Una mañana peculiar

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-osito de Kimchi - saludo efusivo Otamendi al conectarse-
¿Como éstas?.

-¡Oti! - respondió el coreano medio dormido ignorando la cara de Cristian-.

- anoche esperamos la llamada, nos dejaron colgados- reclamó Licha
con su típica mirada de sospecha -
no sabía que los mosquitos
están Bravos allá.

Son abrió sus ojos asustado y se cubrió hasta la cabeza con la sabana , el recién se despertaba y no había tenido tiempo para verse en el espejo.

-¡dale hermano! Encima que jodes temprano te pones cargoso- Cristian fingió estar enojado pero la cara de feliz cumpleaños se le hacía imposible de ocultar-.

-Cristian, viejo loco pudiste desenfundar- Nahuel aplaudía como foca retrasada mientras reía - ese es mi tigre.

- negro jeton ¿que le hiciste a mi
osito de kimchi?
Te voy a romper todo...

-no es tuyo.

- Son está incómodo - intervino el capitán- Sonny solo queremo' saber si recibiste los regalos.

-si Leo, gracias -descubrió apenas su rostro, jamás en la vida se iba a olvidar la vergüenza que pasó por culpa de la bestia que se hacía llamar novio - no esperaba tantos, no me siento merecedor.

Las tres valijas traídas de Argentinas venían repletas de obsequios, el esfuerzo que hicieron los chicos para hacerlo sentir bien lo conmovió hasta las lágrimas.

Julián le regaló la máscara de Spider-Man, Enzo Fernández una camiseta de River Plate y Montiel un Malbec mendocino de la mejor cosecha.

Por su parte Otamendi mandó hacer un set de mate personalizado con el nombre de Son, el número que porta su remera y en el centró traía el dibujo de un osito comiendo Kimchi.

Lisandro y Molina no se gastaron mucho pensando, en una caja acomodaron velas de diferentes fragancias, palos santos y sahumerios.

De Paul juntó a Dybala, Paredes y Lautaro se escaparon a un sex shop a comprar algunas que otras cositas que la parejita pudiera necesitar en un futuro. Obviamente Cuti no permitió que Sonny abriera el misterioso paquete negro, en parte porque se daba una idea lo que podía llegar a contener.

Más adelante les agradecería por el favor, gracias a ellos pasó una gran noche.

Dibu y Leo fueron los más tranquilos, uno le envió un souvenirs de Mar del plata y el otro tres camisetas autografiadas y una pulserita Roja

-que deci' pa, sos nuestro cuñado favorito - declaró oficialmente Leo-.

- aunque tus gustos son bien raritos.

- Ota no seas forro hermano, no te hice nada para que me maltrates - Cuti le sacó el dedo del medio a escondidas del coreano y a su vez módulo con la boca sin sonido un hermoso "cerra el orto"-.

-Cristian madura ¡por favor! Este pibe nos salió torcido. - Martínez sacudió la cabeza negando lo que vió-.

- torcido no, pelotudo...

- ¡saeng-il chughahaeyo! - el coreano desvío la conversación al acordarse del cumpleaños de Nahuel -.

Los argentinos se miraron entre si , con cara de no entiendo una mierda pero igual te sonrió para que no te sientas mal.

- gordo los chicos apenas saben hablar español - el cordobés se burló como si el no estuviera esperando traducción -.

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