siguen sangrando , no se como curarlas y duele.

Mi mente prefiere divagar en los recuerdos agridulces que enfrentar la realidad, las mentiras crearon un efecto placebo en mi corazón y me permiten huir al lugar y al momento en que fui feliz.

Tu sonrisa, tu mirada , han marcado mi alma Cristian ¿Puedes abrazarme una última vez? prometo que sera la última.

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Cuando Harry recibió el mensaje de Son abandonó el entrenamiento dejando a los presentes desconcertados por la forma en la que salió corriendo olvidando sus cosas.

La ruta se le hizo eterna, cometió varias infracciones en el camino pero necesitaba llegar lo más pronto posible.

Agradeció que al llegar al hotel los de Seguridad no le prohibieron la entrada, Son había avisado con tiempo que el iria a visitarlo.

Con el corazón latiendo a mil ingresó a la habitación, encontrando a Heungmin tirado en el suelo abrazando sus piernas.

Harry lo ayudó a ponerse de pie a pesar de la resistencia del coreano a querer levantarse.

Conociendo el procedimiento de memoria, lo sentó en la cama,  le quitó la remera con cuidado y aplicó en la piel el ungüento.

¿Cuantas veces había hecho lo mismo? Y aún así no podía acostumbrarse.

– Harry – lo llamó con la voz ronca– ¿soy una mala persona?

– no es tu culpa Sonny.

–Estoy cansando – susurró – estoy muy cansado.

Kane se puso en cuclillas quedando a la altura de su rostro, notando las lágrimas que caían silenciosamente.

–trata de dormir, yo vigilare tu sueño – le habló cálidamente – sostendre tu mano, lo prometo.

– gracias por cuidar de mi, tu amistad será lo único que me podré llevar.

– Sonny – la mirada vacia y pérdida de su amigo lo asustó, necesitaba encontrar una solución urgente – mañana es el cumple de Cuti ¿recuerdas lo planeado?.

– te voy a pedir un último favor Harry...

Desde su infancia las personas que lo rodeaban lo convirtieron en la marioneta que ellos necesitaban que fuera, era un recipiente hecho a la medida de sus usuarios.

Era  simplemente un niño , nunca se atrevió a pedir nada y sin embargo se le negó todo. 

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¡Por favor! Necesito que alguien me quite el Internet, estoy a un capítulo de pegarme un tiró.


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